Delicate 🦋 || AU TaeGi

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- Chicos, Jin me llama, pueden comerse el resto de las papas fritas.

YoonGi diría que fue su imaginación la que le hizo ver que HoSeok parecía que huía más que ir con Jin, y entonces cayó en cuenta que el destino o alguna cosa por el estilo lo odiaba ya que decidió dejarlo a solas; posiblemente era la señal de que comenzara a hablar, su oportunidad para ser sincero con él y consigo mismo.

-Uhm, yo..

Escuchó cómo el castaño aclaraba su garganta con la intención de hablar de vuelta, sin embargo solo pudo mantenerse en silencio para saber más de lo que fuera que Yoongs fuera a decirle.

-Me quiero disculpar porque no te he hablado, me he sentido frustrado y-

-No te preocupes, todo bien, le sonrió de forma dulce tratando de mostrarle que todo estaba bien, pero a la vez todo estaba mal.

Siguieron comiendo mientras sentían el cielo caer en sus espaldas, intentando soportar todo el pesar que sentían; terminaron y caminaron nuevamente con la simple Intención de pasear sin prestar atención a las llamativas atracciones, Tae miraba sus piecitos avanzar a lado de quien miraba hacia enfrente de manera serena.

Uno de ellos tropezó sacando una risa del otro y entre broma y broma rieron, se sentía como volver al inicio de todo, donde nada era confuso y se amaban de manera inocente, porque lo peor que pudieron haber hecho fue darse cuenta de que lo que solían hacer no era por un impulso de amistad. Porque cuando te enamoras no puedes evitar sentr confusión y eso te lleva a arrepentirte de todo.

No fueron capaces de intercambiar palabras y realmente no parecieron necesarias ya que hasta ahora estaban bien, sin embargo, hubo un momento en que las risas cesaron y solo avanzaban. No se dieron cuenta de que para ese entonces ya habían salido de la feriado y estaban recorriendo una de las tantas calles de la ciudad.

Era hora de conversar de verdad, ¿De qué hablarían?

-Y dime... ¿Cómo has estado?- Tae se sentía como un tonto haciendo preguntas de ese tipo.

-Bien, hasta donde sé todo va bien. ¿Y tú?

-Bien-podían acostumbrarse a las mentiras, pero no era una opción.

Lo único que había quedado en ellos era que el tiempo avanzaba y sus conversaciones no duraban una hora como lo solían ser, cada diez minutos intercambiaban cerca de cinco palabras y no pasaban de ahí, fue cuando Yoongs creyó que había aburrido a Tae y cedió.

El castaño vió que su intento de convivencia era inútil, ¿Acaso había aburrido a YoonGi?

Sí, seguro era eso; prefirió no preguntar y sin más rogar de ambos, el pelo negro se despidió del de ojos cafés y tomó un destino distinto al que tomó Tae, uno regresaba a casa con su corazón a punto de romper de nuevo, si es que se podía, mientras otro buscaba el camino a casa con su rostro cubierto de pequeñas lágrimas.

-♪