¿Se imaginan haber amado tanto, hasta llorar, hasta morir, hasta odiar, hasta llegar a la locura?
Xue Yang ¿Qué estás esperando?, espero a mi amor, mi alma gemela, un amor natural, capaz de renovarme, capaz de redimirme.
¡DaoZhang!¡Xiao Xingcheng! ¿...
Debido a que no estuve publicando tan seguido la continuación de este pequeño fic, en esta publicación no hice correcciones al texto, con la finalidad de que no pase otro día sin subir nuevos capítulos, si encuentran algunos errores ortográficos, por favor háganmelo saber.
Posiblemente revise nuevamente este capítulo y lo suba corregido. :D
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Unas semanas después en el cumpleaños de Song Lan
Xiao XingChen- A- Yang por favor no vayas a ocasionar ningún problema – susurró al oído del menor y dejó un tierno beso en su mejilla.
¿Problema?, ¿Por qué haría eso DaoZhan? – lo dijo como en un puchero, no es que no haya pensado en decirle a Song Lan que no se acerque a su novio; pero Xue Yang no quería incomodar a XingChen, obviamente eso no impediría que realice alguna de sus travesuras.
¡Son DaoZhan!,¡Son DaoZhan!, ¡Feliz Cumpleaños!- gritaba A Quing corriendo con un regalo en la mano hasta donde se encontraba el chico.
Gracias pequeña, lo veré luego – dijo desviando la mirada hacia al frente, perdiéndose al ver a ese ser casi etéreo que se acercaba hacía él.
Son DaoZhan, ¡Feliz cumpleaños!, A-quing escogió personalmente tu regalo- dijo XingChen con una sonrisa, mientras posaba una de sus manos sobre la cabeza de la niña.
Song Lan fue sacado de sus pensamientos de una forma que solo Xue Yang podía.
Ey ¡tú!, toma tu regalo, lo escogimos pensando en ti - interrumpió Xue Yang sarcásticamente, mientras abrazaba de la cintura a Xiao XingChen.
Suspiró y con una sonrisa dijo- siéntanse cómodos, pidan las bebidas que deseen, iré a seguir recibiendo a mis invitados- dicho esto se retiró, estaba demasiado incómodo de ver como Xue Yang pasaba sus manos de una forma poco discreta por el cuerpo de XingChen, tenía que salir de ahí para no iniciar una pelea.
Mientras tanto, Xue Yang quedó con una pequeña risita dibujada en el rostro.
Unos minutos después dijo -DaoZhan siento un poco de calor aquí, ¿me acompañas al patio trasero?, necesito un poco de aire –
Mmm- asintió Xiao XingChen.
Estuvieron unos segundos ahí, cuando Xue Yang aprovechó un momento de descuido del mayor y se abalanzó sobre él con besos descontrolados, terminando apoyados sobre la pared de la casa de Song Lan.
– Mmm ... Mmm – eran pequeños gemidos ahogados.
Song Lan al no encontrar a Xiao XingChen en la fiesta, había salido a buscarlo, sin embargo, en cuanto se alejó un poco de la zona donde se encontraban sus invitados, casi al final de su casa en dirección al patio, empezó a escuchar unos ruidos extraños, quiso saber qué eran y no pudo evitar quedar paralizado ante la escena que se desarrollaba frente a sus ojos.