Asimilación

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Era un día lluvioso, el día en que el testamento de URSS iba a ser revelado a sus 15 hijos, el hombre leyó pacientemente hasta terminar con el menor de todos, Moldavia.

-Y como siendo yo, URSS le dejaré las propiedades correspondientes a los territorios de mis 15 hijos, todos tendrán su herencia por igual lo cual será el 6.6% de mis riquezas. Y como última petición, las joyas de la corona de mi padre irán directamente a Rusia gracias a el simbolismo histórico que representan...- Todos voltearon a mirar a Rusia el cual ni se inmutó por la presión visual de sus demás hermanos, solo siguió mirando al abogado de la familia - y con eso, concluye el testamento de su padre... alguna queja? - Todos guardaron silencio hasta que Turkmenistán alzó la voz - Si, olvidó mencionar los depósitos de anti radioactivos...- De pronto Kirguistán habló para aclarar la memoria de su hermano - Menis... esos se destruyeron hace años...- Turkmenistán volteó a ver confundido a su hermano. - ¿Y por qué nadie me lo dijo?- Georgia, la mujer menor de la familia solo soltó una leve risilla, le agradaba ver las reacciones de sus hermanos que más la consentían como eran los centro asiáticos. 

Después de un rato todos salieron a la pequeña sala de la que solía ser la casa de su padre que ahora pasaba a propiedad de Rusia por estar en medio de  Moscú, todos se quedaron en un silencio incómodo, aplastante y tenso, solo se escuchaba las respiraciones de los demás, todo cambió cuando el mayor de los centro asiáticos hablo.

-Es... bastante difícil de asimilar...- Todos voltearon a ver a Turkmenistán el cual parecía generar una conversación forzada pues lo que más odiaba él era el silencio, era un chico optimista y que mantenía las altas expectativas en sus demás hermanos, eso a considerar en Tayikistán quien era el que más le preocupaba, su actitud era violente y su habilidad no le ayudaba mucho que digamos. Todos soltaron un leve suspiro -Si... en verdad ocurrió pronto, digo, todos aquí al menos le daban de 5 a 10 años más no?- Uzbekistán fue el que le siguió la conversación, le parecía de mal gusto no contestar a un comentario ajeno. Uzbekistán era normalmente reservado, se ocultaba del mundo entero, era muy común verlo cerca de los lagos en la otra casa de entrenamiento de su padre, solo paseaba con la mirada perdida mientras tarareaba alguna canción. -Bueno... yo le daba mínimo 4 o 6...- Georgia habló, era una chica con un aura peculiar, aterradora pero sonriente, no muchos la comprendían a la perfección y a pesar de pertenecer al grupo número 4 nunca fue recibida o asimilada por sus hermanos... -Ah... bueno, tengo mi herencia, adiós- Todos voltearon a ver a Azerbaiyán, su comportamiento siempre había sido tan desinteresado y despegado de la familia desde que llegó a casa y creció más desde la misión KZM-67, comenzó a caminar hacia la salida mientras que Armenia lo miraba con cierta indignación e impotencia, se mantenía en silencio a pesar de que quería gritarle para que no diera un paso más solo se limitaba a observar las acciones de su imprudente y frío hermano... pero claramente una boca suelta no se quedaría callado por mera burla y objeción- ¿Qué? ¿ya te vas? cobarde...- Azerbaiyán dejó de caminar y su mirada se centró en la silueta la cual se removía gracias a sus risas silenciosas, Tayikistán se limitaba a provocar a los demás, le encantaba la "naturaleza" del hombre, se enfadaba con facilidad o lloraba por cosas tan triviales, para él, el ser humano apenas si era totalmente reemplazable. - ¿No te cansas de decir estupideces? ¿por qué no pones tu mano en tu cara y haces estallar tu cabeza?- Azerbaiyán hizo un comentario tan cínico como cruel, quería demostrar que también podía decir cosas hirientes. Sonrió levemente pues le agradaba que su "familia" se pusiera tensa, provocar a Tayikistán era fácil pero últimamente (y según Kirguistán), su comportamiento se había relajado durante los últimos 6 años... tan extraño como interesante a la vista y pensar de los soviéticos quienes alguna vez tuvieron miedo de las miradas de sus demás hermanos- Je... ¿y crees que no lo he intentado?- En ese momento justo, fue cuando Turkmenistán detuvo la mano de Tayikistán la cual estaba a punto de tocar su cara- Baja la mano... - Todas las miradas se centraron en ellos dos mientras Azerbaiyán sonrió y abrió la puerta...

No confíes en extraños (countryhumans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora