Azusa, el masoquista del clan Mukami, al conocer a Yui Komori se da cuenta de que ella es el amor de su vida y haría lo que sea para que la joven le corresponda a su amor. Pero eso significaba pasar
por situaciones difíciles con los Sakamaki, Tsuki...
La rubio sintió como aquella venda que cubría su visión caía y al hacerlo pudo ver un hermoso paisaje.
-Azusa...¡Este lugar es hermoso!
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-Lo encontré...hace unos...años...Vengo aquí... cuando quiero...leer...en paz.
-¡Qué bien! Entonces leamos.
-¿Trajiste...algún...libro?
-¿Algún libro? ¡Traje demasiados!- respondió Komori dejando caer un montón de libros de su mochila.
"Yo antes de tí" de Jojo Moyes, "Brillarás" de Anna K. Franco, "La lluvia sabe porqué" de María Fernanda Heredia, "Veronika decide morir" de Paulo Coehlo y muchos libros más eran los que había dejado caer la humana. Azusa estaba impresionado.
-¿Cuál quieres leer?
Miró y miró hasta que se decidió por el de Anna K. Franco.
-Excelente elección, lo compre antes de irme de la iglesia y bueno...lo escondí para que Subaru no lo rompa como lo hizo con el de "El Principito".
-¿Lo... rompió?¿Por qué?
-Pues, yo estaba leyendo ese libro antes de irme a dormir porque eso me relaja mucho. Entonces siento que entra Subaru y al verme leyendo...se enojó, así de la nada. Agarró esa obra de arte y dijo: ¡Vete a dormir, ya deja de hacerte la inteligente leyendo esto!. Lo destrozó en mil pedazos y se fue...
-Wow...eso fue...muy grosero...de su parte...
-Meh, siempre fue así. Aún guardo esos papeles que quedaron, pero es inútil volver a reconstruir lo que ya está roto.
Minutos después...
"¿Podía alguien resumir si vida en ap más diez deseos?¿Cuántos habría llegado a cumplir?¿Cuando habría escrito está lista?"
La historia de aquel libro ya los había atrapado a ambos, pues era triste y a la vez intrigante. Y la protagonista era un personaje muy realista.
-Este libro...es muy bueno...- comentó Azusa.
-Lo sé, y es genial compartirlo con un amigo- contesto Komori con una sonrisa.
"¿Amigo? ¿¡Amigo!?"
Habitación de Azusa.
El pequeño Mukami ya había llegado de su rato de lectura con la humana. Ni se centro en el final de aquel libro porque esa palabra no dejaba de sonar en su cabeza...
AMIGO
Era obvio que Azusa aún no sabía que cosas como las que él quería con Yui llevaban tiempo, y eso era demasiado obvio.
De pronto, el pobre vampiro era un mar de lágrimas, nunca había llorado tanto desde la muerte de esos niños tan malos que lo único que hacían era torturarlo.
-¿Por qué siempre que intento ser feliz tengo que sufrir?- se dijo a si mismo. De la nada se escuchó la puerta de su cuarto abrirse violentamente dejando ver a un Yuma y un Ruki muy pero muy furiosos.
-¡AZUSA MUKAMI! ¡Estás en problemas jovencito!- dijeron ambos al mismo tiempo.
"¿Acaso...descubrieron...el pedazo de papel...sobre el plan de la manzana de Adán...que les...oculte?"
Fue lo que pensó antes de que se desmayará por culpa de un golpe muy fuerte que le dió Yuma.
