five

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efectivamente, seulgi no estaba en casa cuando ambos llegaron. la parte difícil fue convencer a mingyu, porque salió de la pizzería dispuesto a tomar un camino distinto y cumplir la amenaza de comerse la pizza solo, incluso tuvo la delicadeza de dar media vuelta, abrir dramáticamente la caja y levantarle a wonwoo el dedo medio después de "sacarlo" de la caja. solo hubo que seguirlo cuatro calles y cuando finalmente lo alcanzó, le prometió que había algo para el y debía acompañarlo

así, llegaron a casa del menor, con una pizza fría y un moreno confianzudo que apenas puso un pie dentro, se dirigió al refrigerador para buscar una cerveza

— no hay, min — responde desde la sala wonwoo, a sabiendas de que busca su amigo apenas escucha el ruido de la puerta del refrigerador ser abierta — no hubo ayer, no habrá hoy

— debería, se supone que me conoces. — cierra la puerta sinceramente decepcionado, para salir a la sala donde wonwoo está sentado en el sofá

— y también se supone que me importas, por eso no fomento tus vicios

mingyu pone cara de asco — demonios, hablas como una madre, jeon

wonwoo sonríe, cruzando ambos pies bajo su trasero. — me gusta pensar que muy dentro de ti, te gusta que me preocupe por ti

— un poco, tal vez. — mingyu evade lo anterior dicho, porque le pone incómodo admitirlo y además, todavía no se acostumbra a eso de que le guste wonwoo de otra forma — ¿vas a darme lo que sea que tienes para mí o me puedo ir?

— te lo daré, sí, pero antes quiero algo. — wonwoo palmea el reposabrazos del sofá

— no voy a sentarme ahí

— ¿eh? ¿qué tiene de malo?

— que me tienes en abstinencia desde hace tres meses y ahí sucedieron cosas — señala el sofá con la cabeza, cruzado de brazos — y yo no soy de hule

wonwoo se suelta a reír con ganas, mientras mingyu se molesta más y más a cada segundo. renuente, no se mueve de su sitio hasta que el menor se pone de pie, con las manos al cielo en señal de paz

— vale, tú ganas. siéntate. — wonwoo señala el sofá ahora vacío. — minnie~... confía en mí

mingyu en serio trata de mantener la expresión estoica y firme pero wonwoo le pone esos ojos de cachorro, esa boquita en puchero y efectivamente, él no es de hule, así que acepta y se deja caer al sofá de mala gana, con las piernas abiertas y los brazos cruzados. wonwoo sonríe victorioso y se sienta junto a él, con la peculiaridad de estar sobre las piernas de mingyu. el menor enrosca los brazos al rededor del cuello del mayor, con esa dulce y bonita sonrisa todavía en el rostro. mingyu lleva ambas manos a la espalda de wonwoo, mirándolo con detenimiento, sin esa expresión de molestia permanente que normalmente carga. sus párpados relajados, sus ojos brillantes recorriendo las facciones del menor y sus labios ligeramente curvados hacia arriba mientras pasa los dedos por la espalda baja de wonwoo

— ¿qué pasó con eso del trato y tus patrañas?

el menor se encoge de hombros — esto es chantaje puro, te estoy secuestrando y no te has dado cuenta

mingyu alza una ceja, una sonrisa divertida en su rostro. sus dedos bajan un poco, delineando el interior de los muslos de wonwoo. — ¿ah, sí? — el menor asiente con los ojos cerrados. — puedo levantarme y llevarte conmigo, y entonces, tu plan habría fallado rotundamente

— tal vez quiera que me lleves contigo... — enrosca sus dedos en el largo cabello de mingyu, mirando bajo sus pestañas el pecho de este

mingyu entiende el sentido de la frase y detiene sus movimientos, para observar con atención a wonwoo. sus ojos tristes y esa bonita sonrisa caída, mientras le acaricia el cabello. toma de la barbilla al menor, con cuidado, enfocando sus miradas; los ojos de wonwoo no brillan en la forma que tanto le gusta a mingyu, se sienten apagados

乘 rude boy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora