"La Vida Después De Jeff" - Capítulo 6

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"La vida después de Jeff"


Jack.-

Bueno, no vamos a discutir el hecho de que ahora soy un miembro oficial del club de ciencias. Lo digo en serio. Casi me niego a todo el asunto debido a la cosa del club de la ciencia. De verdad, creo que prefiero reprobar física y quedar fuera del equipo de baloncesto. Pero Emily estaba allí, golpeándome con toda la fuerza de esos grandes ojos esperanzados, y yo no podía decepcionarla.
Ella no entiende el poder que tiene con esas bellezas. ¡Me he unido al maldito club de ciencias por ella! Ella piensa que lo hice por el crédito adicional, pero no es cierto. Yo habría terminado la tutoría y pedido volver a dar mi final o algo así. Todo era por ella. ¿Qué había de malo en mí?
Después de la escuela al día siguiente, ese primer día oficial del Experimento Emily Shaw, Emily sobrevivió a un viaje sólo de chicas al centro comercial con Pamela y Chloe, y consiguió una transformación completa. Debutó el atuendo esa noche cuando Pam y Chloe la arrastraron a mí partido de baloncesto. La vi caminar en el gimnasio diez minutos después de que empezara el juego y pronto tropecé con mis propios pies, nosotros perdimos el balón.
La camisa ajustada y la falda corta eran una gran distracción, de la mejor manera posible, y sus zapatos color arcoíris eran totalmente inspiradores. Nunca la había visto lucir más increíble. Logró que todo tipo de cabezas se dieran vuelta esa noche y ni siquiera se dio cuenta de eso.
Sonreí para mí cada vez que oí a alguien preguntar quién era la nueva chica sexy con Pam y Chloe. Entonces me reí cuando alguien contestó que era la nueva novia de Jack Johnson.
El resto de la semana, Emily me dio clases después de la práctica. Entonces me obligué a hacer algo divertido y emocionante, algo fuera de su zona de confort que la ayudara a olvidarse de Jeff. Hicimos cosas que ella y Jeff nunca lo hicieron, fuimos lugares que nunca iban, y le presenté gente que no conocía.
Comenzó a referirse a nuestros tiempos juntos como “La Vida Después de Jeff”. Yo lo llamaba “Emily y Jack Después de la Ducha”. Por lo general se enojaba conmigo por eso. Casi siempre. Consideré una pequeña victoria las veces que ella no se molestó en gritarme.
Una semana se convirtió en dos y de repente me dí la vuelta, completamente al revés. Emily me había dado rienda suelta en su vida social, por lo que se suponía que estaba en control, pero cuando llegué a ello, ya no estaba en control de todo. Cada elección que hice fue para o sobre ella. Todo mi tiempo libre lo pasaba con ella. Era como si de repente estuviera en una seria, estable, y exclusiva relación, pero sin ninguno de los atractivos beneficios de tener novia. La parte loca era que no parecía importarme. Bueno, me importaba un poco la parte de no-besos. Eso se estaba poniendo cada vez más difícil de lograr.
Encontrar cosas nuevas para que intente era un juego adictivo. Era tan adorable cuando estaba experimentando algo por primera vez. Ella veía todo tan analíticamente en un primer momento, y siempre estaba aterrorizada, pero una vez que superaba su ansiedad, se emocionaba muchísimo. Me mataba cada vez.
El viernes por la noche, la segunda semana del Experimento Emily Shaw, y nuestra primera cita, lo que significaba que ella finalmente se había rendido y me había dejado realmente llamarlo una cita, tenía previsto la última prueba de “Después de la Ducha” para Emily. Esa noche veríamos hasta qué punto un nuevo aspecto y algunos nuevos amigos habían ayudado.
— ¿Una fiesta?
Esperé hasta que ella hubiera cerrado la puerta del auto para decirle a dónde íbamos, porque sabía que iba a enloquecer.
— ¿Una fiesta universitaria?
En realidad, su madre probablemente se habría asustado también. Y la mía.
—No es tan malo como suena. Unos amigos míos que se graduaron el año pasado se fueron a vivir juntos a una casa, y están invitando a algunas personas.
—Así que sí es una fiesta.
—Sí. —Me reí—. Es una fiesta. Y lo más probable es que sea una como las que se ven en las películas. Estoy seguro de que habrá un montón de gente bebiendo y besándose, pero te estoy prometiendo ahora que no tienes que hacer ninguna de esas cosas, y que, por ti, tampoco voy a participar en ninguna de esas actividades.
Ahora que lo pensaba, aquello iba a ser una experiencia nueva para mí. Veríamos si una fiesta seguía siendo divertida aún cuando no podía emborracharme o besuquearme con chicas calientes.
—Jack, sé que dije que podías elegir lo que haríamos, pero no creo que pueda hacer esto.
—Sí puedes. Voy a estar a tu lado toda la noche. Va a ser una aventura. Y si realmente, realmente, no puedes hacerle frente, entonces podremos irnos. Owen está llevando a Pam y a Chloe en su coche por si acaso esto resulta un fracaso, y tenemos que irnos temprano.
Emily me miró con esperanza, así que sonreí con una gran sonrisa tonta, mostrando todos los dientes. — ¿Lo ves? Ya había pensado sobre la posibilidad de que esto sea demasiado para ti.
Los nudillos de Emily se pusieron un poco menos blancos mientras agarraba los lados de su asiento.
Estiré la mano y palmeé la suya. —Emily, tienes que confiar un poco en mí. El punto es empujarte fuera de tu zona de confort, pero te conozco, ¿de acuerdo? No voy a exagerar. Y confío en ti también. Si tú dices que es demasiado, entonces es demasiado, y nos iremos. Pero sólo dale una oportunidad primero, ¿por favor?
Emily se quedó mirando por la ventana en silencio. Después de un minuto, asintió. Parecía ser más para convencerse a sí misma que una respuesta real a mi pregunta.
Cuando llegamos a la casa, la fiesta ya estaba en pleno apogeo. Decenas de coches se alineaban en la calle, y se podía oír la música a todo volumen, a una cuadra de distancia. La gente se derramaba fuera de la casa en el jardín del frente, muriéndose de risa.
Tuve que arrastrar a Emily fuera del coche. Cuando por fin empezó a caminar, tropezó. — ¿Son los tacones? —le pregunté, tirando de ella a mi lado—. No creo que jamás te haya visto con tacones altos antes, pero te ves caliente. Además de que es un poco agradable tenerte a la altura de mi hombro en lugar de cerca de mi pecho, enana.
—Ja, ja —dijo, pero sólo había nerviosismo en su voz—. No son los tacones. Practiqué caminar con ellos durante más de una hora. Sólo estoy temblando demasiado como para caminar.
La tiré con fuerza contra mí y le di un beso en la sien. Su pelo olía a fruta. Ella era una de esas chicas que siempre olía lo suficientemente bien como para comerla. Me volvía loco.
—Vas a estar bien. Sólo aférrate a mí. No te dejaré ir en toda la noche si es lo que quieres.
Ella tomó mi oferta. Lentamente, deslizó su brazo alrededor de mi cintura y luego se aferró a mí como si estuviera súper pegada allí. Me tensé bajo su toque y tuve que luchar con los escalofríos.
—Siéntete libre de aferrarte a otras partes de mí también. —Mi voz salió gruesa, ya que había quedada atrapada en mi garganta—. Mi trasero se siente bastante abandonado, y no pasé tanto tiempo trabajando en mi abdomen y mi pecho para que jamás sean tocados.
Me reí cuando Emily se quedó sin aliento y se volvió tan roja como el vestido que llevaba puesto. El súper caliente, súper apretado vestido, con increíble tirantes, que había sido instruida para llevar esa noche. Gracias a la menuda forma asiática de Chloe, Emily encajaba muy bien en su ropa. Su amplio pecho era la única excepción, y como resultado, ella estaba luchando porque sus chicas permanecieran en la parte superior del vestido. ¡Gracias, Chloe!
Mi mano cayó del hombro de Emily a la parte baja de la espalda. Se moría de ganas de ir más bajo, pero, milagro de los milagros, se las arregló para quedarse allí, quieta.
— ¡Oh, Dios mío, Jack! Por una vez, ¿podrías por favor abstenerte de avergonzarme cuando ya estoy a punto de volverme completamente loca?
—Sólo estaba dándote una idea. No sé si eres consciente de lo increíblemente hermosa que te ves esta noche, o que no he salido con nadie desde el incidente de La Ducha. Eso fue hace semanas, Emily. Tengo tanta moderación.
En vez de pegarme o enterrar el rostro entre sus manos como esperaba que lo hiciera, Emily se detuvo y suspiró. —Tienes razón. Este experimento se ha adueñado por completo tu vida. Lo siento. Si necesitas… —Ella vaciló, sonrojándose de nuevo—. Si tienes que ir a hacer tus cosas, o cuidar de tus negocios, o lo que sea, voy a estar bien con Pamela y Chloe por un tiempo.
Sentí una sonrisa torpe arrastrándose sobre mi cara. Me estaba acostumbrando a ella últimamente. Ya no podía negar que tenía un enamoramiento con esa chica, pero estaba empezando a volverse ridículo. Me estaba convirtiendo en una especie de maldito enfermo de amor, con una sonrisa cada vez que la hacía sonrojar.
— ¿Me estás dando permiso para ir a buscar a una chica caliente y conectar? ¿En nuestra primera cita real?
—Podemos llamar a la próxima una cita. Puedes tener esta noche libre. Te lo has ganado. Ve pasar un buen rato. Encuentra una chica preciosa, actúa como sabes hacerlo durante cinco minutos enteros hasta que hayas capturado su corazón, y luego llévala a algún lugar tranquilo donde puedan hablar por el resto de la noche.
Tuve que morderme el interior de la mejilla durante todo ese discurso para no sonreír demasiado. — ¿Y qué pasa si ya tengo mis ojos puestos en una chica hermosa?
Ella puso los ojos en blanco, perdiéndose por completo lo que quise decir. —Eres Jack Johnson. Estoy segura de que ya tienes tus ojos puestos en tres o cuatro chicas diferentes, y no estamos ni siquiera en la puerta principal todavía.
Su comentario picó. No había querido ser ruda, y honestamente, me lo merecía, pero las cosas estaban cambiando para mí, y no me gustaba ser el único que se daba cuenta de ello. Ese momento fue la primera vez que me di cuenta de que realmente, realmente me gustaba Emily, y de que quería gustarle también. De verdad.
—Emily, yo estaba hablando de ti. Eres mi cita de esta noche. Estoy aquí contigo porque quiero estarlo, ¿de acuerdo? No necesito ir a buscar a nadie más. Puede que aún tenga que conectar, sin embargo —bromeé.
Emily frunció el ceño. —No entiendo.
Su ingenuidad era linda y frustrante al mismo tiempo. —Eso es porque no te ves a ti misma como yo te veo, pero voy a arreglar eso, si puedo.
Empecé a llevarnos hacia la casa de nuevo, dándole tiempo para que mis palabras penetren en ella, pero en el momento en que entramos, todo pensamiento voló de la mente de Emily. Se quedó inmóvil, con sus ojos como un ciervo encandilado por los rayos de un camión remolcador gigante. El lugar era ruidoso, caótico y estaba repleto, básicamente lo contrario a todo lo que Emily Shaw necesitaba.
—Vamos a tomar algo y luego ver si podemos encontrar a Owen y a las chicas —le grité por encima del ruido.
Emily se dio la vuelta, enterró su rostro en mi pecho y me abrazó como si fuera un salvavidas. Ella me apretó con tanta fuerza que apenas podía respirar. Le froté la espalda hasta que la sentí tomar un respiro.
Después de otra mirada alrededor de la habitación, suspiré. Me esperaba que esto fuera un poco loco, pero no tanto. Aquella fiesta era casi tan lejos de la zona de confort de Emily como se podía conseguir. Me imaginé que tenía unos diez minutos de ella. Como mucho.
Todavía estábamos parados allí cuando Owen y las chicas nos encontraron. —Esto es salvaje, ¿no es así? —preguntó Owen, chocándome los cinco.
— ¿Está bien? —preguntó Pamela, colocando una mano sobre el hombro de Emily.
—No pensé que sería así. Emily tiene un pequeño problema con su ansiedad. Puede que tengamos que salir de aquí.
Tanto Pamela como Chloe parecían decepcionadas. Ellas realmente le habían tomado el gusto a Emily. La trataban un poco como una mascota, pero funcionaba bien para las tres. Pam y Chloe sabían todo acerca del experimento de Emily, no que yo era parte de él, o que había tenido que unirme al club de ciencias, pero sabían que Emily estaba haciendo todo esto para la feria de ciencias, y que yo estaba tratando de ayudar. Les había encantado la idea de una cruzada para superar a Jeff y al instante se habían nombrado a sí mismas como mis co-ayudantes, capitanas del equipo Emily.

The Experiment ➵Jack JohnsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora