Karma |2 Asfixia|

Capitulo 4:

-4-

El chico más guapo.

Narra Melanie:

-Melanie, no es un mafioso. Es Louis Tomlinson. ¿Enserio eres tan corta?- rió mi amiga.

-¡Eh! Ballena no me insultes.- me ofendí.

-Es de One Direction, hasta yo sé que grupo es.- volvió a reír.

-Ah…- dije apenada.

-Respondiendo a la pregunta que me dijiste antes de lo del mafioso… No, no entiendo. Lo que me has dicho sí, pero no entiendo el porque te enfadas.- dijo Louis sonriéndome.

-No estoy enfadada. Es solo que no es normal.- mentí, sí que estoy enfadada.

No me entiendo, no le entiendo; ¡no entiendo esto! Yo no soy bipolar, y ¡ahora lo parezco! Nunca estoy nerviosa, ¡y ahora me tiemblan las piernas como si fuera de gelatina! No me enfado, ¡y ahora estoy furiosa!

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué me ocurre esto a mi? ¡¿Por qué?! ¿Por qué pregunta estupideces? ¿No ve que hemos entrado en su casa? ¡Somos desconocidas!

Narra Katherine:

-¡Rocky!- grité enfadada.

Como respuesta oí su risa en el otro lado de la puerta.

-¡Rocky devuélveme mi ropa!- exigí.

-Creo que voy a pasar, te ves mejor con solo una toalla.- respondió Rocky.

Estaba en el baño, ya que me acababa de duchar y Rocky, mi hermanastro, tenía toda mi ropa con la que me iba a vestir, así que solo llevaba una toalla que me tapaba muy poco, pero un poco menos de lo justo. Me tapaba desde la mitad de mis pechos hasta donde acaba mi trasero.

-Por favor Rocky.- le supliqué, iba a llegar tarde a mi cita.

-No. Por cierto, se me olvidó decirte que cambié la hora de tu móvil, y ahora esta una hora equivocada.- dijo él.

-¡¿Son las 12?!- grité.

-Sí.- dijo él riendo.

-¡Rocky!- grité histérica.

Por fin tenia una cita, es más, mi primera cita con el chico más guapo del curso y yo lo dejo plantado sin avisar.

Abrí la puerta e intenté coger la ropa de sus manos, pero él era más fuerte.

Tiró la ropa hacia él y nuestras caras se aproximaron demasiado.

-No quiero que salgas con nadie. Tú solo puedes ser mía.- dijo él en tono grave y con expresión seria y dura cuando nuestras miradas conectaron.

Sentí temblar por el tono de su voz, que era aterrador.

Soltó la ropa y volví al baño lo más rápido posible. Me cambié y salí de casa.

Esta noche nuestros padres no estaban, como la mayoría de las veces. Esta vez volvían dentro de dos semanas y estaba sola con Rocky.

Rocky era muy posesivo con las chicas que coqueteaba. Y, por alguna razón que aún no llego a comprender, conmigo es con la que más.

No me gusta que me proteja, ni él ni nadie. Pero sinceramente, tendría que darle las gracias, varias veces me a salvado de algún pirado borracho en una que otra fiesta.

Él dice que es por protegerme, pero para mi que es por ser posesivo. Y lo peor es que él me coquetea, y aún sabiendo que me molesta, sigue y más insistente.

Me saca de quicio cada día, ya estén mis padres o no.

Mis padres no lo encuentran extraño porque piensan que lo hace de broma. Al principio pensé lo mismo, pero comprendí al paso del tiempo que no era verdad.

Anduve por las calles del centro de la ciudad, mi zona favorita.

Pasé por delante de mis tiendas favoritas, todas ellas estaban cerradas. Excepto una, donde aún había clientela. Decidí entrar ya que hacia mucho frío, tanto que sentía que temblaba.

Fui andando por los pasillos de la tienda, la cual suponía que era de segunda mano por los diferentes objetos de diferentes temas que podía observar. Por no mencionar lo antiguos que parecían.

Curiosa, cogí una pequeña cajita plateada de uno de los estantes y la abrí encontrándome con un bonito collar plateado con una flor azul claro.

Aún con la caja en mis manos, me dirigí a la caja a pagar.

-Diez con treinta.- dijo la dependienta mirando el precio mediante el código de barras.

Busqué en mi monedero y pagué.