Con Amor, Luzu [Luzurex]

⚖️"El alcalde que tuvo que ser"⚖️

El alcalde perfecto para Karmaland había perdido.

No estaba enojado con sus amigos, cada uno podía votar a quien quisiera, pero había uno en especial que lo decepciono.

Había alguien en quien confío.

Estaba destrozado, felicito al nuevo alcalde, Lolito, deseando un buen futuro para Karmaland.

Se fue a casa, destrozado, escuchando como festejaban a sus espaldas.

Parado en el final de las escaleras escucho como varias personas corrían en su dirección, se volteo y estaban todos excepto Auron quien había anunciado su voto por celular, ya que no se encontraba en los alrededores.

No quería que lo vieran llorar, así que les pidió que se vayan amablemente, pero algunos de ellos solo lo molestaron.

No sé sentían como solo bromas.

Lolito le ofreció un puesto en la alcaldía pero respetuosamente lo rechazó.

No viviría al mando de, él.

Cuando comenzaron a fastidiarlo más no le quedó otra opción que echarlos a la fuerza.

Saco su arco y le apunto a uno de ellos, a Fargan.

En ese momento todos callaron y quedaron inmóviles, Luzu jamás le apunto, ni mucho menos disparo, a ninguno de ellos y era conocido como el héroe que jamás fallaba una flecha, por más difícil que sea el objetivo, jamás fallo un tiro.

Les repitió que se fueran, no se movieron, perdió la paciencia y tenso su arco, inmediatamente todos se fueron corriendo, a excepción de uno.

El castaño solo lo miro, se volteo y comenzó a caminar a casa.

Antes de cruzar la puerta un pensamiento cruzo por su mente.

¿Por qué?

Volvió afuera curioso y lo vio sentado al pie de las escaleras mirando en su dirección.

Sonrió levemente, por la distancia el contrario no lo notó.

Comenzó a bajar por las escaleras, llegó donde el albino y se sentó a su lado.

-Luzu- ¿Por qué no te fuiste con los demás?, No vale la pena esperar aquí a qué algo cambie -Suspiro, sin esperar una respuesta positiva-

-Willy- No digas eso, sabes que no me fui porque no pienso como ellos, Lu.
Yo vote a la persona más capacitada para gobernar, a ti. Y aunque no hayas ganado, tu eres mi alcalde. Digan lo que digan. -dijo con seguridad-

*(El verdadero dónde tengo que firmar para que me gobiernes)*

En ese momento el ojiazul creyó que todos sus problemas dejarían de importar si Willy así lo decía.