Sin Tu Mirada- Aguslina ❤

Cap 34 ❤

Pov Caro.

Era viernes, ultimo día de semana de clases. Aún no podía dejar de pensar en la forma en la que me dejo Agustín el día que estuvo en mi casa.

<<Me distraes.>>

Esa frase se frecuentaba mucho en mi mente y ya me estaba volviendo loca, ¿por qué todo tiene que ser complicado? ¿Por qué siempre debe haber un acertijo? ¿por qué no simplemente somos directos y acabamos con la duda?

Algo he aprendido y es que las personas les gustan ver sufrir emocionalmente a los demás, yo lo veía de esa manera e incluso me incluía, siempre va hacer misterioso la manera en la que nos enamoramos y mostramos nuestro amor.

¿Por qué somos tan cobardes para decir lo que verdaderamente sentimos?

Algunas veces, desearía explotar mis emociones, liberarlas, mostrar lo que siento y ser transparente, pero siempre hay algo que me detiene.

El miedo...

El miedo al que dirán, que pensarán, me abruma. Creer que saldrás herido es una de las peores cosas.

Ayer jueves, Agustín y yo entregamos el trabajo de literatura a la profesora Janeth, Todo seguía siendo normal entre nosotros, nunca me aburría con sus conversaciones y chistes, aunque aún no comprendía porqué había actuado tan extraño aquella vez... como si me fuera evitado, quizás era algo personal y no tenia nada que ver conmigo.

Era irónico, ¿No? Nuestro tema del libro trataba del primer amor y Agustín lo era para mi, sin quererlo, su mirada siempre estaría y estará en mis recuerdos como algo imborrable. 

Nos encontrábamos en su clase, era el momento de saber que le había parecido a la profesora el resumen del libro elegido y el chico que me gustaba yacía junto a mi.

—Crees que le haya gustado?— Le pregunté a Agustín  al ver a la profesora entrar por la puerta.

—No creo que le haya gustado, le habrá encantado.— Me dijo sonriente — Hacemos un gran equipo.

Yo lo miré contenta —También creo que hacemos un gran equipo, solo espero que no nos baje puntos por el tiempo.

Agus pensó un momento,—En eso tienes razón, pero tranquila, kope. Eres la mejor redactando historias, contigo siempre habrá perfección — me hizo sonrojar en la manera tan profunda que lo dijo.

—Para mi que me estas dando muchos elogios, las cosas no siempre me salen perfectas, además, los dos la hicimos, aportaste mucho.

—No seas tan dura contigo misma. Hay que admitirlo, eres muy buena.— Tocó mi mano para hacerme comprender.

—También lo eres— Susurre, se sentía tan bien su manos con la mía que...

—Buenos días a todos, chicos, estamos apunto de comenzar la clase— Dijo la profesora a todos los alumnos al entrar por la puerta.

Respondimos, con un —Buenos días— como era de costumbre —Hoy comenzaremos nuevo tema al final de la clase, ya que habrá el resumen de sus compañeros que faltaron por entregar el trabajo anterior.— Asentimos ambos.