Gay bar | Johnlock AU

Capítulo 5

Su día fue mucho peor, en verdad que sí. Se distrajo tanto viendo a Sherlock, que tiró su café encima de sí mismo. Bebida que por cierto, estaba casi hirviendo. John maldijo y se regañó, hizo una nota mental: "No mirar a Sherlock estando cerca de bebidas calientes, porque lo único caliente cerca suyo debe ser Holmes." Nota mental algo larga, pero clara y muy fácil de entender.

Una camarera le tendió servilletas, rápidamente el rizado se acercó a él.

—John, ¿qué sucedió? —¿Cómo mirarle a los ojos y decirle que fue él el motivo por el cuál se derramó café encima? ¿Podría acaso hacerlo? Y sí lo hiciera, ¿qué diría su querido amigo?

—Descuida, estoy bien. Me distraje un poco y ya, tranquilo. —Sherlock le miró con duda, pero igual asintió.

—¿Y tú amiga?

—¿Amiga? De qué hablas, John, ¿seguro estás bien?

—Claro que estoy bien, pero ¿que no venías con alguien? Me pareció que venías acompañado.

—Ah, sí, ya capto. No, no vengo con alguien, la mujer me preguntó la hora nada más, creo que incluso ya se marchó.

—¿En serio? Oh, vaya. Pensé que era tu amiga.

—John, no porque hable con cada persona que me pregunta la hora significa que somos amigos.

—Perdón —Watson dijo y un silencio incómodo se hizo presente.

—Descuida. —Acomoda el cuello de su camisa morada y él no puede evitar mirar sus pálidas clavículas, maldición John, contrólate. —¿Para qué me llamaste?

—¿Quieres la verdad? Bueno, pues olvidé mi billetera y necesito pagar. Te llamé para que pagues.

Termina de hablar y sonríe. Sherlock hace una mala cara. Luego asiente y ríe.

—De acuerdo, lo haré. Ahora, dime lo otro.

—¿Qué otro? —¿sabrá él lo que siente?

—Esta mañana la señora Hudson mencionó que lucías nervioso y hablabas contigo mismo, y entre tus charlas contigo mismo ella escuchó mi nombre. Así que dime, ¿qué más pasa?

Sí, claro, también puede que haya olvidado hacer mención, una pequeña de algo un poco importante. Oficialmente, desde hace semanas, vive con su mejor amigo. En un departamento de renta perfecto para dos personas. Sherlock lo sigue mirando, esperando una respuesta.

—Me gustas. Estoy tan enamorado de ti Sherlock, tanto.

Silencio. Y John se arrepiente de haber hablado.