Día 2: ¿soy una bruja?
¿Alguna vez has conocido a una bruja de verdad? Quizás te hayas
cruzado con más de una sin darte ni cuenta. Por otra parte, muchas personas
necesitan un tiempo aclimatarse a usar la palabra bruja sin añadirle
connotaciones negativas. Los clichés de brujas feas y malvadas están
profundamente arraigados en nuestras mentes, alimentados por siglos de
desinformación y cuentos populares difamatorios. No es extraño que a
algunos les cueste aceptar que son brujas (o brujos). A mí me pasaba lo
mismo, hasta que conocí a mi querida amiga Clara, allá por la veintena.Ambas éramos estudiantes y coincidimos trabajando en una cafetería.
Clara era lo opuesto a mí: rubia, audaz, extrovertida... de las tres camareras
de nuestra cafetería, ella era la única que parecía estar satisfecha con su vida
y no mostraba ningún interés por escuchar chismes y cotilleos. Tenía un aura
casi visible y emanaba energía positiva dondequiera que iba. Era amable con
todos, pero no dejaba que nadie la intimidara. A ambas nos interesaba la
ecología, la naturaleza y el lado femenino de las cosas. No tardamos en
hacernos amigas. A mí me fascinaban sus maneras pacíficas pero decididas, y
también algunas de las cosas “raras” que hacía y decía. Por fin, un día reuní
el coraje para preguntarle por qué era tan diferente. Me miró sorprendida y
dijo:―Soy una bruja, si eso a lo que te refieres. ¡Pensaba que ya lo sabías!
Me mostró su colgante en forma de pentáculo, como si al hacerlo
confirmase lo que acababa de decirme. Para ser sincera, en aquel momento no
vi más que una estrellita plateada, que para mí no significaba absolutamente
nada.Clara se convirtió en mi amiga y mi mentora, y fue la primera bruja
orgullosa de serlo que conocí en toda mi vida.Y tú ¿eres una bruja?
Es posible que, en este momento, aún no te sientas preparada para
responder a esta pregunta. ¿Hay una bruja (o un brujo) en ti? Tengo dos
buenas noticias que darte: la primera, que no es preciso que respondas ahora
mismo. Y la segunda, que para ser una bruja basta con querer serlo. Nadie
espera de ti que apruebes un examen de magia ni que hagas una demostración
de tus capacidades. La única condición es que estés abierta a aprender cosas
nuevas cada día, por el resto de tu vida.Lamentablemente, hoy día aún hay muchas brujas que sienten miedo o
vergüenza de presentarse abiertamente, incluso ante sus seres queridos. En
algunas comunidades, los ecos de las cazas de brujas aún resuenan
vivamente. Muchas personas inocentes murieron muertes horribles tras ser
acusadas de brujería, y la mayoría de ellas ni siquiera eran auténticas brujas:
por lo general se trataba de mujeres sencillas, en muchos casos pobres o
enemistadas con alguien más poderoso; algunas pocas serían curanderas, pero
muy raramente verdaderas hechiceras.Las brujas modernas de verdad, sobre las que versa este manual,
son tan malvadas como cualquier otro ser humano. Con esto quiero decir
que puede haber brujas malvadas al igual que puede haber paracaidistas
o relojeros malvados, porque la maldad no es intrínseca a la brujería,
por mucho que durante siglos se nos haya convencido de lo contrario.En este libro usaremos la palabra bruja para referirnos a una persona
sabia con habilidades particulares; incluiremos a las sanadoras y comadronas
de antaño, así como a hechiceras, adivinadoras e intermediarias entre el reino
de los vivos y el de los espíritus. Los chamanes siberianos y nativos
americanos, los curanderos, las meigas gallegas, le streghe de Italia... aunque
exista la creencia de que las brujas son siempre mujeres, hay también brujos
de sexo masculino. Hoy día hay muchos hombres que practican la magia, y se
llaman a sí mismos brujos o magos.Todavía hay países en el mundo donde está prohibido practicar la
brujería, debido a la creencia de que es sinónimo seguro de maldad y de obras
diabólicas. Espero que no tengas la mala suerte de vivir en uno de ellos. Es
hora de que, entre todos, cambiemos el estigma negativo que suele
acompañar a la palabra bruja. Para empezar, vamos a intentar eliminar por
completo de nuestro vocabulario expresiones como: "esa bruja me robó a mi
marido", “la profesora de química es una bruja” y otras por el estilo. Que te
llamen bruja no debería ser un insulto, sino un honor. O, al menos, un
sustantivo neutro y descriptivo, como dentista o jardinero.Si la palabra bruja te sigue imponiendo respeto y te resulta
problemático referirte a ti misma como tal, pero te gustaría lograrlo algún día,
puedes empezar practicando frente al espejo. Solo mírate en él y pregúntale a
tu reflejo:“¿Soy una bruja?”
No te preocupes: un día, tu reflejo te mirará igual que Clara me miró a
mí, y te responderá con confianza:
“¡Sí, eres una maravillosa bruja!”La tarea de hoy
Tu tarea de hoy es responder a las siguientes preguntas. Intenta recordar
situaciones de tu vida relacionadas y escribe acerca de ellas en tu libro de las
sombras. Para ello intenta recordar tu infancia y tu pasado más reciente.
¿Crees que podrías tener habilidades psíquicas? ¿Cuáles?
¿Eras uno de esos niños soñadores, capaces de perderse en su
imaginación hasta el punto de hacer viajes astrales?
¿Te sientes mayor de tu edad?
¿Alguna vez te ha pasado que sabías cosas sin que nadie te las
contase? ¿Tienes mucha intuición?
¿Alguna vez has tenido sueños proféticos, es decir, que acabaron
cumpliéndose?
¿Tienes a veces la sensación de que hay alguien a tu lado, o detrás
de ti, pero lo has comprobado y en realidad no hay nadie?
¿Eres una persona empática, es decir: puedes sentir la tristeza o la
felicidad de otras personas como si fuera la tuya?
¿Te atrae la sabiduría esotérica, los métodos de adivinación,
cristales, hierbas curativas, etc.?
¿Te sientes mejor en entornos naturales y te encanta cuidar del
resto de seres vivos?
¿Te gusta ayudar a otros? ¿El resto de personas suelen acudir con
frecuencia a pedirte ayuda?
Y por último, aunque no menos importante, ¿qué te empujó a leer
este libro?Estos son algunos de los rasgos comunes en las brujas. Si has
respondido afirmativamente a varias de las preguntas anteriores, estoy segura
de que encontrarás mucha información interesante en este libro. Por eso, ¡sigue leyendo! La magia te está esperando.

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El libro verde de la bruja Solitaria
SpiritualeAutora: Beatrix Minerva Liden Este libro NO es mío