Títere de tus caprichos,
Juguete de tu mal querer,
Con un muro de mentiras varías veces me estrellé,
¿Qué hice mal para ésto merecer?
Amor, eso siempre te entregué, sin embargo a la basura votaste mi querer.
Una delicada rosa fingías ser
Hoy tus crueles y filosas espinas lastiman cada pliegue de mi piel.
El vago recuerdo de lo que un día solía ser se perdió entre las cuerdas del titiritero,
Como un títere me dejo manejar,
Poco a poco mi dignidad se irá.
Me da rabia no poder decir que no,
Algún día llegará alguien, dulce algodón me hará olvidarte.
Cuando en el almíbar espeso del verdadero querer esté, caerás titiritero amor mío,
En las propias cuerdas de tu juego.
Despiadado sonaré,
Pero tu mal querer,
Con dolor a de caer.
El títere que se liberó de las cuerdas ardientes de un mal titiritero,
El titiritero ahora es títere;
Finalmente lo han envuelto en las llamas ardientes de su propio juego.
