Capítulo 3: Max Henwood y una visita inesperada.

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Son las 2:30, a esa hora suena la sirena, y las clases se acaban. Dana y yo salimos del instituto y en el camino de vuelta nos pusimos a hablar sobre Jack y el bosque.

Dana, estoy preocupada por Jack -dije con una voz entristecida.

Llamé ayer a su casa y me dijeron que no mejoraba y que tendrían que llamar a un médico para que le recetase una medicina más fuerte. Su madre me dijo qué podríamos ir a verle hoy. ¿qué te parece?

Pobre Jack, bien, iremos a verle a las 5:30- dijo Dana entusiasmada.

Vale, Nos vemos- dije.

Eran las 3:00, llegué a mi casa y allí estaba mi familia, pero además había un hombre con unas pintas extravagantes.

Era alto, con el pelo largo y negro como la pez, tenía una ropas raras y una chaqueta que le llegaba casi a los pies. También llevaba un sombrero que le tapaba medio rostro.

Me escondí detrás de la puerta de la cocina para escuchar la conversación...

Hola señora Tyler- dijo.

Soy Max Henwood, vengo del centro de investigación de Pentalia (capital de Woldes ), hemos detectado una alteración aquí en Halut, en este barrio, y en esta casa-dijo.

¿Una alteración? -pensé.

A que se refiere Max, ¿ Una alteración? Nosotros no sabemos nada- dijo mi madre con cara de asombro.

No puedo dar datos sobre la investigación- dijo Max.

Mantenerme informado si hay algo fuera de lo normal.

De acuerdo - dijo mi madre perpleja.

Max venía hacia la puerta. Entonces hice como si no estuviera escuchando y me aparté corriendo.

Esta se abrió, y entonces Max se giró y me miró. En ese momento se me cayó el colgante que me dio mi abuela, fui a cogerlo pero Max se adelantó, y lo cogió. Se quedó parado y observándolo muy pensativo...

Oye, disculpe-dije.

Hola- dijo él. Este colgante es tuyo pequeña?

Sí-dije.

Es un colgante muy interesante - dijo con un tono misterioso.

Me lo regaló mi abuela-dije mirándolo con el ceño fruncido.

Me dio el colgante pero su cara estaba diferente, como si hubiera visto un fantasma.

Gracias- le dije.

Bueno, me tengo que ir,encantado de conocerte, soy Max- dijo.

Yo soy Jane- susurré.

Jane, bonito nombre, tengo la sensación de que nos vamos a volver a ver Jane- dijo sonriendo.

Se dio media vuelta y se fue.

¿A que se refería con eso?¿qué es todo eso de una alteración?- Pensé.

Subí a mi cuarto para soltar la mochila y bajé a comer.

Estamos en la mesa almorzando y había un silencio muy incómodo...

Al terminar, subí las escaleras y me metí en mi cuarto. Y me puse a pensar en todo lo que había pasado.

Sonó la alarma de mi móvil indicando qué eran las 5:00 y empecé a prepararme para irme al parque donde había quedado con Dana para ver a Jack.

Cogí el colgante para ponérmelo pero me fijé que estaba igual que antes, es decir, tenía un broche por detrás que solo se hubiera caído si se hubiera roto pero estaba perfectamente intacto.

¿Como se soltó el colgante?- pensé

¡JANE!- gritó

Alguien me estaba llamando, bajé las escaleras dirigiéndome al salón.

Jane, quiero que te quedes cuidando a tus primos que vienen de Modelod -dijo mi madre.

Mamá, hoy pensaba ir con Dana a ver a Jack, ya que está enfermo y lleva más de una semana sin venir a clase- dije intentando convencerla.

Llevas sin ver a tus primos más de 3 años. Mañana ya se marchan del pueblo, solo vienen de visita ya que pasan por aquí y es muy importante porque nos han dicho que en su ciudad hay una plaga y han tenido que evacuar a todos- dijo mi madre.

¿Una plaga de qué?- dije con asombro.

No lo sé, ellos tampoco lo saben, pero les han informado que es peligrosa. Así que te pido por favor que te quedes aquí con Denis y Adolf. Mañana irás a ver a Jack ¿vale?- dijo mi madre.

Sí mamá- dije poco entusiasmada.

Subí a mi cuarto y cerré la puerta bruscamente.

Nunca vemos a mis primos. Pero ellos no vienen porque dicen que este pueblo es de pobres.

Además Denis, Adolf y yo nunca nos hemos llevado bien. Ellos son los típicos niños ricos que siempre hablan de las cosas que le han comprado sus padres.

Llamo a Dana para contarle lo sucedido.

¿Enserio que viene tus primos ahora? - dijo ella.

Sí, vienen dentro de 15 minutos- dije enfadada.

Si quieres puedo ir a tu casa a ayudarte Jane- dijo Dana con voz consoladora.

¿Enserio?, sí, muchísimas gracias Dana- dije con entusiasmo.

Nos vemos en tu casa, pero voy a llegar un poco más tarde - dijo Dana.

(Ding Dong)

Bajo y veo que mis primos ya han llegado.

Holaa Jane- dice mi tío.

Mi tío se llama Tom, el es alto y siempre viste con ropa de marca. Desde que mi padre se fue al ejército no viene nunca a visitarnos.

Has crecido mucho- dijo con tono sarcástico.

Detrás del tío Tom estaban Denis y Adolf jugando con sus juegos nuevos.

Denis es el mayor, el tiene doce años y Adolf nueve.

Denis y Adolf son rubios, con los ojos marrones y muy altos.

Tu madre y yo nos vamos a dar una vuelta por la ciudad- dijo el tío Tom.

Te quedas a cargo de tus primos ¿vale?- dijo mi madre.

Vale... - dije con una mueca en la cara.

Cerraron la puerta, y mis primos seguían sin levantar la cabeza de la consola. Se sentaron en el sofá y no se movieron. Pasados unos minutos me subí a mi cuarto para llamar a Dana y saber cuanto le falta por venir, pero no me contestó. Bajé para ver como estaban mis primos, me asomé y seguían jugando sin parar. Fui a la cocina para prepararles para comer y entonces el colgante empezó a brillar. Intenté sujetarlo ya que empezó a moverse. Todo de alrededor empezó a moverse.

¿Qué está pasando? -grité.

Y de repente la piedra del colgante produjo una explosión de luz.

Me levanté de suelo medio aturdida, me asomé a la ventana y vi que se había ido la luz en toda Halut entonces y fui corriendo al salón pero mis primos ya no estaban. Habían desaparecido.

Las aventuras de JaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora