𝘗𝘰𝘨𝘶𝘦 𝘓𝘪𝘧𝘦 -Pausada

𝙱𝚕𝚘𝚘𝚍 𝙸𝚗 𝚃𝚑𝚎 𝚆𝚊𝚝𝚎𝚛

El agua caía sobre sus manos y la sangre roja se colaba por el desagüe del lavabo. Su cuerpo temblaba y tenía los labios entreabiertos, pensando sin poder evitarlo en lo que había hecho, a pesar de oír a su mejor amigo repetirle con constancia que no era su culpa.

—Vas a estar bien, Kiara —insiste el rubio—. Vas a estar bien.

Ella se gira y ve a JJ agachado al lado del cuerpo de Rafe Cameron. De nuevo, siente que se queda sin respiración pero niega, recomponiendose y suspirando. Podía hacerlo. Tenía que hacerlo.

Coge de la encimera la botella de lejía y empieza a limpiar la pistola, eliminando sus huellas y acabando con el terrible olor que revolvía sus entrañas.

—Va a oler —murmura Kiara.

JJ se lleva las manos a la cabeza, pensando. No podían dejar sus huellas en la escena bajo ningún concepto pero la policía iniciaría una investigación nada más olieran la lejía.

JJ alarga el brazo y toma de las manos de Kiara la lejía. Se acera a Rafe, abre su boca y empieza a verter el líquido por su garganta. Lo incorpora un poco para que pase y lo deja de nuevo caer sobre el suelo.

Tira lejía por el suelo, y deja el recipiente vacío al lado del cadáver.

Kiara sube las escaleras de la casa y entra a la habitación de Sarah. Recordaba perfectamente cuál era. Solían pasar horas ahí metidas, llorando por chicos, viendo películas y comiendo helado por la noche. Empieza a buscar por los cajones y encuentra un cuaderno y un estuche, del que saca una pluma negra y empieza a escribir.

Mi nombre es Rafe Cameron y yo maté a la oficial Peterkin. Le disparé por la espalda y me arrepiento. Lo hice por que mi padre nunca me ha querido y pensé que así me ganaría su aprecio pero, desde entonces, las cosas solo han ido de mal en peor. Cada vez que cierro los ojos, revivo el momento y cada vez que duermo, sueño con la sangre manchando su uniforme. No puedo seguir viviendo así. No puedo remediar los errores que cometí, pero puedo acabar con mi vida, que es lo que merezco.
Lo siento.
Rafe Cameron.

Tapa la pluma y suspira, plegando el folio y saliendo de la habitación. Cierra tras de ella con cuidado y baja las escaleras.

—Ya... Ya está —murmura JJ, limpiando se el sudor de la frente e incorporándose.

Rafe tenía en la mano derecha la pistola, la botella de lejía estaba tirada en el suelo, junto al cuerpo sin vida del rubio, y la sangre manchaba toda la habitación. La pistola y todos los muebles estaban libres de huellas y lo último que quedaba era dejar la nota en la encimera y marcharse.

Kiara suspira.

—Lo siento —susurra ella, con la voz partida.

JJ niega con la cabeza, toma la nota y la deja en el suelo, al lado del cadáver.

—Tenemos que marcharnos —dice él, tomándola del brazo y guiandola hasta la puerta.

JJ lleva su mano al pomo y empuja el portón principal, y a ambos se le cae el alma al suelo al toparse con una silueta plantada en el porche.

Kiara retrocede de dos pasos y JJ palidece.

—¿Qué cojones? —exclama Pope, entrando a la casa y empujando a sus dos amigos.

Kiara se cubre el rostro con las manos, inhalado la lejía que empapaba sus palmas y todo el salón.

Pope deja una exclamación escapar de sus labios al ver el cadáver y retrocede junto a sus amigos.

—¿¡Qué cojones habéis hecho!? —repite, furioso y a la vez aterrorizado.

Antes de que Kiara pueda decir nada, JJ da un paso hacia delante y le interrumpe.

—He sido yo —miente él—. Kiara me ha ayudado a limpiar el desastre.

Kiara se queda en silencio, observando a JJ desde atrás. Pope niega con la cabeza.

—No... No estáis... —musita él, buscando las palabras que necesitaba pero sin conseguirlo—. Tenemos que irnos de aquí. Ya.

Kiara y JJ asienten y los tres salen de la casa rápido. Kiara cierra con el codo y el grupo se aleja de la mansión de los Cameron en silencio.

—No podéis contarle esto a nadie —asegura Pope, parando en mitad de la acera al rubio y a la chica—. A absolutamente nadie, ¿me habéis oído?

Ambos asienten en silencio.

—No podéis mencionarlo, no podéis hablar de ello, si os preguntan, actúad sorprendidos. Cualquier cosa que encuentren en nuestra contra, lo utilizarán para hundirnos y acabar con nosotros, ¿entendido? —cuestiona él, y al recibir un "sí" firme de parte de sus amigos, asiente, bajando la mirada y suspirando—. Estamos en esto juntos. Si uno cae, los tres lo hacemos, y eso no puede pasar, ¿de acuerdo? Eso no va a pasar.

—Estaremos bien —murmura JJ, agarrando la mano de Kiara para calmarla. Todo su cuerpo temblaba y tenía sus ojos húmedos—. Estaremos bien, Kie, tranquila.

Ella suspira, asintiendo, a pesar de saber que no estaría bien. No después de aquello.