El tono de llamada se escucho en la habitación, Matt dejó de leer los documentos y tomó su celular.
Llamada entrante de... Frank.
--Hola, mi Caperucita.
--¿Que?.-Matt rio.
--¿Que haces? ¿Sigues trabajando? Es noche de Halloween.
--Ya casi termino.
--Ire por ti. Espérame.
--De acuerdo. Estaré aquí adentro. Adiós, lobo feroz.
--Ya vas entendiendo.-Escucho la voz y risa ronca de Frank.--¿Era tu novio?
Matt escucha la voz de Foggy entrando a su oficina.
--Si. Vendrá por mí.
--Karen y yo ya terminamos. Ella y yo pensábamos ir a una fiesta de disfraces. Tal vez puedas acompañarnos con Frank.
--Suena genial.-Sonrie encantado. --Me encanta la idea. Le diré y te llamaré.
--Bien. Ya estamos a cinco minutos de cerrar, Karen y yo nos iremos a vestirnos.-Se acercó y Matt le dio un abrazo de despedida. --Nos vemos.
--Adios.
Matt quedo solo en la oficina. Arreglo unos papeles que tenia en el escritorio, a la vez que su lapicero y otras cosas que había usado. Cerro la ventana y tomando el bonche de documentos camino hacia la puerta pero choco con ella.
Con razón sintió que algo raro ocurría: No había escuchado a Foggy cerrar la puerta justo porque no lo hizo.
Ahora se había lastimado y tirado todos los papeles.
Suspiro y se arrodillo a recogerlos. Tentó el suelo con sus manos buscando más y más papeles. Tenia varios así que los contó, le faltaba uno.
Estaba tan concentrado que no escucho la puerta abrirse pero si sintió una presencia cerca suyo.
Gateando se detuvo. --¿Hola?
Silencio.
Su mano tocó la esquina del papel e intento tomarlo pero algo se lo impedía.
--Foggy, no es gracioso. ¿Puedes mover tu pie?
--¿Desde cuando me esperas de rodillas?
Era la voz de Frank resonando de forma ronca en la oficina.
--Frank. Me asustaste.-Frank quita su bota de encima y toma el papel para levantarse.
--¿Donde están todos?
--Foggy y Karen fueron a cambiarse de ropa para la fiesta de disfraces.
--Oh. Bueno.
--¿Quieres que vayamos?
--Hhm.-El pelinegro lo pensó. --No, hay que quedarnos en casa y preparamos una cena. Prefiero estar en casa que ir a una fiesta.
Matt sonrió. --Como gustes. Pero yo escojo la comida.
--Si. Pero antes quiero que vayamos a comprar algunos dulces, mi Caperucita.
Murdock volvió a sonreír por el apodo. --Esta bien, lobo feroz.-Tomo su abrigo y salió de la oficina, seguido de Frank.
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