Cap 6

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Me desperté por los rayos de sol que se asomaban por la rendija de las cortinas. Mire a mi lado y sonreí. Tenía a mi Kookie, otra vez despertaba a su lado, otra vez sentía sus brazos apretándome mientras dormía, otra vez su rostro lleno de paz me dejaba sentirme así, tan llena de amor.

Los recuerdos de la noche anterior viajaron a mi mente y me permite sonreír, lo había hecho, me había entregado a él, con quien solo quería estar, solo a su lado podía ser feliz, solo con él. 

-Deja de mirarme mientras babeo tu sábana - dijo sin abrir los ojos y sonreí por lo tierno que se veía.

-Buenos días Kookie - dije dejando un beso sobre su frente.

-Buenos días amor - dijo aún con los ojos cerrados - Que hora es - preguntó.

-Son las 9:30 am - mire el reloj de pared que se encontraba en mi cuarto.

-No quiero separarme de ti - soltó mientras me apretaba más a su cuerpo. 

-Pero tenemos que hacerlo- trate de separarme de él- Tengo que ir a trabajar y los chicos deben estar preocupados por ti.

-Ellos saben que estoy bien y tu jefe puede darte el día libre - me beso suave.

-No puedo porque mi jefe no puede comunicarse solo con tu jefe - sonreí ante la mueca de confusión. 

-Nuestros jefes son unos idiotas - soltó y aproveché para pararme.

-Mmmg

-Te duele - dijo levantándose e hiendo hacia mí en cuanto me escucho.

-Creo que me levante demasiado rápido- le sonreí para tranquilizarlo - No es para tanto solo un poco de ardor.

-Creo que fui demasiado brusco contigo - dijo acariciando mi brazo desnudo y fue cuando me di cuenta que estaba desnuda frente a él así que rápidamente llevé mis manos a mis senos buscando taparlos - Oye ya vi todo ayer que tratas de ocultar- agregó sonriente.

-Me da vergüenza y no te rías - solté poniéndome colorada.

-Vamos te ayudaré a bañarte - y se levanto de la cama completamente desnudo y con una gran erección y sentí que el ardor podía irse a la misma mierda ya tenía ganas de tenerlo dentro de mi- No la mires así que no vas a tenerla, no hoy - aclaro leyendo mis pensamientos.

-Pero no puedo dejarte así - hice un puchero - Te va a doler mucho si no le doy cariñito - dicho eso la tome en mis manos y bese la punta para después mirarlo suplicante.

-A ti no puedo negarte absolutamente nada- y tomo mi cabello para acercarme a su pene.

Con una sonrisa de satisfacción lo lleve lentamente a mi boca para comenzar a lamer toda su extensión desde la base hasta la punta, su líquido salado en mi boca me hacía querer aumentar la velocidad pero quería hacer algo más, así que después de varias lamidas la pegue a su abdomen y me dirigí a sus testículos para lamerlos y besarlos lentamente mientras sentía como su agarre en mi cabello se hacía más fuerte y se contraía ante mi toque dejando escapar uno que otro gemido. Metí uno de sus testículos en mi boca y lo chupe teniendo cuidado de que no le doliera pero grata fue mi sorpresa cuando lo escuché decir:

-No te voy a dejar caminar en una semana - y de un momento a otro está en cuatro puntos sobre la cama, al darme cuenta de la posición en que me encontraba arqueé mi espalda para darle más acceso a mi trasero- Eres muy mala - y sentí un ardor producto de una nalgada que me dio- Una niña muy mala - con esa voz gruesa sentí que podía correrme sin siquiera haberme tocado.

-Lo soy - jugué con el - soy una niña muy mala - volteé mi cara para verlo y sonreí al ver la expresión lujuriosa que me mostró- castígame daddy- y al decir esas palabras observé como una risa malvada cruzaba su hermoso rostro y de repente otra nalgada hizo eco en mi cuarto - Daddy por favor- supliqué sin vergüenza.

-Mi niña tiene que aprender a respetarme - otra nalgada- tengo que castigarla - y de repente su lengua en mi feminidad entraba y salía sacándome más de un gemido - Suplicaras que entre en ti pero no lo haré y ese querida nena será tu castigo - agregó sin separarse de mi sexo lo que me hizo vibrar de placer.

-Por favor Daddy - suplique - No sea tan malo conmigo Mmmg!!!!- un gemido me interrumpió mientras sentía uno de sus dedos entrar en mi interior - Daddy eso no es suficiente quiero todo tu pene gordo dentro de mi - exclamé mas que excitada.

-Pues lamentó informarte pero eso es todo lo que hay para ti - dicho eso comenzó a mover su pene suavemente enviándome corrientes de placer a todo mi cuerpo - Si eres mala tengo que castigarte para que aprendas - y con su otra mano alcanzo uno de mis senos, lo masajeaba suavemente y rozaba mi pezon erecto y deseoso de más.

-Por favor Daddy no lo volveré hacer - solté demasiado excitada sintiendo un cosquilleo en mi interior mientras movía mi pelvis en círculos sobre su dedo.

-No te muevas - soltó demandante.

-Daddyyy- gemí al sentir la ausencia de su dedo en mi- por favor ayúdeme lo necesito - y sin preámbulos ni aviso se adentro en mi de una sola estocada -Siii!!!!- grite de placer.

No me dolía, no me ardía al contrario necesitaba que se moviera mucho, muy fuerte, que sus estocadas me hicieran volverme loca.

-No pienso moverme - dijo y me giré para verlo - Este es un castigo mucho mejor.

-Tiene razón Daddy esto es un castigo - y sonreí maliciosa, separe ligeramente mis piernas y comencé a moverme rápido, gemía de placer al sentirlo dentro de mi.

-Maldita sea - grito - No te muevas así - susurro soltando un gruñido - Si sigues así no voy a durar mucho - y sonreí ante sus palabras pero no pare de moverme en ningún momento hasta que sus manos pararon mis movimientos.

-Daddy- solté a modo de pregunta.

-Tienes un culo que me vuelve loco - y sonreí para después casi al momento soltar un fuerte gemido al sentir una gran embestida, y después de esa siguieron otras todas igual de profundas y fuertes, directas a ese punto interno que me hacía soltar maldiciones, súplicas, gemidos y gritos llenos de placer.

-Kookieeee - grite en modo de advertencia.

-Hagámoslo juntos espérame

-Ahhh!!!- me corrí en cuanto sentí su caliente esencia sobre mi trasero.

-Dios mío eres maravillosa- dijo para acostarse a mi lado - segura que tienes que ir a trabajar, bien podemos quedarnos aquí todo el día.

-Tengo que hacerlo aunque no quiera - dije y bese sus labios suavemente.

-Te quiero tanto - soltó y me abrazo con fuerza metiendo su cabeza entre mi cuello y oliendo el lugar - No quiero separarme de ti.

-Yo tampoco quiero pero de seguro hoy tendrás algo que hacer y yo desgraciadamente en una hora tengo que estar en la empresa- dije y sentí que omitía algo - Te amo - agregué y corrí al baño con cierta incomodidad en mi parte baja.

Te amo tanto como no tienes idea y te extrañe el doble.

Siguiendo mi destino.  (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora