Desayuno a Cuernavaca. Parte 2.

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-Seguro ya te diste cuenta que no tengo quién me ayude, así que tú tomarás ese puesto-

-Pero mamá, tengo que estudiar y...-

-Yo justifico tus faltas y si eso no basta, siempre puedes tomar clases en línea-

-¿Dónde quedan mis amigos?-

-Puedes socializar en cualquier lugar y tener más amigos-

Qué fácil es decir eso cuando no estás acostumbrado a estar mucho tiempo con las mismas personas.

La preparatoría es la última etapa que nos queda a Alejandro y a mi, es casi seguro que estudiemos carreras diferentes, en universidades diferentes. Quiero conocer y vivir más cosas a su lado antes de que eso pase.

Flasback

-Alejandro, yo sé que te sientes incómodo estando conmigo por lo que pasó con mi mamá pero, yo no quiero estar lejos de ti, aún y cuando ella me lo haya ordenado- Hablaba con el corazón en la mano, él era especial para mi como lo es ahora, tal vez eso nos hizo llegar hasta ese punto -¿Podrías seguir siendo mi amigo?-

Alejandro me miraba con nerviosismo y comenzaba a sentir incomodidad a tal punto de querer decirle "olvida lo que dije, tal vez es mejor que estemos así". Estaba tomando coraje para decirlo pero...

-¿Cómo podría decir que no a algo que me pides?. Tengo miedo de lo que pueda pasar, tu mamá fue clara conmigo y yo no quisiera meterte en problemas- Bajó la mirada, podía sentir su dolor.

-Para que estés tranquilo- toqué su hombro -podemos ocultarnos de mi mamá, hacer como si ya no somos amigos, cuando ella este cerca-

-¿Estarás bien con eso?-

La respuesta era no, ¿cómo podría estar bien ir en contra de lo que mi mamá me ha enseñado, dónde queda su esfuerzo para educarme como una persona de bien?, dolía pero no quería perder a la única persona que ha estado para mi en los momentos más difíciles.

No pude contener más mi llanto -Sí- dije mientras me inundaba el dolor más grande de mi vida.

Alejandro se acercó a mi para abrazarme -Probablemente en la preparatoria tendremos que separarnos, así que no llores ¿si?-

-No me quiero separar de ti- Alejandro tomó los pañuelos que tenía en la bolsa de su pantalón, tomó uno, pensé que lo pasaría por mi rosro pero sólo me lo ofreció, no sentía el consuelo que siempre me daba pero estaba ahí. -Antes de tomar caminos distintos, debemos conocer y hacer un montón de cosas juntos-

-Te lo prometo-

Fin del flashback

-Baja todo del carro, al rato seguimos hablando de la fiesta- dice mientras toma el folder que anteriormente estaba revisando.

-Buenas tardes, ¿Cuál es su nombre?- dice el hombre que nos recibe en la entrada de la hacienda.

-Cristina Garnica-

El hombre la mira un momento, le sonríe y da la indicación para que nos den acceso. Le ayuda a mi mamá a bajar del carro -Mi nombre es Gerardo, por aquí, por favor- nos guía a lo que parece ser la recepción, luego entramos en una sala con monitores y máquinas que parecen ser de sonido, es muy extraño para ser una junta. -Ricardo- el pretendiente de mi mamá hace una seña para que la persona se acerque -Por favor, guía al jóven-

Mi mamá se gira para mirarme -Ve con él- dice.

Cuando estoy a una distancia en la que ya no veo a mi madre, saco mi teléfono de la bolsa del pantalón. En la pantalla noto que tengo 5 mensajes nuevos de Alejandro.

<<Espero que no se te haya olvidado que tenemos que hacer un trabajo en equipo, guapo :) >> dice el último mensaje.

<¿Qué trabajo en equipo?> le respondo.

Ricardo me deja en un módulo. Después de un rato checando que la presentación estuviera en el formato correcto y comprobar que no hubiera errores para transmitirla, miro mi celular.

<<¿Cómo que, qué trabajo en equipo? >:c, El que nos dejaron hacer para Juventud.>>

<Es que no sé que tenemos que hacer :v>

Escucho aplausos muy cerca de donde estoy, me dirijo atrás de todos los módulos y abro muy grandes los ojos cuando me doy cuenta que hay unas 3,000 personas de pie mirando al escenario, donde está mi mamá.

-Muchas gracias, Licenciada Hernández por tan cálida bienvenida. Es para mi un honor estar hoy aquí, delante de todos ustedes. ¿Quién esta listo para construir su futuro financiero?- Todas las personas aplauden y gritan.

Caigo en cuenta de lo verdaderamente difícil que será ser el asistente de mi madre.

-Tú debes de ser el hijo de la Doctora Garnica- Escucho una voz detrás mío, al darme la vuelta me encuentro con una mujer de piel morena, algo bajita pero con grandes tacones, de pelo lácio y lárgas pestañas, me he quedado tan maravillado que no sé que hacer.

-¿Amelia Hernández?- Mi emoción debe estar al borde de comienzar a sudar y temblar de la emoción.

¿Por Qué Tengo Que Amarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora