Un invierno en abril

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¿Cual es el sueño más grande de todo estudiante? que se acabe el día escolar.

No habían pasado más de 15 minutos y Michael ya estaba empezando a quejarse del sistema educativo, y la administración escolar por hacerlos llegar tan temprano exponiendo sus delicadas horas de sueño. Thomas como cada mañana escuchaba en silencio a su quejumbroso compañero mientras que en la entrada de la clase, sus compañeros entraban y salían del lugar, no estaba interesado en ninguno de ellos, no era sino cuando faltaban 10 min. para el inicio de clases que apareció, con su característica mochila rosada, sus largas pestañas negras, sus tiernos ojitos color miel, su piel perfecta, su pelo. En ese momento Thomas quedó sordo, y sin ningún otro sentido aparte de la visión. A la clase había llegado Melanie, la tierna Melanie, su rostro estaba rojo por el calor, a decir verdad había frío pero al faltar poco tiempo para el inicio de clases,era entendible porque estaba acalorada, Michael saludo a Melanie una vez esta se acomodó en su asiento de enfrente, ella con su radiante sonrisa devolvió el saludo y su vista se giró hacía Thomas quien no le había quitado el ojo de encima.

-Thomas ¿Cómo te fue con la tarea? ¿Entendiste las ecuaciones?

-¿Qué? - No fue hasta ese momento que volvió en sí. Desde primero Básico, Thomas había estado enamorado de Melanie, ya que aparte de ser la más pequeña en altura que todos, también era la más adorable, inteligente ¡Dios! Este chico podría hacer una religión donde su ídolo fuera de esta chica, ella siempre fue muy sociable con todos, por esa razón él sabía que en ningún momento ella tenía alguna preferencia con él. Sin embargo no podría negar que esos momentos de plática le resultaron un gran privilegio - ¡ah! La tarea, si estuvo súper fácil, gracias por ayudarme te debo una.

-¡Oh no! No te preocupes, por eso somos amigos ¿no?

Amigos, si claro, al parecer esta chica no entendía que los amigos son amigos para siempre y por siempre.

-si claro, amigos –Michael había sacado de su mochila un jugo de lata y una galleta para comer mientras veía como su amigo se comportaba como un idiota enfrente de la niña más linda de la clase quien lo mandaba a la FriendZone sin saberlo. Después de unos minutos, Melanie dejo de sudar y fue con un grupo de chicas de la clase a preguntar si habían hecho la tarea –seguramente no había respondido- Michael entonces se acercó a Thomas y con mucha sutileza le preguntó

-Sos mula ¿o que?

-Callate vos ... ¿Qué querés que diga? Si cuando la miro me tiemblan hasta los huevos.

-Solo intenta mantener la conversación un: "Melanie fíjate que no entendí tal cosa ...", como sabemos que hará, entonces tendrás la oportunidad de darle un cumplido, darle un dulce ... ALGO.

Para Michael era fácil ver la situación, pues él aprendió a coquetear antes de caminar a diferencia de Thomas quien mantenía muchas inseguridades, Michael era un joven común, con un gran talento de sociabilidad. Y Thomas, bueno, el era muy bueno en el estudio, le gustaba la fotografía, y bueno ... tenía una excelente salud. El timbre sonó anunciando el inicio de clases, cada alumno se colocó en sus asientos, Thomas siempre estuvo sentado exactamente dos asientos atrás de la fila de la izquierda donde se encontró Melanie, asi que para él era un gusto poder ver cada expresión, cada cabello de su compañera "especial", no había otra para él, era tanto su esmero en adorarla que no escuchó cuando el director entró a la clase junto con una compañera nueva. No fue sino hasta que escuché la voz de una chica lo que lo hice voltear a ver al frente. Una chica con cola de caballo bien peinada, su falda con los paletones bien colocados, y una mirada tierna y sincera. Ella había dicho algo ¿un nombre? ¿Un saludo? Ese momento se quedaría en un misterio pues minutos después fue colocada en uno de los primeros asientos.

-Jóvenes por favor, les pido que sean amables con su nueva compañera, y si puede ser posible me gustaría pedirle ayuda a Thomas, Melanie y Érika al ser los mejores de la clase, que ayuden a su nueva compañera de ponerla al día con los deberes, Feliz día a todos y bienvenida.

El profesor del curso salió junto con el director y mientras ellos conversaban fuera de la clase, algunas chicas (por no decir todas) se acercaron a la chica nueva y no paraban de hablar y reír, ella se encontró en el primer lugar de la fila de su lado izquierdo, Thomas observo como esta se cohibía en su asiento, como si en realidad se sintiera mal por ser el centro de atención, Michael como buen viejo chismoso, se acercó al grupo de chicas y a base de frases un tanto gays, logró entrar a aquel círculo de ruidos y risa, así fue un rato hasta que el profesor entró pidiendo orden, el resto del día el curso fue normal, a veces mi vista perdía su curso (terminó el pizarrón) y terminaba en aquella ajena a mi vida , no podría dejar de ver su cola de caballo y como esta se revolvía con el viento que aparecía en la ventana abierta de la clase. 

Una vez terminada las clases y agradecido con el de arriba por no haber sido llamado a participar en alguna de ellas, empezó a guardar sus cosas mientras Michael terminaba de hablar con su "novia", con la cual llevaban tres días, para Thomas ver a su amigo en un noviazgo que durara más de 24 horas era un milagro. Milagro que desapareció en cuanto vio la chica comenzó a llorar para después de tomar sus cosas e irse de la clase como un rayo.

-Bueno, allá va otra ... -expreso cómicamente mientras perdía todas sus esperanzas en que su amigo tomara en serio sus relaciones amorosas. En medio de su pensamiento reflexivo, descubrió a la chica nueva colocar sus cosas en la mochila con una paciencia admirable, su mirada estaba totalmente puesta en su acción, haciendo que Thomas solo aprecie una parte de su rostro. Thomas lo dudo un poco, sus pies subían y bajaban, no entendía porqué estaba tan difícil acercarse a darle la bienvenida, lamentablemente las oportunidades tienen tiempo de caducidad, y por ese momento, Thomas había obtenido valor en el último momento –Oy. ..

Ella ya se había ido saliendo de la clase para cuando Thomas había empezado a hablar, sospechando defraudado de su propia pena, Michael desconocedor de aquel momento se acerca a su amigo montado de los hombros mientras expresa con gran serenidad.

-Mujeres ¿no? –Thomas también rodeó a su amigo de los hombros y con su mano libre perdió su mochila, riendo por las pocas cosas absurdas de ese aburrido dia. Al estar fuera de la escuela, una chica gritó el nombre de Michael, solo apretó los labios y giró hacia la mujer que se acercaba con rapidez.

-Porque carajos no contestas el teléfono, podría matarte en este momento y ni siquiera Dios podría salvarte

-Primero que nada: Buenas tardes; Segundo; No es bueno hablar así del todo poderoso, solo mira lo que les paso a los del Titanic. Se consciente mija.

Ella suspiro con pesadez mientras intentaba entender como terminó teniendo un hermano como él, luego vio a Thomas quien le sonrió y está copiando el gesto se acercó más a ellos, sin dejar de lado su molestia hacia su hermano.

-Thomas no te preocupes por este pendejo, yo lo llevo a casa y agradecele a tu madre por los chiles de aquel día, estuvieron exquisitos.

-Está bien, se lo diré, adiós Thomas

-¿Cómo? ¿Me dejas? ¿Y nuestro amor?

-Lo lamento, entre romper nuestra amistad o que tu hermana me rompa los huesos, prefiero lo primero.

La hermana de Michael era estudiante de Artes en la universidad, por lo que había adquirido un cierto carácter algo fuerte, al ser la mayor siempre cuido de Michael y Thomas volviéndose también la primera fuera del núcleo familiar de Thomas en saber de sus cicatrices, para él, Elizabeth era la hermana que nunca conoció en su vida por lo que también había adquirido cierto miedo cuando la veía enfadada, mientras está arrastraba –irónicamente- a Michael este estiraba su brazo en busca de ayuda. Thomas iba a seguir su camino a casa cuando en eso vio a la chica nueva saludar a un hombre bien vestido quien no dudó en ayudarla con su mochila y abrir la puerta de un auto para que está entrada, aumentando mucho más la curiosidad de Thomas.