La abuela Martha y mi cumpleaños...

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–Buenos días...-Dijo Joshua mientras me abrazaba por detrás.

El solo traía boxers y yo mi ropa interior... Si, ayer había perdido mi virginidad, pero no me importaba, lo había hecho con Joshua y eso era lo que me importaba, lo hice porque quería y con quien yo quería... Estaba muy feliz.

Eso si, duele mucho... Me duele todo el cuerpo y mas las piernas, pero no le puedo decir a Joshua... Total el ayer me preguntaba: "¿Estas bien?" "¿Te duele?" "¿Quieres que pare?"... Y yo solo le respondía que no, así que no me podía quejar. Aunque se habia sentido bien, ahora en verdad dolía...

–Buenos días...-Dije dándome vuelta con mucho cuidado hacia el para que no me doliera, pero aun así dolió y yo hice una cara de dolor. Quedamos cara a cara y el me dio un beso en la frente, puse mis manos en su pecho, yo tenia frío y el estaba calientito.

–Te duele... ¿Cierto?-No le respondí nada. El me sonrió sin mostrar los dientes y me dijo:–Tomare eso como un "si y mucho"...-El se paro y se metió al baño salio con un vaso con agua y... ¿Pastillas?–Ten tomate esto...-Me senté y me le quede viendo a las pastillas.

–Y... ¿Que tal si es veneno o algún tipo de droga?-abrí los ojos como si tuviera miedo y despues lo mire con ojos de perrito.

–¡Alejandra Nicole Rom Ross, tomatelas!-Me empece a reir, se memorizo mi nombre.

–Ya voy, ya voy.

–Va hacer que te sientas mucho mejor, lo prometo...-Le sonreí y le hice caso, me tome las pastillas y el se sentó alado mio. No dejaba de mirarme, era gracioso pero a la misma vez raro.

–¿Porque me miras así?

–Eres igual de hermosa cuando recién te levantas, pensé que eso era imposible.

–¡Joshua!

–¿Que? No es mi culpa... Ya te lo había dicho ayer, tu me pones cursi.-Sólo reí y le di un beso.

–Tengo hambre...-Le dije mientras me tallaba los ojos.

–¿Quieres que te traiga algo?

–Yo puedo ir por algo.-Me iba a parar, pero el el intento de moverme me dolieron las piernas, trate de ocultarlo.

–Emmm...-El movió la cabeza hacia los lados diciendo:–Si yo fuera tu no lo haría.

–¿Porque?

–¿Hace falta preguntar?

–Esta bien...-Bufé, total el tenia razón si dolía y mucho.

–¿Quieres una ensalada de huevo?

–Si por favor...-Le sonreí.–Porque en esta mansión me voy a perder y estar en este estado no me favorece mucho el caminar.-El me sonrió, luego nos dimos un beso rápido.

–Esas pastillas te van ayudar.-El salio de la habitación. No pudo decirme nada ni renegar sobre lo de que su casa era una mansión, porque en verdad lo era...

Lo espere unos minutos... Sonó mi celular, era mi... Mama. Conteste lo mas rápido que pude:

*Llamada telefónica *

–¿Bueno?

–¡¿Hija te encuentras bien?! No llegaste nunca y me empecé a preocupar, ni siquiera llamaste.

–Hay lo siento mama, digamos que arregle las cosas con Joshua y vine a su casa...

–¡¿Que?! ¿Estas en casa de Joshua?-Me interrumpió.

–Si mama, pero dejame explicarte...-Le tendría que mentir, no podía saber que estuve con Joshua toda la noche o peor en su misma cama y teniendo relaciones ¡Menos!–Si pase la noche en casa de Joshua, pero no con el... Ana su prima, mi amiga vive aquí con el, así que me invito a pasar la noche aquí y pues como ya era tarde yo asentí.

¿El moreno o el rubio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora