🍷"El color de tus ojos"🍷

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Willy estaba más tranquilo, Vegetta y Rubius habían llegado a casa de Luzu luego de verlo corriendo hacia allí.

Los dejo pasar y lo primero que hicieron fue abrazar al castaño al verlo llorar.

No entendían que pasaba pero sabían que tenía que ser grave para que estuviera así.

Vegetta se alejo y se llevó a Willy para averiguar el contexto.

-Vegetta- ¿Que a pasado? Si le hiciste algo estás muerto -amenazo-

El albino no dijo nada solo lo guió hasta la cocina y ahí el pelinegro comprendió todo.

-Willy- tenemos que limpiar todo y sacar a Manolo de aquí. Si lo vuelve a ver no va a soportarlo -advirtio sin pensarlo-

-Vegetta- Vale, le diré a Rubius que lo saqué de aquí así podemos limpiar esto.

Y así cómo dijo le hizo una seña a su pareja para que sacará al castaño, el entendió y lo condujo fuera de la casa.

Limpiaron todo y pusieron a el cerdito en una pequeña caja de madera.

Luego lo enterrarían por ahí.

Estaban destrozados, sabían que Luzu amaba a ese cerdo como un hijo.
El pelinegro llamo a su pareja para ver a dónde se habían ido.

-Vegetta- Chiqui ¿Dónde están?

--Rubius-- Estamos en mi casa Samu, vengan pronto, no sé que es lo que le pasa a Lu pero está temblando y diciendo cosas sin sentido -explico preocupado-

-Vegetta- En 5 minutos estamos ahí, no te preocupes amor.

Tenía miedo, el pelinegro sabía lo que estaba pasando, pero no quería admitirlo.
Fueron a casa del ojiverde pero antes de entrar Vegetta le dijo algo a Willy que este no entendió muy bien.

-Vegetta- Ten cuidado, está en su limite -expreso totalmente serio, tanto como para asustarlo-

-Willy- Limite? Que dices?

-Vegetta- Ya verás, solo no digas nada que lo pueda irritar -rogo-

Entraron y vieron a Luzu sentado en un rincón, susurrando algo inentendible.
Willy quiso acercarse pero Rubius lo detuvo al ver la cara de Samuel.

Parecía que había visto un maldito fantasma.

-Willy- Que pasa? Déjame ir con el -pidio, pero la represión de su amigo lo alerto-

-Vegetta- Llegamos demasiado tarde -comento con miedo-

-Rubius- ¿Que dices?

-Vegetta- Ahora hay 2, liberaron su parte mala.
Ahora ya no es lo mismo -dijo y los demás no entendieron-

-Willy- No puede ser, es Luzu, el no es malo, es muy pequeño para serlo -trato de decir-

-Vegetta- No, el tiempo y la tolerancia se terminaron, y no tengo idea de que hacer ahora mismo -susurro temeroso-

Willy se soltó del agarre de Rubén y se arrodillo frente a el castaño, dió un pequeño salto al notar sus ojos.

-Willy- Son rojos?! Que está pasando Lu??

-Rubius- No puede ser, no puede ser! cómo que rojos?? Son azules. -dijo el, en ese momento, ingenuo ojiverde-

-Vegetta- Ya no son azules porque el ya no es solo ese Luzu!! Entiendanlo joder! -grito irritado-

Estaba verdaderamente aterrado.
Era la segunda vez que pasaba
No! No iba a permitir que se lo llevarán a el también! No a Luzu! No cuando hizo tanto para protegerlo! No de esta manera!

Pasaron 2 semanas en las que Luzu no salía de su casa, que ahora estaba rodeada por una gran muralla oscura con puertas enormes, las paredes pintadas de negro y vidrios rojos tal y como la sangre, como la sangre de quién ya sabemos, de hecho.

Todo había cambiado, Willy era el único que entraba y salía de esa casa, el único que sabía cómo se veía el castaño.
Una parte de él estaba destruida.
Sabía quien había mandado a matar a su pequeño Manolo y era su turno de sufrir.

Por primera vez en semanas salió de su hogar, camino hasta la casa de su vecino, el que tanto maldecia y tocó la puerta.

Cuando el azabache abrió la puerta su cara se puso pálida al ver a su querido niño así, sus ojos ya no eran azules sino rojos, tenía ojeras notables y el flequillo tapaba uno de sus ojos.
Se arrepentía...

Si, el le pago a alguien para que matará a Manolo.
Se supone que tenía que dejar algo para que pareciera que había sido Willy pero el idiota que contrato olvidó eso.

Fue por el, los celos lo segaron, Luzu no le prestaba atención, se la pasaba con Willy, solo quería un poco de atención, quería explicar lo que pasó en las elecciones, pero Luzu no le daba oportunidad y ya no sabía que hacer.
Quería recuperar la atención que tanto le costó ganar.
Quería que nuevamente, Willy no fuera prioridad...

-Luzu- Se que fuiste tú. -espeto con normalidad-

-Auron- Lo lamento, de verdad, solo quería que me dejaras hablar contigo, solo un minuto, no sabía que hacer.
No tenía otra opción.
Sabes que yo jamás haría eso! -parecía que iba a romper en llanto en cualquier momento-

-Luzu- Pero lo hiciste. Y ahora el no está.
Quieres hablar? está bien, vamos a hablar -protesto y se metió sin importarle nada a casa del azabache-

Se sentó en el sofá, y frente al en otro sofá estaba Raúl, no iba a decir nada, quería ver cuántas mentiras puede inventar para tratar de librarse de lo que viene.

-Auron- Lo hice por tu bien, mi niño, la alcaldía iba a traerte problemas, todos iban a atentar contra ti así como hacen con Lolito ahora, no aguantaría que te pase algo.
Ibas a apagar tu brillo mi niño, no quería que te volvieran otra persona, no quería que te corrompiera el mal así que todo lo que hice fue para cuidarte y que el Luzu cariñoso y feliz no se fuera.

-Luzu- ¿y te funcionó? -preguntó brevemente-

-Auron- Luzu yo... Me siento mal sobre lo que pasó...

-Luzu- Así que ¿Te estás disculpando?

-Auron- Si, lo siento.

-Luzu- Okey, no te perdono.

-Auron- Luzu, dije lo siento.

-Luzu- Si, y no te perdono.

Se marchó sin mirar atrás, dejando al azabache colgado en sus pensamientos.
No había servido de nada, su Luzu se había marchado o al menos una parte de el.
Y tenía miedo de que no vuelva a ser lo mismo de antes.

1000 palabras, nose que me pasa.

Con Amor, Luzu [Luzurex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora