𝘽𝙤𝙠𝙪𝙩𝙤 𝙆𝙤𝙪𝙩𝙖𝙧𝙤.

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Desde hace días, Bokuto se sentía algo raro. Bueno, más bien si sabía que era; celos.  Estaba celoso por el echo que los últimos días había visto a su novia (N) muy cercana a Akaashi, su amigo. Era algo ridículo, pero no podía evitarlo, ver así a (N) cerca de Akaashi hacia que se molestará.

Pero parecían chicles pegados, siempre juntos, eso lo hacía sentir 0 a la izquierda. ¡Toda la semana juntos! Y el de lado.

— ¡Bokuto!— el entrenador grito— ¿Que rayos te está pasando? ¡Tu no juegas así!

El peligris no dijo nada, siguió jugando desanimado en aquella práctica, los chicos del equipo lo miraban algo preocupado, el no solía ser así.

Cuando terminó aquella práctica, (N) estaba afuera del gimnasio, con una sonrisa en su rostro mientras corría hacia el.

— ¡Miamor! ¡Hola chicos!

Los miembros del equipo le saludaron alegremente a la chica, mientras que (N) corría hacia su novio abrazandolo, pero muy apenas fue correspondido.

— ¿Nos vamos? estoy cansado.

La chica no dijo nada, solo asíntio despidiéndose de los demás. En camino hacia la casa de (N) hubo un total silencio, un silencio incómodo. Cuando llegaron a la casa de su novia, se dió la vuelta, para ir a su casa hasta que una mano la detuvo.

— Bokuto, ¿que te pasa?

— No es nada.

— Te conozco, dime, anda. Soy tu novia, puedes confiar en mí.

— ¡Que no es nada, entiende!— Grito aquel peligris enojado, tomando por sopresa a (N). En todo lo que llevaban de novios, jamás le trato así. Los ojos de (N) no tardaron en cristalizarse.

— Está bien, ve a casa con cuidado Bokuto.

Bokuto se sentía mal por haberle gritado, nunca fue así con ella. Quiso regresar pero ella ya se había metido a su casa. Resignado, fue hacia su casa.

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Tenía una semana que no había hablado con (N). Desde aquella noche no contestaba sus mensajes, menos sus llamadas. Pero igual seguía igual de pegada ahora aún más con Akaashi. Triste, salió de su salón hacia el patio, más bien al gimnasio sabía que nadie estaría a esa hora del descanso así que fue hacia allí.

Estaba hundido en sus pensamientos hasta que alguien lo interrumpió, era Akaashi quien se sentó a su lado.

— Sabía que estarías aquí.

— Vaya, si que me conoces bien.

Ambos rieron, aunque después reino aquel silencio.

— ¿Que pasa Bokuto? Desde hace días andas muy raro, digo ya lo eras pero aún más.

El chico río.

— No es nada, bueno sí pero es algo tonto sabes. Me he sentido triste, mal, ¿excluido? creo que esa es la palabra.

— ¿Hablas de (N)-chan y de mí? Por dios Bokuto, ¿de verdad fue por eso?

— Cállate, se que es algo tonto, pero no puedo evitar sentirme así. El día que fui a dejar a (N) a su casa le grite, nunca lo había echo. Me sentí mal, quise ir pero no pude.

— Era algo obvio, le gritaste. Pero bueno, ¿porque no hablas con ella? de seguro ella entenderá.

— No sé.. no tengo cara para verle.

Lo que no sabía que es (N) había estado escuchando la plática, desde un lugar escondido de aquel gimnasio. Un plan que había ideado con Akaashi.

...

Las clases habían terminado, hoy el equipo de voleibol no tendría entrenamiento, lo que saldrían más temprano de lo usual. Bokuto tomo sus cosas y salió de su salón, yendo hacia la salida cuando una mano jalo del su mochila.

— ¿(N)? ¿Que haces?

— Necesitamos hablar Bokuto. ¿Puedes?

Por un momento, sintió como su corazón había dejado de latir. Soltó un pequeño suspiro, asintiendo a sus palabras. Cómo de costumbre, fue a dejar a (N) a su casa; el camino había sido silencioso, pero no quiso decir nada.

Cuando llegaron a la casa de su novia, estaba a punto de irse pero (N) se lo impidió, abrazándolo con fuerza empezando a llorar. 

— Idiota.. eres idiota. ¡Sabes que te amo solo a ti! ¡Solo tu! Eres lo más importante que tengo Bokuto, siempre serás el primero. Te amo, te amo muchísimo. Losiento, escuché tu conversación con Akaashi ¿porque no me dijiste nada? ¡tonto!

El escucharle así solo hizo que esbozara una pequeña sonrisa, correspondiendo de inmediato a su abrazo.

Un abrazo de ella era lo único que necesitaba.

Una vez que dejó de llorar, dejo un pequeño beso sobre sus labios, más bien varios.

— Perdón por no decir nada, yo también te amo (N). Cómo no tienes idea.

— Está bien, te perdono. ¡Pero no lo hagas de nuevo! Por cierto, mis papás no están..

— ¡Hey, hey, hey!

(N) soltó una pequeña risa, agradecía que ya fuera el Bokuto de siempre.

𝙚𝙨𝙘𝙚𝙣𝙖𝙧𝙞𝙤𝙨 | haikyuu!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora