Una canción se escucha a lo lejos, arrastrada por el viento.
Se siente el miedo y la tristeza en la melodía, la pequeña niña mira a todas partes, buscando a alguien. Alguien que la pueda proteger. Pero no logra ver a nadie. Porque no hay nadie para ella. Esta completamente sola.
Toda una historia por delante. Toda una vida solitaria.
La pequeña niña empieza a sollozar. Pero no quiere que la vean derramar lágrimas, no quiere que piensen que es débil. No deja que ninguna lágrima se le escape, ni un sonido.
Se dice que lo correcto es seguir adelante, y no retroceder.
Hay que ser fuerte en los momentos difíciles. Tal vez sientas que no puedes hacer nada, pero si que puedes. Si sientes que no tienes a nadie. Que estas encerrado en la soledad. Solo busca una salida, siempre la hay.
Así, la pequeña comenzó a caminar, algunas veces veía hacia atrás. Veía recuerdos, su pasado. Y se entristecía, pero una voz le decía que el pasado esta ahí por algo. Que ese fue el presente, incluso el futuro, de algún tiempo atrás.
Transcurren los años. Los recuerdos siguen ahí.
Ya la niña había crecido, conoció gente, tanto malas como buenas personas, con las cuales sufrió, pero también sonrió. Paso los momentos mas felices de su vida.
Pero siempre recordaba sus tristezas. Cuando se sentía sola. Despreciada. Que no era nadie. Pero la misma voz le repetía lo mismo que le dijo por vez primera hacia un tiempo. Que el pasado tenia su propósito.
Pero el presente es lo que cuenta.
