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Tomó a Lisa de la mano y caminaron a sus asientos, dejé que Joey me abrazada y caminamos detrás de ellos, nos sentamos a su lado, Joey junto a Jacob, yo quedé en una esquina y miré al campo de juego, no tenía idea de lo que estaba pasando ahí, pero tenía que tratar de distraer mi mente. No sabia que iba a pasar ahora, era un hecho que él juego entre él y yo había terminado, las dos primeras reglas estaban quebrantadas totalmente, la tercera ya no importaba, era la más difícil de romper.

Los minutos pasaban lentamente, cada que detenían el reloj en el juego mi corazón se detenía porque eso extendía la agonía de estás ahí, a tan sólo un asiento de distancia. Estaba a punto de pedirle a Joey que nos fuéramos, pero la marte masoquista de mi no quería irse, lo más probable es que fuera la uy vez que lo viera y quería guardar esos recuerdos, su sonrisa natural, tan encantadora como la retorcida, sus gritos por la emoción del partido, era un chico normal, que disfrutaba de la vida.

Cuando los Gigantes anotaban Lisa lo abrazaba emocionada, se sentía una conexión especial entre ellos y por un momento deseé ser ella, yo conocía al amante, pero ella conocía al hombre y era afortunada por eso, no estaba limitada a ninguna regla y disfrutaba de ambas facetas, la sonrisa en su rostro me lo demostraba y yo sabía perfectamente lo que Jacob te hacía sentir en la cama. Sentí que iba a romper en llanto y fui al baño otra vez.

Me mojé de nuevo la cara, no podía llorar, no debía, había sido una aventura que no podía tener un final feliz, quise jugar con fuego y me quemé, ¿Por qué me afectaba tanto que tuviera novia?, Yo tenía a Joey y a Jacob parecía no importarle, estábamos bajo las mismas condiciones, "la vida es un equilibrio y no podemos ir en contra de eso", ¿Acaso a esto se refería?, ¿Él y yo estábamos buscando equilibrio en nuestras vidas amorosas? Suspiré apoyada en el lavabo, después salí del baño y me acerqué a la mesa a servirme otro jugo.

- ¿Disfrutando del partido? - susurró en mi oído erizando mi piel, pero, ¿qué pretendía?

- No tanto como tú - respondí sin mirarlo tratando de calmar los labios de mi corazón.

- ¿No te emociona tanto porque tú novio no está en el terreno de juego? - volteé a verlo más que sorprendida - él me contó que jugaba cuando iba en la prepa.

- ¿De dónde lo conoces? Supongo que dadas las circunstancias te puedo preguntar lo que quiera - dije dándome la vuelta para enfrentarlo, pero dejé una mano en la mesa y la otra me la puse en la cintura.

- Hace un par de semanas cerramos un negocio - dijo sonriendo, quizá por mi comentario anterior - por cierto es muy talentoso con los números... Y ya veo que para otra cosa también - agregó poniendo su mano en la mesa y rozando la mía, pero yo la retiré nerviosa.

- ¿Por qué me llamaste en la tarde?, No me digas que no sabías que vendría aquí.

- No pensaba hacerlo - puso si pie pegado al mío - pero, en vista de que no estabas disponible, no tuve otra opción, jamás me imaginé que tu compromiso fuera este.

- La vida es un equilibrio - dije irónicamente - no me la paso teniendo sexo todo el día - agregué un tanto sería.

- Yo tampoco - dijo muy sonriente - aunque... Con cierta "desconocida" de ojos color marrón con la que estuve toda la noche del viernes - se acercó a mi oído - si podría - agregó en tono sensual disparando todos mis sentidos.

- Basta de juegos... Eso no puede continuar, tus reglas están rotas - aseguré haciendome para atrás.

- En ese caso... Disfruta de este otro juego - soltó una risita - es decir, del partido - me guiño un ojo y luego camino hacia su lugar.

¿𝐄𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐞 𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐍𝐨𝐜𝐡𝐞?   [𝐀𝐃𝐀𝐏𝐓𝐀𝐃𝐀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora