— Aquí va a dormir — cama, ventana, buró, por alguna razón esperaba un colchón húmedo y roto, paredes sin ventanas y quizás algunas cucarachas.
— Ya lo tenían planeado ¿verdad? — los hermanos asintieron con una sonrisa.
— Sip, también planee que hagas el desayuno mañana — dijo Cuphead con arrogancia.
— El abuelo va a regresar dentro de una semana, así que- — la taza roja se crispó y metió con rapidez a Mugman al cuarto que compartían.
— ¡Hasta mañana Señor King Dice! — el narizon alcanzó a despedirse cuando la puerta se cerró de golpe.
— ¡Mugman!, el dado no puede saber que queremos que nos cuide mientras el abuelo no esta — el intento de susurró traspaso las paredes, King Dice sonrió sutil, el enojo había calmado, después de todo no podía vivir aplicando la ley de hielo al par de hermanos, lo hecho, hecho estaba y no había manera de cambiarlo.
Rodó los ojos y suspiro rendido, dormiría un rato en el apetecible colchón.
...
5:00 am de la mañana.
Las nubes reinaban el cielo, el ejército esponjoso grisáceo casi oscuro que ocultaba con afán el sol, amenazaba con diluviar en cualquier momento.
"El cielo se siente igual que yo", pensó desganado.
Quito la vista del firmamento y regresó a la desordena habitación, con el humor por los suelos tendió la cama, desplegó las cortinas y abrió ventanas, lo mismo que solía hacer antes, una ves terminó, se teletransporto a la antigua habitación que ocupaba en el casino, para su suerte el baño seguía intacto.
— Necesito esto... — abrió las llaves y esperó a que la tina desvordeara, su vista se nublo por el vapor o tal vez eran las ganas de desahogarse, hundió la mano en el agua e ignoró las gotas que resbalaron de su rostro chocando contra la superficie cristalina, al sentir la temperatura perfecta no titubeó en sumergirse, exhaló relajado y cerró los ojos, los viejos tiempos arribaron a su mente.
...
— ¡Gracias por venir, vuelvan pronto! — sonrió radiante y despidió a los últimos clientes.
Las puertas del casino se cerrarán dando por terminada la fiesta, Dice por fin pudo tomar el tan aclamado descanso que sus pies pedían, dejaría para mañana acomodar las mesas, recoger tragos rotos, barrer la entrada, etc. Rodó los ojos atormentado y subió las escaleras al primer piso, caminó a su habitación.
— Necesitoooooo un baño — olfateo las mangas de su sacó morado, olía a cigarrillos, alcohol y un toque de fiesta, aventó la prenda a la cama y las demás acabaron esparcidas por el suelo.
En el baño, lleno la tina y mezclo una pizca de sales, se sumergió con gusto en el agua caliente y resopló dejando salir el cansancio de su cuerpo.
Durante el día entero debía de mantener una sonrisa encantadora, postura recta, la habitual aura elegante que lo caractizaba, pero en la noche, sus mejillas dolían, su espalda ya no respondía del todo y el aura se transformaba en una de muerto viviente, pero que más daba, si no se la pasaba riendo a carcajadas al lado de su jefe, bebía a lado de los clientes que intentaban en vano cortejarlo, cantaba en el escenario cuando se le antojaba y probaba de los dulces que el chef hacía. El trabajo en el casino era su todo y nada.
— Quiero unas vacaciones... — se quejó con una sonrisa en su rostro.
Deslizó su espalda por la cerámica y el rostro cansado tocó el agua, segundos pasaron y volvió a la superficie, escuchó la tranquila melodía del tocadiscos, seguramente era Pirouletta jugando con los discos de vinilo.
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Devil is not here
FanficAmantes, novios, ¿casados?. No Solo era un jefe y un gerente muy unidos, más que amigos, ¡eran mejores amigos!, pero aunque todo el mundo los tachara de un par de recién casados cuarentones, a sus propios ojos solo eran dos personas que les gustaba...