destinados.

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Omega...

Cuando leyó aquello en su examen no lo pudo creer, ni siquiera Nagisa había sido omega.

Él siempre espero ser un alfa, y es que no tenía las características de un Omega.

<<No importa, miéntras lo oculte estaré bien >>Pensó

Pero que equivocado estaba porque hay una persona en el mundo.
Y a esa persona no se lo puede ocultar.

A su querido alfa.

-.-.-.-.-.-.-.-.

Actualmente se encontraba cambiándose en los vestidores, era su último día en el campus principal.

Mientras se sacaba la ropa, recordó la paliza que le dio a aquellos sujetos que abusaban del pobre omega de la clase D...o era la C?

Sinceramente no lo recordaba y es que solamente lo salvó, sin pensar.

Recordaba la mirada de su rival Asano a la perfección, a pesar de haber fingido que no se fijaba en él y  seguir con su rostro burlesco todo el día.

Mientras hacia su cambio de vestuario empezaba a recordar el aroma de Asano cada vez que estaban cerca, ya sea por pelear o por otras cosas.
Sin embargo mientras se ponía la polera se detuvo al notar la presencia de alguien más allí.

—Cabeza de zanahoria ya sal de ahí—hablo sin siquiera dar se la vuelta.

El de ojos morados se enfado por eso, pero no lo demostró.

—Akabane...creíste que no te diría antes de irte?—pregunto mientras lo miraba, con atención.

Si era honesto , al inicio Gakushuu tuvo su serie se dudas sobre la categoría de akabane, y es que el chico tenía una personalidad de alfa, sus músculos, su tamaño entre otros caracteres del pelirrojo daban a creer que era alfa.

Pero él sabía que no era así.

Y de un momento a otro arrinconó al pelirrojo, sin darle tiempo a qué se pusiera su camisa.

—¿Pero que demonios..?..Q-quitate!—ordeno el pelirrojo.

—Akabane...eres un omega..verdad?

Aquella pregunta lo hiso reaccionar un poco más lento de lo normal.
Sabía que eso le diría al hijo del director que estaba en lo correcto.
Pero no pudo evitar lo

—No seas imbécil!—dijo ya molesto.

No era que odiara ser omega pero tenía miedo.

Y es que por alguna razón el contrario...le atraía.

—Akabane, a mí no me lo puedes ocultar..tu aroma para mí..deja obvio que eres un omega..mi Omega

Akabane abrió sus ojos como plato, imposible.. él era su destinado?!

—D-dejame!—hablo con odio, y es que creía que el otro lo iba a odiar por ocultar lo..

Sin embargo Asano ignoró la petición del menor, y le levanté mentón para plantar le un beso al menor.

Uno dulce, y nada posesivo.

Era para quitar le el miedo al pelirrojo.

Y es que al ser su alfa, se daba cuenta que las feromonas del menos demostraban miedo

Y de aquí en adelante haría lo mejor para que akabane lo aceptará.

Porque lo amaba

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Lamento mucho publicar lo hoy, ayer no se publicó y no se porque

AsaKaru Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora