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La vida de Min Yoongi se divide en tres partes; su estudio, su vida personal, y sus constantes críticas a su nombre.

Si bien y no tiene nada de malo su nombre (puesto que hay una gran probabilidad de que existan más Min Yoongis en todo Corea), lo desafortunado viene cuando se sabe que es el primer Min Yoongi nacido en Daegu desde el incidente del emperador, verificado por múltiples fuentes electrónicas y por historiadores de la zona.

Sí, Yoongi sabe que no corrió con tanta suerte, pero se sentía bien.

Ignoraba en lo absoluto lo negativo que pudiera tener y únicamente se enfocaba en el ahora, que él sería un Min Yoongi diferente y lo dejo el claro durante todo su historial académico, fue un alumno de excelencia, consiguiendo becas por doquier facilitándole a sus padres muchísimos gastos. Y era por ello que el terminar su carrera médica podría no hacerlo ver cómo la mala persona que creen.

Sin embargo, existe un problema.

— ¡Min Yoongi, despierte en éste momento! —exclamó su profesora desde su escritorio, golpeando una regla de madera contra la superficie plana.

No logra dormir correctamente.

— ¿,Te agotó el examen de ayer? —susurró Hoseok, pasándole por debajo de la mesa una bebida energetizante, siguiendo con la escritura de la teoría que era proyectada.

— Volví a soñar con él, te juro que se veía demasiado real —susurró igualmente, bebiendo un poco de la bebida para intentar mantenerse despierto, comenzando a escribir lo que alcanzaba a leer.

Noche tras noche Yoongi ha tenido múltiples sueños, todos en diferentes escenarios, pero con la misma persona presente. Con la misma figura delicada, de largos cabellos castaños. Con la misma sonrisa cuadrada. Siempre puede escucharlo cuando le habla, puede sentir su tacto y lo que más lo deja pensando es el cómo se dirije a él.

— ¿Qué fue esta vez? —Hoseok respondió, con una ligera sonrisa en su rostro sin despegar su mirada del frente.

Yoongi guardó silencio, en un intento de poder recordarlo sin perderse tanto de la clase. En ese momento comenzó a sentir los cambios, la calidez del lugar y los colores cálidos fueron los que navegaron por su mente.

— Soy muy bonito, ¿no crees? ¡Todos mis hyungs y noonas lo dicen!, creen que soy un bonito aprendiz —pasó sus dedos por su rostro, pasando su pulgar por su labio inferior mientras una suave risa salía de su boca—, su majestad, ¿se molestaría si le doy un beso?

— Para nada, deja de lado la formalidad, llámame por mi nombre.

— Min Yoongi, ¡Min Yoongi hyung! —volvió a reír, acercándose lentamente a su rostro para poder unir sus labios en un tierno y corto besito.

El viento movía sus cabellos con suavidad, como si fuera una bonita novela nacional. Volvió a besarle un par de veces más bajo el silencioso ruido del agua del río.

— ¿Hyung me quiere?

— Te amo, de verdad lo hago. Prefiero mil veces que tú des a luz a mi hijo a que cualquier otra mujer lo haga.

El contrario infló sus mejillas un poco, haciendo una trompita— Preferiría que su majestad estuviera embarazado. Un bonito emperador debe de estar gordito.

Y así, su imaginación se comenzó a difuminar entre las risas y quejas de ambas personas, regresandolo a su actualidad. La luz siendo encendida y personas retirándose del aula fue lo que pudo observar en ese momento, una tras otra. Giró para verificar si estaba totalmente solo y ahí observó a Hoseok, quién amablemente guardaba las cosas de Yoongi, en la espera de que saliera de su pequeño transe.

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2020 ⏰

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Louder Than Flames • TaegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora