XIX: Débil cuando estás cerca

2.9K 200 406
                                    

[ Ya dime si quieres estar conmigo o si mejor me voy ]

Kashima abrazaba a Yaguchi. Secaba sus lágrimas y acariciaba su cabello cobrizo mientras él seguía sollozando a volúmen bajo. El más pequeño no sabía que iba a hacer las cosas que hizo, o decir las cosas que dijo. No era como si tuviera un plan, simplemente estaba sintiendo demasiadas cosas demasiado rápido y no podía contenerlas. Una vez que llegaba a su límite, no había vuelta atrás. Él siempre era así.

Y le alegraba que su primo estuviera ahí consolándolo a pesar de eso.

Varios metros más allá, dos personajes hacían su mejor intento de espionaje.

— ¿Está mal que estemos viendo esto?— Toono estaba escondido detrás de un conjunto de árboles. Pegado a él, tenía a Tamura observando atentamente la adorable escena.

— No creo que esté mal — susurró el mayor.— Es decir, es mi trabajo estar aquí como senpai. Porque Yaguchi podría necesitar, ya sabes... apoyo, cuando esto termine.

— ¿Qué hay de Kashima? También eres su senpai— acusó Toono, mirándolo de forma  incriminatoria — Y si no hay nada de malo en estar aquí, ¿por qué seguimos susurrando?, pensó.

— No digas tonterías, virgen. Tú eres su novio, tú estarás ahí.

Claro, era su novio. La expresión de Toono se apagó un poco, pero Tamura estaba demasiado concentrado en Yaguchi como para notar cómo afectaron sus palabras al castaño. En su defensa ¿Cómo podría prestar atención a otra cosa?

La persona que le gustaba estaba aferrada a otro hombre como si el mundo se estuviera acabando. Se veía tembloroso, pequeño y delicado. Sí, sabía que eran primos, pero aún así. Simplemente le gustaría ser él. Le gustaría estar en el lugar de Kashima.

¿Por qué siempre pienso cosas tan estúpidas? — pensó el peli-celeste palmeándose la cabeza con torpeza. Esto le ganó una mirada extraña por parte de su compañero.

— ¿Qué ocurre, Tamura-senpai?— Toono lo miró con curiosidad. Ambos se metieron más en su escondite improvisado detrás de los árboles, dejando de observar la escena para hablar frente a frente.

Tamura prefirió murmurar una excusa poco creíble, porque explicar sus sentimientos sería muy complicado y un sinsentido, en especial para alguien como él. — Nada... yo solo...

No tuvo opción de continuar. Toono sabía lo que estaba pasando. Más o menos — A ti en realidad te gusta mucho Yacchan, ¿cierto?

— Por supuesto que me gusta — suspiró el mayor.— ¿A quién en su sano juicio no le gustaría?

Toono tragó saliva. Tuvo  que estar de acuerdo con eso. — Tienes razón... a todo el mundo le gusta Yacchan.

Tamura asintió, con el ceño fruncido. No le gustaba que le recordaran que Yaguchi era el sueño de la mayoría de chicos en el Instituto. — Además, yo ya te lo había dicho antes, no sé por qué lo preguntas.

Toono le regaló una risita apagada — Sí pero... no lo sé. Ahora es diferente. Cuando recién me metí al club de fotografía me contaste como se conocieron y siempre hablabas sobre lo mucho que te gustaría acostarte con él y cosas así — inició, un poco incómodo. — No es que ahora no lo hagas, pero has estado viendo... más cosas en él.

— ¿D-de qué hablas?

Toono rio — Es que ahora no solo piensas que es lindo. Hablas más sobre su personalidad. ¿Recuerdas cuando dijiste que Yacchan sería un gran capitán para el equipo de fútbol si dejara de pretender ser otra persona? Eso fue algo lindo. O cómo piensas que es adorable cuando se enoja. Son ese tipo de cosas...

Grind Me Down [Tamura Yui/ Yaguchi Kyosuke]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora