HILADOS

CAPITULO 7

-Despierta- se escucha una voz, nuevamente de una chica –Despierta por favor- vuelve a escucharse -Tienes que regresar conmigo- ¿acaso es mamá? No, ella no es -oye no te vayas tonto, tienes que despertar, tienes que estar conmigo- ¿Quién eres? -Te necesito más de lo que esperaba, te necesito aquí conmigo, te necesito aquí a mi lado, no te vayas te lo pido- puede que sea... -Si me escuchas, ¡DESPIERTA!- Valentine -¿Qué ocurre? ¿Por qué gritas Valentine?- las lágrimas de esa chica empezaron a brotar como una fuente, su llanto era de alivio, era un llanto que Calama su corazón y despejaba todas las cosas malas que tenía en su mente - ¿Por qué me asustas así?- que había pasado -¿Cómo?- ella pone un puchero -¿Cómo que como? Te desmayaste en la entrada a casa desde la playa y aun preguntas como, estuviste así por unas dos horas, tu pulso era bajo, no te movías pero a veces decías cosas sin sentido...- entonces nuca fue mañana porque era hoy, ¿entonces todo lo que Valentine hizo nunca paso? ¿Entonces todo lo que paso fue solo un sueño? -¿Oye y tu pie como esta?- ella se sorprende, mas por lo preocupado que estaba yo por ella que lo que estaba por mí mismo –A quién le importa mi pie- su llanto se calma, resopla -eres tu quien me preocupa tonto, estuviste a nada de irte y te preocupas por mi pie, eres un tonto, tonto, tonto- ella golpea mi pecho, entonces tomo sus manos y las acerco a mi pecho -Ves, está latiendo normal, todo está bien, ya me siento mejor, te agradezco por cuidar de mi- ella respira más despacio, se sonroja, seca sus lágrimas y su sonrisa resplandeciente vuelve a brillar como antes –En serio que eres un tonto, no vuelvas a hacer eso- ella se alivia en su totalidad, de repente entra al cuarto donde nos encontrábamos mi ma y mi tía, detrás de ellas un doctor -¿Cómo te sientes muchacho?- pregunta – Bien doctor, mucho mejor- veo a Valentine y ella sonríe -Tienes suerte muchacho, ella cuido de ti de principio a fin, sabe muchas cosas y te trato hasta llegar al hospital, resulta que tuviste un golpe de calor bastante fuerte, pero no fue solo eso lo que te dejo inconsciente, algo dentro de ti que aún desconocemos te obligo a estar más de lo esperado, te lo repto de nuevo, tienes mucha suerte de que ella lograra estar en los momentos justos, además solo con ella tenías reacción-¿el sueño tuvo algo que ver? -Se lo agradezco mucho- recita mi madre y mi tía, ambas relajadas pues todo había pasado –Hora de ir a casa dice Valentine- la miro – Así es pequeña Vale, es hora de ir a casa- ella se tapa la cara con sus manos, yo le beso la frente y le acaricio su pelo. Todos reíamos y ella se avergüenza más pero le quito las manos de su cara y la beso, nos relajamos de nuevo y ambos reímos, nos miramos y nos esforzamos por pasar este mal momento juntos. La luna se puede observar desde la ventana y se veía igual de hermosa que en todos los momentos en los que Valentine estuvo a mi lado, brilla como ninguna otra noche.

Todos agradecemos al doctor por el trabajo, vamos hasta el estacionamiento y subimos al auto hasta ir a casa, todos estábamos cansados pero todo había salido bien después de todo.

Pasaron las horas y el sol irradiaba nuevamente, era un lindo día para caminar, sin embargo no había tiempo para eso ya que teníamos que organizar la entrada y decorar para el gran día, que realmente no faltaba mucho, las expectativas eran altas, así que nosotros los que estábamos detrás de cámaras teníamos que dar nuestro mil por ciento para que todo saliera genial, todo debía ser perfecto y espectacular, la idea de cómo sería ese día era dar la impresión de frescura, pasión y diversión, no iba a ser una típica boda seguida por las reglas, era algo más tropical, más relajado pero obviamente siguiendo las pocas indicaciones que nos habían dejado, sin más remedio era momento de adornar todo, luego tendría que organizarme y recoger a Valentine para pasar un rato por en el centro comercial y quizá darle una pequeña sorpresa, el fin, lo importante era decorar todo.

Me puse una pantaloneta y una camisa de mangas largas para trabajar, una gorra para el calor y unos tenis ligeros, así baje a la cocina y tome algo, comí un pan y me fui a donde estaba Zack -Hey dormilón ya son las once y media, ya deberíamos estar trabajando- Zack apenas comprende que pasa – Deja dormir, maldición ayer nos diste un susto y pretendes que vayamos a hacer eso sin saber si puedes hacerlo o no- Zack siempre ha sido un vago completo -Oye no seas así, deja el sueño, abajo te espero- Zack no muestra nada de interés, mientras salgo de la habitación veo a mamá, ella se acerca a mí -Como amaneciste- aún estaban esperando por una respuesta –Bien, mejor que nunca, así que voy a trabaja- ella me mira con cara de preocupación -¿Esta seguro que quieres trabajar bajo este clima?- me siento capaz de hacerlo -Claro má- ella aun piensa que es mala idea -Bien, pero no te esfuerces demasiado- asiento la cabeza y me voy por los objetos, busco por la sala pero no hay nada, busco quizá en la cocina o en los espacios conocidos, no hay nada, así que salgo a la playa, me pongo protector y doy mis primeros pasos, hay un ambiente cálido pero refrescante porque el viento a pesar de no ser tan fuerte pasa y te enfría. –Oye tu deberías estar en la cama, no aquí tonto- alguien se dirige a mí –No me digas tonto, tonta- es Valentine, parece algo enojada, aunque es más una reacción de protección - ¿Por qué no pasas más tiempo en cama?- ella vine a mí -No tengo ganas, además quiero moverme- se acerca tanto a mí, hasta darme un semi abrazo - ¿Está seguro de ello? Tonto- yo la había pensado -Si, lo voy a estar, no te preocupes- ella me mira -Si algo te pasa y esta vez no te puedo ayudar no sé qué haría- ella se preocupa y la entendiendo -Si algo malo me pasa me iré antes que sea peor- ella me cree en mí. Entonces caminamos hasta donde están los demás, Zack llega enseguida y nos ponemos todos a trabajar, unos estarían trabajando dentro y otros fuera, en la repartición los padres de Valentine y mi tía irían a la entrada para organizar la bienvenida y su respectiva decoración, además mi mamá iría con ellos y la chica de la limpieza estaría rondando para ayudar, por lo que quedamos Zack, Valentine y yo para el trabajo de decoración de la playa, nos había tocado lo más simple y sentí que era apropósito pero no le hice ojos malos así que desempeñamos un trabajo cada uno, sin duda seriamos rápidos o pretendíamos ser rápidos, el caso es que me sentía bien al estar al lado de Valentine, sería un buen momento para entenderla más, el sol brillaba y el día apenas iniciaba, seguro que las cosas iban a bien.