Will

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Y aquí estoy, en un nuevo instituto, nueva ciudad y familia destrozada por el divorció de mi padres, yo decidí quedarme con mi madre, hace mucho sabía que mi papá la engañaba, pero por fin ella abrió los ojos, se preguntarán por que nunca le dije, y lo que me impidió hacerlo fue que mi madre en esa época sufría de depresión y eso la hubiera matado.

Pero dejemos los dramas de lado

El instituto no estaba mal y no hablo de su estructura ni nada de por el estilo, me refiero a las chicas, habían unas bonitas pero unas que desde lejos se veía lo buenas y fáciles que eran, y lo digo porque llevo una hora aquí, y ya tengo 12 números de teléfono, los cuales guardaré para divertirme un buen rato.

Cerré mi casillero y saqué todos los documentos que el director le había pedido a mi madre.

Cuando estaba yendo hacía la oficina del director Daniels, a lo lejos vi a una chica con una estatura pequeña, con un caminar sexy y decidido, de cabello castaño

Miraba cada casillero que se topaba en el pasillo con impaciencia, no le podía ver la cara muy bien, pero a lo lejos resaltaban sus largas y formadas piernas y su esponjado cabello me causaba gracia y ternura

Pero algo que llamo mi atención, fue que en ningún momento se había fijado en mi... Y eso que estaba en medio del pasillo observandola como imbécil, algo que no me pasaba nunca

Cada vez se iba acercando más a mi, pude ver como le sonreía a la pantalla de su celular.

-¿Quien la hará sonreír tanto?

No dejaba de hacerlo, y me molestaba, ni idea por qué...
Pero sería imposible que una chica como ella no tuviera novio o pretendientes a su alrededor, era preciosa.

Aunque nada de esto lo admitiría y mucho menos diría en voz alta

Crecí así, ocultando mis sentimientos y siendo frío e hiriente con los demás

Cada vez se acercaba más esa chica, miro diagonal a mi y logré ver su rostro, era tierno y hermoso... Pero lo que más me gusto de el fueron sus ojos.

Había visto mujeres con ojos bonitos, pero los de esa chica impaciente y sonriente eran raros en el buen sentido de la palabra

Tenía que verlos de cerca...

La hice tropezar conmigo, lo cual ocasionó que todos mis papeles volaran por el pasillo

-¡AUCHHH!

La iba a ayudar a levantarse ya que se sobaba la frente, pero comenzó a gritar enojada.

-¡Oye! Tú... Tú

Me quede boquiabierto al ver sus carnosos labios rojos entreabiertos, sus ojos ya no eran raros, eran simplemente maravillosos, nunca había visto unos ojos como los de ella, a lo lejos parecerían verdes pero tenían varios colores, como miel, toques de azul y terminaban en un contorno gris

¿Cómo es eso posible?

Pero lo que más me encanto de ellos era lo que expresaban, ese brillo inocente que encajaba a la perfección con ese rostro blanco angelical.

Parecía una muñeca

Le sonreí al verla sonrojada, lo que hizo que bajará la mirada.

Me sentía extraño, jamás había pensando en una mujer de una forma tan ¿Especial? Para mi, o estaban buenas o no lo estaban, tenía que alejarme de ella pronto, me recordaba a Ally.

-Además de bruta chismosa.

Maldije hacía mis adentros, me pase un poco.

Pero así era yo, comentarios fuertes sin pensar

Mi Primer... Primer ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora