¿Alguna vez haz escuchado hablar sobre el hilo rojo?
El hilo rojo es aquella unión entre dos almas destinadas a estar juntas, pero ten cuidado, porque ese hilo no es irrompible.
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Daniel es un Dios d...
Al llegar, agarró el cuerpo del albino, lo dejó en una banca y se sentó a su lado para esperar que despierte.
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El vampiro no sabía la razón de sus acciones al ver aquel albino, simplemente fue un impulso, fue algo que algunos llaman corazonada.
El ser nocturno aprovechó el desmayo del ser para poder examinarlo, pelo largo de un blanco puro, pestañas suaves que acariciaban sus mejillas y unos labios rojos y tentadores como cerezas.
[...]
No demoró mucho tiempo para que el ángel de la muerte se despertara, él estaba un poco desorientado, tardó un poco en reincorporarse y cuando lo logró se dio cuenta que no estaba solo, había un ser a su lado que lo miraba detenidamente, su pelo era azabache, tenía unos hipnotizantes ojos fucsias, todo hacía contraste por su pálida piel, sin duda, era hermoso. Ambos conectaron sus ojos y una calidez se apoderó de sus cuerpos. Estaban tan centrados el uno en el otro que todo a su alrededor se esfumó.
[...]
Daniel al salir del trance dijo:
- Gracias por estar al pendiente de mí...
El shinigami hizo una pausa para que el chupa sangre le pudiera decir su nombre.
- Reiji, Reiji Sakamaki.
- Un gusto, Reiji Sakamaki, soy Daniel.
- Igual, por cierto, a lo de estar al pendiente de ti, sólo fue coincidencia, no creas que te estaba observando.
El orgullo de Reiji impedía aceptar que estaba preocupado por alguien, Daniel sólo sonrió y le cuestionó:
- ¿Qué hacías afuera si la fiesta es adentro?
- Estaba cansado de ese ambiente, entonces salí a tomar un poco de aire y entrar hasta que fuera momento de irme, pero te encontré en el proceso, además de al parecer todos murieron.
Con eso dicho, el ambiente se tornó un poco incómodo por el silencio, pero este fue roto por una risa baja de albino. Reiji sólo levantó su ceja con incertidumbre.
- Perdón, es que se volvió un poco incómodo.
Reiji sólo asintió.
- Pero te entiendo sobre estar cansado de un lugar, al igual que tú, yo no soy un humano, soy un dios de la muerte y por mi trabajo a veces tengo que estar en un lugar por mucho tiempo esperando a que una persona muera para obtener su alma.
Después de decir eso el ambiente poco a poco se volvió cómodo y los temas de conversación florecieron, lo raro era que el Reiji agarró confianza en poco tiempo. Sin duda, ambos disfrutaban de ese momento y seguirán disfrutando la compañía del otro hasta el último segundo.
[...]
Siguieron platicando por varios minutos, pero alguien tronó esa burbuja, era un peli-morado con cierto oso de peluche llamado "Teddy".
- Reiji, la limusina está esperando, vayámonos.
Al escuchar eso, el nombrado se puso de pie, sacudiendo el traje para quitarle el polvo que le dejó la banca por estar sentado.
- Bueno, fue un gusto hablar con usted, espero verlo otra vez.
- Igualmente, que le vaya bien en su viaje.
Los dos Sakamakis se alejaron del patio, dejando a Daniel solo para poder partir a su mansión.
[...]
"Vacío"
Así era como se sentían al ser separados. Sorpresivamente había un abismo en los corazones.
