Reencuentro

Encuentro

La meditación usualmente ayudaba a Kyoshi a mantener su mente lejos de los problemas mundanos, pero desde que leyó la carta de Rangi se volvió una tarea titánica concentrarse en cualquier otra cosa.

Llevaba 3 días en ese estado, Jinpa lo definió como si su mente estuviera muy lejos de la realidad, y efectivamente así era. Su mente se encontraba en el extremo norte del mundo, Recordando esos ojos color cobre, su pelo negro y el calor embriagador que su cuerpo desprendía cuando estaba cerca de ella, como un pequeño carbón ardiente.

-Lamento interrumpir su meditación Avatar Kyoshi, la señorita Rangi llegó esta mañana a tratar asuntos con los sabios. - Dijo Jinpa desde la enorme puerta de su habitación. - Desea pasar a saludarla ¿La hago pasar?

Kyoshi asintió lentamente sin procesar aún la noticia. En otro momento haría pagar a Rangi por tanta incertidumbre estos días y aparecer repentinamente.

La maestra fuego lucía hermosa como siempre, vestía su distintiva armadura ligera y una nueva melena que llegaba hasta sus hombros. El avatar apenas se movió cuando la vio entrar, estaba evaluando cómo era posible verla más hermosa de lo que incluso era.

-Bueno, las dejo, aún tengo trabajo pendiente en el área administrativa. - Jinpa cerró la puerta tras Rangi, quien comenzó a caminar hacía Kyoshi.

-Te vea preciosa...- Logró decir el avatar antes de que la maestra fuego llegará a su lado y le dijera.

-Cállate y bésame. - Rangi acercó a Kyoshi jalándola desde su cintura y miró hacia arriba. El avatar no pudo evitar la orden, con delicadeza apartó un mechón de cabello de la cara de Rangi y la besó.

Después de unos minutos infinitos Rangi se separó para tomar aire.

-Yo también te extrañe. - Lo dijo con una sonrisa que podría derretir sin problemas a un Iceberg.

-Te ves preciosa. - Dijo Kyoshi. la maestra fuego comenzó a reír en voz alta.

-Si, eso ya lo dijiste. - Se apartó completamente del avatar y tomo su mano llevándola hacia la puerta. - Vamos, no tenemos mucho tiempo.

- ¿Dónde iremos?

- Es una sorpresa. - Dijo Rangi en tono misterioso.

Una vez fuera de la habitación se dirigieron a los establos dónde se encontraba Peng Peng. El bisonte volador se alegró de ver a Kyoshi después de unas semanas, cuando la vio gruño y se acercó a ella para que la acariciara.

-Por lo que puedes ver no solo yo te extrañe. - La maestra fuego subió al cuello de Peng Peng y ayudó a Kyoshi a subir. - Vámonos de aquí, Yip yip.