En el ocaso de un mundo repleto de poderes sobrenaturales y mitos, la figura ensangrentada de Hyodou Issei yacía sobre el suelo frío de un oscuro calabozo.
Issei, quien había sido una vez aclamado y respetado como el Sekiryuutei y pilar de las facciones se encontraba ahora desterrado y traicionado, acusado de un crimen horrendo: el asesinato de los honorables miembros del consejo demoníaco.
Este no era un juicio justo; era una farsa. En la sala, Sirzechs, el poderoso demonio y líder, le preguntaba con seriedad:
—Issei, ¿cómo te declaras?Antes de que pudiera pronunciar su inocencia, los guardias lo golpearon brutalmente, cortando su respuesta.—Entonces, ¿por qué los mataste? —inquirió Serafall, su voz impregnada de decepción.Azazel intervino con sarcasmo:—¿Por dinero, fama, mujeres?—Ya di la verdad —exigió Sirzechs.Issei, con la voz rota, replicó:—¿De qué me sirve hablar si no me dejan defenderme?La sala se llenó de murmullos furiosos y sin más deliberación, fue condenado.Solo en la oscuridad de su celda, Issei murmuró a sí mismo sobre su patética situación, cuando una voz resonó en el vacío:
Issei observó cómo la figura de un hombre maduro, vestido con un kimono adornado con nueve magatamas y ojos anillados, aparecía flotando sobre nueve esferas negras.
—¿Y qué necesitas de mí? —preguntó Issei, aún incrédulo.—Tú eres el que traerá la paz al mundo de nuevo —declaró Hagoromo, su voz resonante llenando el espacio.—¿Y cómo lo haré si no soy nadie ahora? —Issei se sintió más desesperado que nunca.Hagoromo comenzó a relatarle la antigua historia de Indra y Ashura, las reencarnaciones y cómo Naruto y Sasuke finalmente hicieron las paces, así como el peligro inminente de los Otsutsuki, una amenaza que se cernía sobre todo el universoconocido.
—Tú eres mi reencarnación, al igual que la de mi hermano Hamura —reveló Hagoromo.
La revelación sacudió a Issei hasta el núcleo. No solo debía limpiar su nombre, sino que también enfrentarse a una amenaza cósmica desconocida para la mayoría de los seres vivientes.—Te entrenaremos, al igual que mis hijos —intervino una nueva voz. Era Hamura, acompañado por Toneri, quien lo entrenaría para controlar el Tenseigan
Mientras Issei se preparaba para su destino, en otra parte del mundo, se urdían planes malévolos. Un grupo oscuro liderado por Rizevim Livan Lucifer y sus seguidores preparaban el renacimiento de Kaguya Otsutsuki, planeando usarla para acabar con los falsos Maous y establecer un nuevo orden.—¿Están listos los preparativos? —preguntó Rizevim.—Sí, mi señor —respondió uno de sus lacayos.En una sala de reuniones secreta, los líderes demoníacos se congregaban, discutiendo estrategias y alianzas. Sin embargo, su reunión fue abruptamente interrumpida por una gigantesca bola de fuego que devastó el lugar.—¿Quién fue? —exclamó Sirzechs, mientras se levantaba entre los escombros.—Hola, falsos Maous —se burló Rizevim apareciendo de la nada—. No lucharé yo; él lo hará.
Un guerrero desconocido se adelantó, desatando un combate feroz contra Sirzechs. La batalla fue intensa; los ataques se sucedían uno tras otro, demostrando habilidades sobrenaturales y destrezas marciales avanzadas. Justo cuando Sirzechs parecía ganar ventaja, el desconocido utilizó una técnica devastadora:—Shinra Tensei —susurró, y una explosión de energía golpeó directamente a Sirzechs.Los espectadores, atónitos, no podían creer la fuerza del atacante.—Son muy débiles; les mostraré una parte de mi poder —el guerrero cambiaba sus ojos al Rinnegan, preparándose para lanzar una técnica aún más poderosa.—Tengai Shinsei —anunció, invocando un poderoso meteorito que amenazaba con destruirlo todo.
En el caos del momento, los líderes se apresuraron para encontrar una solución. Serafall y Azazel, trabajando juntos, lograron desviar la trayectoria del meteorito, salvando a todos de una catástrofe segura.
Al día siguiente, con Sirzechs gravemente herido pero vivo, los líderes se reunieron nuevamente para discutir la amenaza emergente y cómo enfrentarla. Issei, entrenando bajo la tutela de figuras legendarias, se preparaba no solo para limpiar su nombre, sino para enfrentar un enemigo que podría desatar el fin de todo lo conocido.
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Muttsu no Michi no kōtei ( el emperador de las seis sendas)
ChickLitProximamente Léela vago