✾Es mejor de esta forma✾HanaNene✾

✾Es mejor de esta forma✾

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Hanako cree, en lo más recóndito de su alma ya perdida, en un espacio traslúcido de su pecho en el cual antes estaba su corazón, que hay ciertas cosas que son mejor de una forma.

Que es mejor no interferir a veces, y que renunciar a sueños es lo que más sabe hacer.

Aquello lo descubrió, curioso y por obligación, tanto en el mundo terrenal, donde los golpes le destruían y la luna le besaba en fantasías, así como también después de la muerte, y aunque está moldeado en el cuerpo de un niño que jamás envejece, que murió muy joven, que no llegó a la luna y que ahora, a pesar de no poder sentir dolor en carne, lo siente en el alma y le destruye el silencio en el que fue sentenciado para expiar sus pecados (que nunca serán perdonados). A pesar de las cortas experiencias que ha podido disfrutar y sufrir en vida, sabe que hay cosas que son mejor abandonar.

Le duele aquello, le arde como el infierno que parece esperarlo con brazos abiertos, dulce y tentador. Sin embargo, aquel pequeño y soñador niño muerto que se niega a ser feliz, cree haber conocido el paraíso, el cielo mismo en una niña que lo hace sentir un poquito vivo, que es bonita y que también, diáfana como la luna que ama, hace su corazón moribundo palpitar (no tiene sentido, quizás solo alucina, pero para él esa niña lo es todo en esa utopía de mundo en el que está atrapado). Claro, ella también es un motivo que le muestra claramente que hay cosas que debes dejar así, no las toca porque lastima y ya no lucha por ella porque atarla en un mundo donde el futuro no se pinta con esperanza es devastador para una alma tan meliflua como la de Yashiro.

Sin embargo, Hanako (Amane) de verdad sabe que luchar por alguien es bueno (sabe que amar también lo es, si tan solo viviera), y esa niña de orbes arrebol y sonrisa de luna dulce de verdad vale la pena cuidar mientras viva, mientras sueñe y mientras no se rinda y siempre sonría. Así como lo hizo alguna vez él, así es como tiene que ser ella y el tejido dorado que forma su vida.

Yashiro es aquello que, sin querer, interfirió en un espacio nuevo y acrisolado de su alma en pena. La niña es linda, es cálida y siempre siempre descuidada, a Hanako le gusta mucho que ella sea así, ama cada pequeño detalle de ella porque es también como una figura de amor que en su tiempo nunca tuvo, y que es diferente al amor que da Tsukasa, porque ella no le golpea ni mella la piel de niño frágil que alguna vez tuvo. Porque descubre de pronto que el amor no lastima ni asesina sueños, sino que sana, cuida y repara un poquito el alma agrietada de un ser que pide perdón siendo tan joven. Un ser que se culpa siempre, ya sea vivo o muerto, en el cielo o infierno.

Sin embargo, Yashiro es sueño de luna vivo, que lo consuela en días de vida gris (la muerte) y soledad que se acurruca gentil en su pecho, Yashiro es la razón por la que él pueda sentirse bien a pesar de estar muerto. A pesar de tener las manos teñidas en carmín y poseer un cuchillo que demuestra que es un asesino horrible y vil.

No obstante, si nos remontamos en un pasado de sangrienta oscuridad, Hanako (Yugi Amane) es niño que de verdad verdad tiene un corazón tan puro, que piensa que él es el único error en la vida de las personas, incluso muerto, hasta que esa niña llegó a colmar su mundo de riesgos y emociones. Una niña que le gusta y ella dice también gustarle (Hanako la ama como nunca amó en vida, como nunca lo hará en muerte). Pero él ya la ha condenado por lo marchito que está, así que la chiquilla tiene los días contados y un verdugo tras de ella, esperando desgarrar su luz.

Entonces él, sin dudarlo, lucha por ella, siempre juntos hasta que Yashiro esté libre de muerte, por su vida y felicidad, lucha por los sueños que ella tiene y la toma de la mano, es cálida y con mejillas de dulce primavera lo observa como si prometiese que siempre estará a su lado, como si le dijera lo que ambos saben y niegan.

Si te dijera "te amo" ¿mi corazón se sentiría más melifluo? ¿Más vivo? ¿Más ligero? ¿Roto quizás? Él no conoce respuesta, no conoce la vida entera pero sí sabe que, mientras Yashiro esté bien, incluso aunque se enoje con él, Hanako (Yugi Amane) será feliz mientras viva fuera de un mundo tan marchito como lo es el de los misterios. Y justo cuando ve la luz que lo soluciona todo, que salvará a su bonita niña, a su diáfana flor que causó un brote inconmensurable de sentimientos en él, que nunca pudo sentir en vida. Justo en el momento en que ella podrá vivir a su lado entonces...

Entonces recuerda que él está muerto, y que jamás vivirá a su lado como lo soñó de forma torpe (pero es un niño, no se culpa, ya no más).

La deja, eso es con lo que sigue, porque él sabe que es muy bueno renunciando a sueños, porque sabe que no ir a ningún lado es lo que eligió a pesar de que esa niña de hebras nieve y sutil verde sufrirá. Pero Hanako la suelta y la deja ir, abandona a su nuevo sueño con tal que en ella florezcan nuevos y Yashiro vive, vive un año más, dos, tres y llega a ser una adulta quizás, con recuerdos fantasmagóricos de un dulce y soñador antaño, Amane lo sabe tan bien que...

Que le duele y ama. Porque cumplió al menos un sueño en su mundo de renuncias.

Ella vive, él se queda, y eso...

— Es mejor así... Es mejor de esta forma.

Yashiro lo olvida.

Hanako la recuerda siempre, antes y después de la muerte, en la luna y las estrellas.

— Si renacemos y te encuentro... Esta vez prometo no renunciar.

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Siendo mi primera historia HanaNene, siento que es muy inexperta, sin embargo, anhelaba tanto publicarla que no pude resistirme❤️⁽⁽ଘ( ˊᵕˋ )ଓ⁾⁾❤️