Solo quiero lo mejor para todos.

CAP 1 (DUELO)

Narra Mariel

Es la quinta vez en la semana que vengo a ver a mi madre, ella jamás volverá a abrir sus bellos ojos, me dejó sola con 4 almas que necesitan consuelo.

Me voy de la tumba de mi madre, le dejo unas gardenias con una rosa roja en el centro del ramo, le lloro las últimas lágrimas, y me dirijo a mi trabajo, todos me preguntan "¿Por qué con tan solo 21 años, trabajas, estudias, y cuidas a tus 4 hermanos?" Simple, por qué eso le prometí a mi madre antes de que muriera, para ser sincera, hay veces que solo quiero dormir y no saber nada de este mundo, pero entre sueños, escucho la voz de mi madre diciéndome que jamás me rinda, y eso es solo el respiro que me da, el día a día desde que ella enfermó, me he hecho responsable de la vida de un par de gemelos de 18 años, una niña de 16 años y un pequeño de 7 años, ahora que salí del trabajo de medio tiempo, voy a la escuela por el más pequeño, Fredy, lo espero en el portón de su escuela con un jugo y una gran sonrisa, pero este día no es como los otros, el ya no corre a mis brazos para que lo carge y lo lleve en los hombros, el ahora viene llorando, se acerca a mi y me abraza por las piernas, me pongo a su estatura y le pregunto.

– ¿Qué te paso mi amor? –le digo con una voz relajada y un tanto tranquilizadora, me abraza fuerte y me dice.

– Mamá ya no volverá ¿Verdad? –solo me cubro el rostro con su cuello, y suelto una lágrima.

– Ella no volverá, tal vez no puedas verla, pero puedes sentir su amor aquí –le indico con mi dedo índice en su pecho, directamente en el corazón, me vuelve a abrazar y empieza a llorar.

Lo cargo y llegamos a la casa, donde mis hermanos Ashton y Adrien, los gemelos, me ven con preocupación, y se que se trata de Lily, veo que Chris se durmió y lo acuesto en un sofá, lo acomodo y me siento.

– ¿Quién me lo dirá? –digo seria, mientras me quito los zapatos.

– No... No responde el celular, y sus amigas dicen que se fue con un tipo más grande que ella –Dice Ashton, con sus ojos color miel viendo al piso, apenado de algo que no hizo

– Mariel, Lily ya no tiene 5 o 4 años, tiene 15, ella sabe lo que está mal y lo que no, ella sabe medir peligros y sabe que hacer este tipo de cosas no es bueno, ya nos preocupa y a ti ni digamos, pero, sólo te quiero decir que... Es mejor meterla a un internado o algo por el estilo, ya no puedes con todos nosotros –se quedó callado, ya que no le dije ni una sola palabra

– Adrien, se que estás preocupado por mi... Pero... Yo digo cuando se acaba todo esto, no luche por nada en los tribunales para que me dieran la custodia de los más chicos, y no perderé tan fácilmente está prueba –digo levantandome del sofá para hacer de comer.

– Ya hicimos de comer, con eso no te preocupes, solo trata de sonreír más Mariel, extraño eso de ti –los ojos verdes de Adrien me llenan de paz y trato de sonreír, pero solo sale una pequeña sonrisa.

- Gracias –sigo sonriendo y veo que me empiezan a servir, me siento en la mesa, veo a mi pedazo de cielo a un lado de mi y le pregunto– ¿No estabas dormido? –lo despeinó y le sonrió ampliamente.

– Jejeje, pero ahora estoy despierto, y con mucha hambre –sonrie como jamás pensé que lo volvería a ver, los gemelos se acercan con la comida y con una carta.

– Mariel, me dijeron que era para ti, solo eso mencionaron –solo dijo eso Ashton, tomo la carta, la abro y la leo, una solicitud aprobada a la universidad de medio tiempo, sonrió y doy un gran gritó de alegría.

– ¡ME ACEPRARON, ME ACEPTARON, ME ACEPRARON! Me aceptaron a la HUA, con guardería y centro de estudios, para mí y para ustedes, hay, Dios, me siento demasiado feliz –sonrio, abrazo a Chris, Ashton y a Adrien.

– ¡Ya llegue! -Escucho la voz de Lily, me pongo seria y me separó de Adrien.

– ¿Dónde estabas? ¿Con quién estabas? ¿Por qué no contestas el celular? O acaso quieres que te quite el celular – le digo mientras entra a la casa, sonríe.

– No vas a venir a suplantar a mamá, ella es mejor que tú, mil veces mejor que tú, ella sabía cómo amarme, además, a ti te vale madres lo que haga con mi vida, o ¿No es así? –dice mientras me sienta en la mesa.

– Ok, como dices que me vale madres tu vida, olvídate de las salidas con tus amigas en los fines de semana, te quitaré la contraseña del internet, te irás a trabajar conmigo como mesera, te sacaré de estudiar y tú salario será mío –le digo todo mientras siento bien en una silla a Chris, me sonríe y toca mi mejilla, veo a Lily y no dice nada– ¿Qué sucede? ¿No te gustan mis reglas? –la veo a los ojos, desafiante.

– ¿Me odias verdad? – sus palabras retumbaron por mi mente, sonrió y le digo.

– Sí te odiara, ni siquiera estuvieras bajo un techo –

Dicho esto, la comida paso a estar anima a un completo silencio, todos comimos, cada quien hizo su tarea y labores del hogar, ya era la hora de dormir, pero me tocaba estudiar hasta tarde, eran las 3 am, cuando escucho una motocicleta detenerse frente a la casa, veo a un joven de mi edad o un poco más grande, no creo que me espere a mi, ya que deje a los hombres en segundo plano, y veo que sale de la casa una "mujer", Lily, con un vestido mío rojo entallado, con un par de zapatillas demáciado altas, niego con la cabeza, salgo y la agarro del brazo.

– Usted adentro, que no me tiene contenta –meto a Lily a la casa, la encierro y le digo motociclista – Ella es menor de edad, ¿Sabes cuántos años tiene? 15 años –ne quedó callada ya que parece que hablaría.

Se quita el casco y veo a un joven demáciado apuesto, ojos cenizos, facciones bruscas, labios extremadamente carnosos, me sonrió con altanería y me dice.

– Losé, de hecho, yo la he estado buscando, conmigo se fue de pinta* ¿Sabes a qué? A hacerla mía una y otra-- lo interrumpo con una cachetada que le di, solo inclino un poco la cabeza, sonrió y se tomó de la mejilla – WOW nena, si sabes golpear, –me vuelve a sonreír y le digo.

– La próxima vez que te vea con ella, o sepa que está contigo, no le llamaré a la policía, si no yo misma te cortaré el pene y aré que te lo comas –me doy media vuelta para ir a la casa, cuando el me detiene.

– Está bien, pero prefiero que me lo cortes, a sentones –dice lamiendo sus labios, sonriendo se sube a su moto y se va.

Pinta: saltarse las clases o no asistir todo un día <según mi país es eso>