Debo estar muy loco, estaba haciendo mi chequeos matutino a mis pacientes cuando un olor extraño me llevo a la farmacia del hospital. Un lobezno estaba tomando todo lo que podía en un bolso negro.-Que crees que haces? - el chico se giró para enfrentarme, me mostró sus caninos esperando asustarme. Talvez era un Omega fuera de su manada pero un cachorro no me iba asustar.
-Eres lobo? Tienes un leve aroma a uno. - asentí. Había convivido tanto con humanos que su aroma se pegaba al mío, para mí era beneficio ocultar mi olor.
-Si soy uno. Me puedes decir para que estás robando suministro médico. Los humanos lo necesitan.
El pequeño me gruñó un poco, pero el mismo intento calmarse. Sus ojos tenían las iris características de un lobo. Tenía que calmarse o el mismo se expondra.
-Mi manada lo necesita doc. Vine a la ciudad por motivos personales y recibí una llamada del doctor de la manada pidiendo medicamentos y que regresara lo antes posible y obviamente no me iban a vender todo esto sin preguntar por qué un niño de diecisiete los ocuparía.- tengo un mal presentimiento.
-No puedo dejar que te lo lleves. Deja las cosas ahí y largo. La policía humana no te matará pero tendrás problemas para explicar todo.
Me gruñó, está vez sus colmillos sobresalían de su boca. Saque mi teléfono para simular que haría la llamada. Tiró la bolsa y camino hacia mi, le sacaba al menos una cabeza al mocoso por lo que solo me empujo un poco.
-Mis amigos están heridos. Mi madre está herida por defender a mis hermanos, no tenemos medicamentos y tú te preocupas por humanos. Me das asco. -mi gesto de desinterés debío molestarlo más. El chico salió como alma que lleva el diablo.
Así que eso era tenerle amor a la manada. No podía empatizar con eso. Debería llamar a mi madre, seguramente estaba en batalla. Y si estaba herida y si no había medicina para ella. Si no la atendía Seoho por muchos heridos.
No pensé mucho y tome la bolsa negra que había dejado el cacharro antes. Termine de meter más cosas y sacando cosas innecesarias. Termine buscando otra bolsa y llenandola. Tuve que ser muy precavido para llevarlas a mi auto.
-Entonces tomarás tus días de vacaciones. Lamento lo de tu madre espero se recupere. - todo estaba listo. Tenía una semana de vacaciones, medicina y su auto listo para irse. Mierda, mi ropa. Llega a mi departamento y prepare una maleta ropa, dinero en efectivo. Más medicina que tenía guardada por alguna emergencia que pasará con Harin. Le dejé una nota a Harin ya que no respondía el teléfono.
Su trasero ya estaba dormido de estar aplastado durante horas. Había conducido hasta Daegu, hace mucho que no venía. Tengo hambre, no almorcé, ya casi son las once de la noche y lo único que miraba eran estúpidos árboles. Ni siquiera podía disfrutar de la brisa fresca, temía que su olor lo delatara.
-Maldito el momento en que te pensé madre, yo debería estar viendo a Harin pataer traseros en un cuadrilátero no estar en un auto en medio de la nada. - ya son pasadas las dos de la mañana. Solo faltan unos kilómetros solo unos cuantos y ya.
Había pasado todo Daegu y llegado al bosque la carretera se empezó a desvanecer y un fuerte golpe sacudió el auto. Al fin había llegado por lo que había pasado minutos antes le indicaba que había pasado la barrera que los esperaba de los humanos. Solo los lobos podían pasarla era tan ancestral esa barrera que pocos sabían cómo estaba ahí.
Encontró dos caminos uno llevaba a su manada y el otro a la manada de Onewe un estúpido nombre sin embargó su manada no estaba mejor era Oneus.
Solo le tomo unos dos kilómetros para empezar a ver al pueblo, se sorprendió de ver un par de edificios. Los negocios y tiendas eran más modernos. Sin embargó mejoran su arquitectura pero no pueden tener más doctores. Vio la casa de tres piso que era la que se usaba como clínica.
Por la santa mierda, había muchos lobos en la entrada. Si había notado que nadie lo había parado para preguntar quién era o como había pasado la barrera. Las cosas deben estar mus caldeadas por aquí.
Estacionó su auto y tomo una bocanada de aire. Bajo del auto para ir al maletero y sacar las bolsas llenas de medicina.
Los lobos en la entrada de acercaron tan rápido que ni los pudo notar.
-Quien eres? - por su olor sabía que era un beta como odia a estos sujetos eran un dolor de culo.
-Son Dong Ju. Omega. Puedes mover tu estúpido culo traigo medicina para Seoho. Ni siquiera quiero estar aquí pero el maldito hijo de perra me llamo por qué soy Doctor. - podía sentir el enojo del beta por el uso de esas palabras siendo un Omega.
Saco las dos bolsas y las puso en el suelo para poder cerrar el maletero. Termino sonando la alarma solo por molestar un poco. Su bebé era un Audi x8 el había gastado un buen dinero en ese auto.
Los lobos miraban mi auto casi juzgandome. Le reste importancia y tome las bolsas para ir a mi muerte.
Al entrar note que había muchos heridos que incluso estaban colocados en el piso. Mi corazón se rompió al abrir una puerta y ver a tantos cachorritos heridos. Quien podía tener el podrido corazón de herir a las crías.
Siguió caminando para ver a mujeres heridas, lobeznos en su piel echados en el piso.
Sabía que las peleas de territorio se hacían en las fronteras para no afectar a el resto de la manada. Porque había tantos heridos, esperaba ejecutores y centinelas no mujeres y niños. Los lobeznos a lo mejor no tenían ni fuerzas para cambiar a su forma humana.
-Lee Seoho!!!! - no tengo paciencia y no voy a buscar piso por piso. Llame la atención de todos y escuché gruñidos. No fue mi mejor idea.
Escuché como alguien corría, mientras los lobeznos se acercaban a mi en su piel podrían darle miedo a cualquier humano. Pero no a el, tomo un periódico que estaba cerca y lo enrollo, tres golpes certeros y no para cada lobo.
-Dong Ju estás loco, esos chicos podrían hacerte daño. - Seoho apareció por las escaleras traía sangre en su bata blanca.
-Tu crees que unos mocosos podrían hacerme daño. Da igual. Estoy aquí pedazo de mierda es mejor que sepas usarme o me largo y tome unas verdaderas vacaciones.
Mi mal humor no era bueno para nadie de la manada que estuviera cerca. Mis emociones efectavan a los demás. La función de un Omega es simple mantener a la manada en armonía. Es claro que no nací para eso suele estar de mal humor todo el tiempo.
- Controla tus emociones o tendremos a muchos lobos de mal humor por aquí.- conté hasta diez realmente estaba loco por venir aquí.
- Sabes yo mejor me voy, aquí tienes tus medicamentos traje carne y provisiones para ti. Eres un médico debes cuidar de ti también. - mentía las provisiones eran para el pero no iba a quedarse.
-Yo creo que no se va a poder Dong Ju. - vibraciones y no de cualquier lobo eran de el alfa.
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-No puedes retenerme aquí y deja esa mierda de vibraciones- podía estar en el suelo casi muriendo de dolor pero su boca no paraba.
- Dong Ju, cálmate. - ahora este pedazo de mierda había usado su voz de mando con el. Su cuerpo se relajo y ni siquiera podía emitir una palabra.
-Necesitamos sanar a los heridos, Seoho no puede solo. Muchos de nosotros sanamos aún con los huesos mal puestos y las cortadas infectadas. Eres parte de esta manada. - si pudiera decir algo lo mandaría a la mierda. Era obvio que no podría irme. Cómo pude asentí. Luego de unos minutos logré ponerme de pie.
-No quiero que nadie me diga algo sobre que soy un Omega o menosprecíe Alfa. Le meteré un tiro en la cabeza a cualquiera que intente humillar me, estás advertido. - todos los presentes quedaron boquiabiertos por la insolencia de el.
-Lo tengo, ordénare que nadie te moleste. Xion es bueno verte de nuevo, gracias por venir. - maldito Kim Young jo. Te hiciste el alfa de la manada.
Opiniones? Espero les guste mucho yo me estoy divirtiendo al escribirla.
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No soy tu Omega (LeeOn)
FanfictionSon Dong Ju había dejado su manada hace ya varios años pero una llamada de ayuda lo haría volver. De mala gana llegó de nuevo a su antigua vida pero lo que menos quería era encontrar a su destinado. Se negaba que su pareja fuera un Alfa.