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Ser el favorito del rey no era algo precisamente bueno, al menos no desde la mirada de los alfas con los que trabajaba. No lo malentiendan, Kirishima se sentía alabado cada vez que Todoroki solicitaba especialmente su supervisión en misiones que naturalmente solo enviaría a alfas de pura sangre y de una fuerza inimaginable.

-Tu liderazgo es insuperable, por eso solo puedo confiar en tu persona.

Esas fueron las palabras del rey mismo cuando le solicito hacer aquella misión que estaba llevando a cabo, junto a unos nueve alfas que no se encontraban conformes con la decisión del mismo Todoroki Shouto.

Sentía cada segundo en su espalda la mirada de ellos apuñándolo de una manera que generaba tensión incluso en cada rama del bosque por el que andaban.

La carabana que transportaban iba dirigida ni más ni menos que en dirección al reino del sur, donde seria recibida por Bakugou Katsuki en persona.

Era la novena vez que maldecía en su cabeza, por mucho que extrañara el sexo entre el rubio y él, no podía seguir por esa línea de pensamientos, sabia muy bien que se encontraba casado, había formado una familia, así que no tenía ningún derecho en entrometerse y destruirla, no cuando conocía a su hijo Katsuro tan bien.

Un fuerte e incesante ruido de ramas crujiendo en distintas direcciones, tomo toda su atención. Levanto una de sus manos deteniendo por completo la caravana, ganando así unos quejidos de parte de sus compañeros. De pronto, una flecha atravesó su brazo tirándolo de su caballo quien, asustando, comenzó a relinchar y agitarse por todas partes. Había tardado en activar su poder, pero al momento de hacerlo, una lluvia de flechas fue a parar hacia los demás, con rapidez, corrió hacia los atacantes, golpeándolo de modo que quedaran inconscientes de un solo golpe. Había acabado con cuatro de ellos, cuando sus compañeros se hicieron cargo de otros ocho.

-Aún con tu ayuda, eso fue innecesario. Tenemos todo bajo control.

-¿Qué rayos insinúas, Saito?-pregunto Kirishima de manera firme.

Lo había visto venir, Saito era el favorito del rey, eso hasta que apareció el omega pelirrojo. Era un hombre alto de grandes músculos con una fuerza sobrehumana que lo hacia destacar a donde fuera, sobre todo cuando se trataba de mujeres.

-Digo que tu presencia es innecesaria-afirmo con una sonrisa petulante.

Odiaba a los alfas por naturaleza, pero al convivir con ellos día tras día, era realmente injusto detestar a todos por igual, había hecho amistad con alguno que inesperadamente era tan empáticos con los de la categoría omega que hicieron amistad inmediatamente. Sin embargo, Saito completaba con la lista de los más odiados por Kirishima, su orgullo desbordaba cualquier tipo de castillo, egoísta con sus acompañantes de trabajo, oportunista cuando se le daba, para Eijiro, la palabra que definía a Saito a la perfección era una persona desagradable y completamente falsa.

Aún no logaba olvidar el día que trato de ligar con él, su frase de conquista fue una que no pudo evitar reír a todo pulmón dejando su preciado orgullo por los suelos.

-Date la oportunidad de estar con un alfa, así podrás conocerme por completo.

Aquel día fue cuando su rencor contra Kirishima había nacido.

-Tienes razón-confirmo Kirishima, no dejándose intimidar por Saito,-pero aún así acabe con cuatro de ellos.

-Kiato se hubiera hecho cargo.

Kirishima sonrió levemente dando un paso hacía Saito

-Date por vencido, no me iré de aquí, así que acostúmbrate a estar por debajo de mi, Alfa.

La presión que generaban ambos, fue disuelta cuando sus compañeros los rodearon dejando ver a Saito con una sonrisa intimidadora frente suyo.

-Sabes, Kirishima-comenzó Saito acercándose aún más,-fue mi idea que lideraras esta caravana y no del rey, yo solo se lo sugerí y él acepto.

-¿Qué tratas de decir?

-Muy pronto tendré que reportar tu desaparición.

No pudo evitar reír.

-¿Y ustedes me asesinaran? ¿Ese es tu brillante plan? Pensé que eras inteligente, Saito.

Para su sorpresa aquello lo hizo sonreír y lo inquieto al punto de sentir frio en su espalda.

-Nadie dijo algo de asesinar-comento el alfa.-Te asustare tanto que no querrás ver el reino o mi cara de nuevo, Eijiro.

Para su suerte, Kirishima aún no había detenido su endurecimiento, al recibir el fuerte y acero golpe de Saito, el dolor fue tan fuerte que con dificultad se levanto del suelo. Su fuerza sobrehumana la había subestimado, que error más grande de su parte. Aún con su poder activado su labio y pómulo comenzaron a sangrar, y su cabeza no dejaba de retumbar. El zumbido en sus oídos no lo dejo detener a tiempo el segundo golpe que recibió de su parte.

-Jamás olvides que sigues siendo un omega, perra.

El pelirrojo sintió como algo se rompía, pero se tranquilizo al notar que solo era el tronco contra el que se estrello y no uno de sus huesos.

-No saldrás libre de esta...-escupió Eijiro con rencor.

No era la primera vez que se enfrentaba a tales situaciones, siempre fue así, su madre le había advertido antes de que fuera asesinada, que desde pequeño sus problemas nunca terminarían, siendo omega tendría que esperar de todo en cualquier momento.

-Me encargare de mi bienestar, no tienes que preocuparte por mi-recalco Saito sonriéndoles a sus amigos. Dando unos pasos hacia el lastimado pelirrojo, se acuclillo quedando a la altura de sus ojos.-Te mentí, Kirishima. Si pensamos en asesinarte, pero eso sucederá al final del día.

Frustrado por aún no poder defenderse, Eijiro golpeo con todas sus fuerzas el rostro de Saito para continuar con los demás, quienes, extrañamente comenzaron a evitar algún tipo de pelea.

-¿Qué pasa? ¿Me tienen miedo?

-Ellos no te tienen miedo-comentó Saito, levantándose del suelo cubriendo la herida de su mejilla.-Simplemente respetan mi decisión.

-¿Y que mierda de decisión es esa?

-Que yo sería el primero.

Sintió como cada parte de su cuerpo comenzaba a entumirse, las palabras de Saito lo habían vuelto a la realidad; un omega que probablemente entraría en celo con sentir las feromonas de los alfas que estaban a su alrededor.

-Izuku te matara.

-Es probable, pero él jamás se enterará de lo que pronto sucederá. 

.....

Lamento lo corto, les prometo que el próximo es mucho más largo :) 

LIGADOS POR AMOR -BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora