Break My Heart (Spidermoth)

Number 8

Las calles del infierno siempre estaban llenas de todo tipo de sucesos, desde actos inmorales hasta depravaciones criminales. Aquello era el pan de cada día, y por lo mismo todo mundo lo veía con una excesiva indiferencia; lo que no pasaba de largo para algunos curiosos, sin embargo, eran dos figuras en particular: un hombre araña muy alto y una chica polilla bastante bajita.

Angel Dust y Vaggie estaban claramente incómodos con el hecho de que los vieran juntos por la calle, ya que ese simple hecho les serviría para propagar uno de esos típicos chismes de la farándula cuyo fundamento era nulo, aunque a decir verdad el destino que tenían en mente no les ayudaba en lo absoluto. Afortunadamente menos gente de la temida se fijaba en ellos dos, por lo que a la vez podían ir algo más tranquilos. No se dirigían la vista por la vergüenza de que los vieran juntos, y más aún por el lugar al que iban; lugar elegido por Vaggie.

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-Eeeeh... Perdón, ¿qué?

El asombro que reflejaba en su rostro daba testimonio de la incredulidad de que ese momento fuese real. No esperaba que la chica chaparra le pidiera un favor tan semejante a su criterio y perspectiva; la contraria, por otro lado, se moría de vergüenza por el mero hecho de solicitarle dicho favor. Sinceramente se esperaba una reacción más sarcástica del arácnido, pero que estuviera callado era incluso peor que el escenario anterior. Aún así, repuso la compostura.

-Dije que necesito tu ayuda. Verás, mañana tendré una cita con Charlie al fin tras tanto tiempo -a pesar de que su voz se oía alegre, para Angel tenía algo más, algo que no se relacionaba con lo que le pediría-, y quiero concluirla con algo muy, muy especial -hizo un ademán con ambas manos-. Y pues, tomando en cuenta tu... historial, pensé que eras el indicado. Es que necesito tu ayuda... para -nuevamente los nervios estaban queriendo adueñarse de ella-... pa-para -sus mejillas se tornaron más rojas que antes y cerró su único ojo bueno-... ¡Comprar lencería erótica! -dijo al fin y apartó su cara a otro lado.

El ex actor poco a poco iba saliendo del shock inicial, dando paso dentro de sí a un nerviosismo semejante al de la polilla, con la diferencia de que este la tenía un pelín más complicado; aún así, repuso su postura, tosió un poco y la miró directamente, poniendo su típica sonrisa altanera.

-Obvio que te ayudaré, enana. Estás ante un experto en el tema, es pan comido -agradecía de ser en serio un actor.

Vaggie estaba estupefacta por lo que le dijo el tipo araña. Le era difícil de creer que había aceptado a la primera, sobre todo considerando que sus ensayos de súplicas se habían ido al caño (y menos mal, pensó ella).

-E-e-en serio... ¿Lo aceptas? ¿Sin más? -aparte de la incredulidad, la polilla estaba sorprendida por ello.

-Pues sí. Digo, eres mi más reciente y mejor amiga, es lo menos que puedo hacer -contestó simulando indiferencia, aunque por dentro le pasaba lo contrario y lo que ya saben.

Angel no lo sabía, pero cuando Vaggie le oyó decir ''mejor amiga'', su corazón le había dado un vuelco. De repente su actitud se hizo más discreta, reflejando un lado de ella muy raro de ver; uno en el se mostraba tímida y algo insegura. Jugueteando un poco con su cabello, le dirigió la mirada nuevamente.

-¿Cuánto es?

-¿Perdón? -la confusión se puso sobre su cara blanquecina.

-Que cuánto te debo pagar. O cómo te pago, no lo sé. Es que -jugaba más con su blanco cabello, a la vez que su cuerpo temblaba levemente-... Me cuesta creer que en serio hagas estos sin nada a cambio...

-Dulzura -su tono llamó la atención, pues este era suave y dulce, contrastando con su actitud aún de diva-. Cuando dije que eres mi mejor amiga, es que lo eres -le soltó con una voz y un gesto de comprensión-. Bueno, al menos después de Cherry, pero así es. Por eso te ayudaré mañana -le colocó la mano derecha superior sobre su hombro, con una dulce sonrisa-. Porque a fin de cuentas... quiero verte feliz -concluyó con suavidad, surgiendo una sonrisa sincera y un rubor un poco rojo y notorio.