Capítulo 1

297 34 0
                                    

-¿Podrías prestarme atención? Llevo 10 minutos hablándote.

Beam levanto la vista de su libro para fijarla en Pha, este tenía unas ojeras debajo de sus ojos cafés, se notaba cansado pero tenía una pequeña sonrisa en el rostro. A todos les estaban afectando los exámenes pero era muy extraño ver a Pha sin ánimo estos últimos días.

No era secreto para nadie que la razón de su alegría constante era el joven Wayo. Hace una semana que habían confirmado que estaban saliendo, y la noticia no había sorprendido a nadie.

Beam recordaba haber pensado en Forth cuando Pha le dio la noticia. Fue solo un momento en el que se preocupó por su amigo, nada más.

-Lo siento, estoy un poco desconcentrado hoy.

-Ya lo note. ¿Que te tiene tan ido?

La noche anterior Beam había pasado más de la mitad de la madrugada en la habitación de una chica de la facultad de artes, intentó urgar en los rincones de su mente para recordar su nombre. No lo consiguió.

-Solo tengo sueño.

-Ya pareces Kit. Y hablando de nuestro amigo ¿Donde se metió?

Kit llevaba ya 40 minutos de retraso, habían quedado antes de clase para estudiar un poco antes de los exámenes. Pero su amigo pelirrojo no aparecía por ningún lugar, y no contestaba su celular.

-Tal vez se olvidó.

-¿Kit? No lo creo, sabes como es.

Como si su nombre lo hubiera invocado, Kit llegó corriendo con la mochila colgando de uno solo de sus hombros. Se veía bastante desaliñado y con unas ojeras idénticas a las de sus amigos.

-¡Lo siento, se me descompuso el carro!

Con un suspiro se dejó caer pesadamente a un lado de Beam estampado su cara contra la mesa.

-¿Viniste corriendo?

Kit levantó la mirada rápidamente y su rostro enrojeció notablemente.

-No... me trajeron.

Beam, viendo una oportunidad de lujo para molestar a su amigo, puso una sonrisa.

-¿Ah si? ¿Y podemos saber quién?

Kit, viéndose terriblemente mortificado, comenzó a negar con la cabeza, amenazando a Beam con un dedo. Estaba a punto de decirle que se callara cuando otra persona se situó junto al pelirrojo.

-¡P'Kit, olvidaste tu teléfono en mi auto!

Ming estaba ahí, tan radiante como siempre. Beam se preguntó cómo hacía para verse todos los días como un modelo de revista.

Kit se quedó congelado con el dedo apuntando a Beam, giro levemente la cabeza para enfrentar los ojos de Ming que le sonreía de oreja a oreja. Beam se preguntó si acaso era consciente de lo incómodo que ponía a Kit, aunque sospechaba que si, y que disfrutaba haciéndolo.

Kit tomó su teléfono sin despegar la mirada del rostro de Ming, este ensancho su sonrisa, Beam se preguntó si podía agrandarla aún más, y se despidió de todos con una inclinación de cabeza.

Cuando Ming hubo desaparecido, Kit no miró directamente a ninguno de sus amigos, sabía que lo estaban observando con las cejas alzadas.

Beam se aclaró la garganta y miró a Pha que intentaba disimular una sonrisa.

-Y... ¿Que hacías en el auto de Ming?

Kit ignoro la pregunta y comenzó a sacar sus apuntes de su mochila. Parecía un tomate.

-Ya les dije que se me descompuso el carro.

-¿Entonces llamaste a Ming para que fuera tu caballero de brillante armadura y te rescatará?

Pha soltó una carcajada, pero la mirada asesina de Kit lo hizo volver a ponerse serio.

-Lo siento.- Dijo, y siguió estudiando.

Beam, decidiendo que ya había molestado suficiente a su amigo, dejó el tema.

-¿Cuánto tiempo tenemos antes de que entremos al salón?

Como respuesta, el timbre comenzó a sonar. Los tres amigos guardaron sus cosas y comenzaron a ir hacia su aula.

Justo al doblar una esquina, se toparon de frente con Forh.

No era raro, sus facultades estaban cerca y casi siempre se veían. Pero en ese momento, Beam notó como el cuerpo de Forth se tenso al ver a Pha.

No podía culparlo, Wayo había elegido, y no había sido a él. El sabía bastante bien como era ese dolor.

Forth no hizo ningún ademán de saludo, ni tampoco dijo ninguna palabra, sólo los rodeo, y siguió con su camino.

Beam quedó pensando en ese encuentro incluso mientras le ponían su examen delante.

La expresión de Forth no demostraba nada. No parecía enfadado, tampoco triste. Simplemente estaba como siempre, con la diferencia de que antes al menos podían saludarse sin una capa de incomodidad o tensión entre ellos.

Increíblemente Beam se descubrió echando de menos sus pláticas banales. Forth no había sido jamás un amigo cercano, pero era alguien que podía sacarte una sonrisa en los momentos más inoportunos.

Intentó que su mente se concentrará en el examen, y puso todo su empeño en no pensar más en Forth.

Logró completar el examen, pero una parte de su mente se rehusaba a expulsar del todo a Forth.

Sol de luna - ✨ForthxBeam✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora