Verse 2

THE DAY ~ FADE AWAY

Jinyoung todavía recordaba el primer día que trajeron la estantería a casa.

Bueno, no literalmente. La estantería se entregó en su hogar y no hace falta decir, que le dio al empleado de la tienda un momento difícil porque el estante era muy grande. Los otros niños se reían del nuevo artículo. Posiblemente fue la adición más extraña a su dormitorio hasta el momento, y pudo escucharlos conspirando para comprar un robot gigante solo para que pudieran competir con la divertida compra.

Pero tan ridículo como había sido la compra, estaba orgulloso del artículo.

Y sabía que Jaebeom también lo estaría.

Esa noche, después de que el estante se instaló de forma segura en su sala de estar y los niños se retiraron a sus propias habitaciones, con carcajadas reventadas, regresó a la sala para ver a su Jaebeom-hyung acomodando sus libros en el estante. Jaebeom era el segundo mayor de su grupo, pero por una fracción de segundo, esa noche parecía un niño emocionado. Un hombre adulto, sentado con las piernas cruzadas en el suelo junto a montones de libros esperando ser arreglados.

Esa noche, Jinyoung permaneció allí por más tiempo solo mirándolo, antes de que Jaebeom finalmente lo notara. Y cuando lo hizo, le envió a Jinyoung la sonrisa más brillante. Diciéndole que tome sus propios libros y decore su lado de la estantería.

Y esta noche, Jinyoung una vez más se paró detrás de Jaebeom, frente a la estantería.

El mayor tenía una caja de cartón abierta a su lado, medio llena de libros. Estaba poniendo cuidadosamente los libros uno por uno, no queriendo arruinarlos o extraviarlos. Siempre meticuloso, ese tipo de hombre es Jaebeom.

Al igual que la primera noche, Jinyoung se quedó allí de pie.

Había un nudo en su garganta. El nudo que se formó cuando Jaebeom le habló de sus planes de mudarse, nunca desapareció. En cambio, se apretó y casi cortó el aliento de Jinyoung. Tragó saliva, tratando de aflojar el nudo, excepto que los pensamientos que acompañaron sus acciones solo empeoraron las cosas y terminó tosiendo, ahogándose en su propia saliva. Fue en ese momento cuando Jaebeom se dio la vuelta y reconoció su existencia.

-Hola, Jinyoung-ie. ¿Necesitas algo del estante? ¿Te estoy bloqueando?

El nudo en la garganta de Jinyoung se tensó y respiró hondo varias veces, empujando sus sollozos hacia su pecho. Él sonrió y habló con cuidado, rezando para que su tono sonara natural al menos.

-En realidad no. Solo pensé que podrías necesitar una mano. Quiero decir, son muchos libros para empacar

Jaebeom parecía un poco nervioso, vacilante como si tuviera algo más que decir, pero finalmente decidió no decirlo.

-Um, sí. Agradecería un poco de ayuda. Gracias

Entonces Jinyoung se sentó, tomó el primer libro del estante y lo colocó suavemente en la caja que Jaebeom preparó.

♾

Los días pasaron rápido y, finalmente, Jaebeom salió de la casa.

Jaebeom miró las cajas apiladas una encima de la otra en la esquina de su habitación, y la estantería vacía al lado.

Su padre limpió uno de sus estantes para cuando regresara, sabiendo que Jaebeom necesitaría un lugar para guardar todos sus libros. Pero ahora, habían pasado semanas desde que regresó a su casa y los libros todavía estaban en las cajas, con el estante tan vacío como lo había estado la primera noche.

Normalmente, se preocuparía mucho por sus libros, no queriendo que se arrugaran o dañaran por la humedad ni nada. Pero esta vez no. Era cierto que no había podido organizar debido a su apretada agenda, pero incluso si Jaebeom tuviera todo el tiempo libre del mundo, estaba seguro de que evitaría las cajas durante el tiempo que su conciencia lo permitiera.

El estante vacío en su habitación parecía demasiado pequeño y demasiado grande al mismo tiempo, ignorando el hecho de que era un mueble de tamaño regular. Parecía demasiado pequeño porque sus recuerdos recordaban la gran estantería en el dormitorio que cubría una pared entera de su sala de estar. Y parecía demasiado grande porque imaginaba todo el espacio vacío que tendría, sin los libros y las pequeñas decoraciones de Jinyoung.

Espacio vacío, pensó Jaebeom.

Sabía que vivir separado de Jinyoung era algo que tendría que hacer tarde o tempran, pero aún así, su corazón necesitaba tiempo.