T/N, una alfa de cabellos c/c entraba a su departamento compartido con Kiku, un omega. En cuanto entro al departamento olió un aroma muy dulce; flores de cerezo y algo parecido a la jalea de fresa.
Suspiro hondo y tranquilizó sus instintos pues ese olor no era por algún arreglo floral o algún postres: era el olor del omega. Y para colmó, provenía de la habitación de su compañero.
-Tsk...¿en serió se le olvidó los supresores?-hablo entre dientes. Caminó hasta la había del pelinegro, la puerta estaba entre abierta: ahí estaba él, en una posición fetal mientras abrazaba una almohada. T/N sentía todas sus emociones descontroladas: quería acercarse a él, marcarlo y hacer con él cosas no aptas para menores. ¡Pero no!.
Con toda su fuerza de voluntad salió del edificio. Mientras tanto, Kiku trataba de controlarse; tanto por su celo como por el hecho de que sintió a T/N cerca.
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Kiku sintió que habían aventado algo a su cama, se sentó en esta y vio una bolsa de plástico; la tomo para ver su contenido.
-Una botella de agua y...¿supresores?-susurro confundido, en la caja de aquel medicamento había una pequeña hoja color azul pastel con una nota:
¡Siempre recuerda tus supresores! Att. T/N 🌸 P.D. ¡BAKA!
-Así que fue ella...¿por qué? -.
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T/N golpeaba con fuerza el saco de boxeo que había en el gimnasio al que solía ir; debía distraerse en algo hasta que todo se calmara en el departamento. Gilbert, un alfa y amigo suyo sólo la observaba; se suponía que hacia diez minutos que ella debía parar.
-T/N, ¿esta todo bien?-preguntó el albino. La mencionada paro los golpes y recuperó el aliento, luego giro a verlo.
-No -contesto ella con seriedad -¿Cómo diablos controlo mis instintos estando con un omega que me gusta?-preguntó ella mientras agarraba una toalla para secar su sudor.
-No puedes -contesto él -O bueno, no del todo -aclaro -Puedes intentar hacerlo, sin embargo, habrá un momento en el que todos tus instintos reprimidos saldrán y eso traerá graves consecuencias-.
-Ya veo...-suspiro -Creo que lo más sensato es que me mude-.
-O que le digas lo que sientes por él -comento él. Ella no dijo nada, sólo tomo sus cosas.
-Nos vemos mañana, Gil-salió del gimnasio.
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Nuevamente la alfa entraba al apartamento, el ambiente ya estaba más tranquilo. Por curiosidad se dirigió a la habitación del contrario. Abrió cuidadosamente la puerta y ahí lo vio; estaba dormido o eso es lo que creía.
Kiku se mantenía quieto mientras fingía dormir. En parte se sentía nervioso pero también le agradaba que ella fuera a verlo.
T/N camino hasta su cama, sentándose en la orilla de esta. Le sonreía levemente mientras acariciaba su cabeza con cariño.
«¿Decirle lo que siento?, nada me garantiza que no me rechacé», pensó con tristeza.
Se acercó a su rostros y depósito un beso en su mejilla.
-Descansa...-susurro para luego salir de ahí.
Kiku sentía latir su corazón rápidamente. Quería ir tras ella y abrazarla pero mejor esperaría un poco. Suspiro hondo y trato de dormir.
-Si supieras lo que siento por ti, T/N...-.
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