FIND YOU

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Jinyoung cerró los ojos y se acurrucó aún más debajo de las sábanas.



"Jaebeom hyung, por favor date prisa" rogó en silencio, agarrando su teléfono con ambas manos, fuertemente.



Hace solo unos meses, los chirridos y traqueteos que salían de la habitación de Jaebeom no eran motivo de preocupación. Ahora que se habían llevado a los gatos, cualquier leve ruido sonaba ominoso, demasiado fuera de lugar en un dormitorio vacío.



Jinyoung no tenía idea de cuánto tiempo había pasado hasta que sintió que la cama se hundía y las cálidas manos familiares volvían a su cintura. Sus ojos se abrieron instantáneamente y se dio la vuelta para encontrarse con la cara sonriente de Jaebeom.



-¡Hyung! No te escuché venir...



Jaebeom se rio ligeramente.

-Con la forma en la que estás envuelto debajo de las mantas, cien fantasmas podrían estar de fiesta en esta habitación y no te darías cuenta



Jinyoung hizo un puchero y le dio a Jaebeom un ligero golpe en el pecho.

-¡Deja de hablar de fantasmas! ¡No tienes idea de cuán asustado estaba esperándote...¡habían ruidos saliendo de tu habitación, hyung!



Jaebeom levantó la mano para jugar con los dedos de Jinyoung mientras se inclinaba para darle un besito en la nariz.



-Es solo mi viejo escritorio, sabes lo ruidoso que siempre es cuando trabajo. O incluso cuando sopla un poco de viento



-Sí, pero es reconfortante escuchar tus ruidos, no los ruidos desconocidos-Jinyoung acarició su nariz bajo el cuello de Jaebeom, amando cómo el aroma de este último nunca cambiaba.



-Hyung, si alguna vez ves al fantasma, ¿le dirías que deje de molestarme? Dile que vaya a mira a su amante en otro lugar, ya que yo no soy su amante



-¿Hay un fantasma real en este edificio?-Jaebeom alzó una ceja.



Jinyoung asintió con la cabeza.

-Lo escuché de los vecinos hace algún tiempo. Un hombre murió por un accidente, pero no podía dejar a su amante, por lo que siguió obsesionado con el edificio donde vivían. Estaban tan profundamente enamorados. Todos podían verlo. Aparentemente , no podían dejar de amarse incluso cuando están separados por toda la vida-Jinyoung murmuró-Sin embargo, es realmente una historia extraña. ¿Me pregunto cuándo sucedió?



Jaebeom pasó una mano libre por el cabello de Jinyoung, acariciándolo como lo haría con un gato.

-Es una historia triste. Sin embargo, no es una buena historia para dormir. ¿Quieres que te cante algo, bebé?



-Sí por favor-los ojos de Jinyoung se iluminaron por una fracción de segundo.



Momentos después, el suave zumbido de Jaebeom llenó la habitación. Jinyoung cerró los ojos mientras se acercaba al calor que tanto había echado de menos.

Rodeado por la voz de Jaebeom, el olor de Jaebeom y el amor de Jaebeom, Jinyoung sintió como si el mundo pudiera ser el lugar más seguro.



Se despertó a la mañana siguiente al escuchar el sonido del teclado. Solo tomó unos segundos antes de que Youngjae y Yugyeom entraran, con bolsas de comestibles y desayuno en cada mano. Parecían no haber dormido en días, pero sonrieron cuando vieron a Jinyoung. Un coro de "buenos días hyung" saludó a Jinyoung y sonrió brillantemente a sus bebés favoritos.

-Hola niños. ¿Qué los trae aquí tan temprano?



-Trajimos panqueques para el desayuno-Yugyeom, el siempre amable y gentil gigante, agitó la bolsa de papel en su mano con orgullo.



-Y algunos comestibles-Youngjae agregó, la sonrisa aún rivalizaba con el sol, a pesar de las ojeras que decoraban sus ojos. El corazón de Jinyoung se llenó de calidez.



-A Jaebeom-hyung le encantaría un panqueque. Lástima que ya se haya ido. Simplemente sigue moviéndose, ¿no?



El comentario de Jinyoung fue ligero, pero la atmósfera en la habitación se oscureció como si alguien hubiera accionado un interruptor invisible.



-¿Jaebeom-hyung, dijiste?



Jinyoung asintió, aún ajeno.

-Sí. Anoche vino a dormir, pero se había ido cuando desperté. Supuse que iría al estudio. ¡Simplemente no descansa!



-Apuesto a que él quiere-la voz de Youngjae se hizo más baja mientras replicaba en voz baja.-Jaebeom-hyung probablemente quiera descansar ahora. Así que...



Sus labios comenzaron a temblar, y todo se desmoronó cuando sus ojos captaron los cálidos ojos de Jaebeom, sonriéndole desde una imagen.



-...por favor, Jinyoung-hyung, déjalo descansar...



Aturdido, Jinyoung siguió la línea de visión del menor, pero su visión se volvió borrosa antes de poder ver la realidad.



Un pequeño altar reposaba en la esquina de la casa.













Verse 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora