Capítulo 2: Como una rata.

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Ami Blackwood.

Inmóvil.

Esa era mi acción, estaba quieta en mi puesto, afinando mi sentido de escucha. Mis oídos no mentían, esos verdaderamente habían sido disparos. Por un momento, me temí lo peor, pero si hago válido las palabras de aquel hombre, me querían a mí y no a mi padre, porque si ese no fuera el caso, ¿por qué armar todo este show?

Definitivamente viene por mí.

La probabilidad de aquello es de un ochenta por ciento, no, seguramente de un noventa.

Si mi teoría es cierta, ¿para qué me quieren?

Es decir, tienen al presidente a disposición, pueden solicitar el monto de dinero que ellos deseen.

Todo esto es tan extraño.

Estoy en posición sosteniendo el arma de corto alcance, y verificando que no hubiese nadie cerca, coloqué la clave para poder ingresar por la puerta del servicio.

Esta es la área trasera de la casa, se encuentra la cocina y las habitaciones de las personas que trabajan en el servicio.

El único lugar más cercano y con conductos de ventilación anchos es el cuarto de almacenamiento de alimentos no perecederos que está dentro de la cocina.

Estoy en una esquina del pasillo, mis espalda pegada a la pared, escondiéndome atrás de una columna sobresaliente. Si salgo de este lugar sin cuidado la cámara de este pasillo me iba a captar.

Estoy segura de que los delincuentes tenían acceso a todos los sistemas de seguridad, así que estarán vigilando cada rincón de la casa a través de las pantallas.

Mis movimientos deben ser sutiles y sin sonido, así que en un movimiento rápido recogí una pequeña arma con silenciador, debía dispararle a la cámara si quería continuar con mi recorrido.

Tenía alrededor de diez segundos hasta que se dieran cuenta del daño y que yo estaba por la zona, así que tengo ese límite de tiempo para ingresar a la cocina, luego a la habitación y finalmente subir al conducto.

Tengo el cincuenta por ciento de probabilidades de ganar, todo este plan solo era viable si no había nadie en mi objetivo.

Y en caso de haber alguien tiraré una bomba de humo; entre la confusión he de haber logrado con mi cometido, ¿no?

Inhala y exhala, Ami.

Revelo mi presencia en medio del pasillo, la cámara ha captado mi presencia, es ahí cuando apunto directamente al artefacto que se encontraba en el techo.

Ahora, empieza el conteo.

00:00:10

He ingresado rápidamente a la cocina con la bomba de humo en mano, no hay nadie, así que esa es mi luz verde para correr hasta la habitación de los alimentos, cuando escucho los ruidosos pasos de personas acercándose.

00:00:03

Por un descuido de mi parte una de las tiras de mi mochila ha quedado atascada en uno de los cajones que decoraban el mesón central de la cocina. Mi tiempo se ha acabado, desperdicié los tres segundos restantes jaloneando con fuerza para liberarme.

Las personas ya habían llegado, y no dudarían en abrir la puerta en los próximos segundos, así que no tuve más opción que agacharme y esconderme tras la estructura que había sido responsable de poner trabas en mi plan.

Sosteniendo el arma con ambas manos esperando a que alguien apareciera.

La puerta fue abierta y han ingresado. Son dos hombres, lo sé, por el sonido que hacen sus pasos, además sus sombras los delataban.

No eres mi dueño [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora