Cloruro de Sodio

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Es Lunes por la mañana, es tan temprano que me sorprende ser yo quien vaya a ir por Alejandro.

-¿Bueno?- Escucho una voz ronca del otro lado del teléfono.

-Good morning, sleeping beauty- digo.

Del otro lado de la línea se escuchan los gemido de alguien que se acaba de despertar, seguido del colchón rechinar -¿A qué vienes?-

-A pedirte perdón-

La puerta de su departamento se abre -Mejor ven a pedirme matrimonio- trae consigo la cobija, se lanza hacia a mí cubriéndome con ella -Todavía no suena mi alarma, vamos a dormir un ratito más-

Paso y cierro detrás de mi la puerta -Tú duerme, yo haré lo que vine a hacer- lo sigo hasta su cuarto,  él se acuesta mientras yo prendo su computadora.

Mientras estoy revisando el archivo siento la mirada de Alejandro, al voltear, noto que hizo un hueco en su cama -Ven- dice con tono cansado.

Me meto entre las sabanas -No me vas a creer lo que me pasó el fin de semana, ¿recuerdas quién es Amelia Hernández?-

-Si, es la modelo y diseñadora que más amas en el mundo-

-Se te olvida el pequeño detalle que tú y yo modelamos para una de sus primeras colecciones, ¿sabías que se acuerda que nosotros?, no lo podía creer, tenía a Dios frente a mi, hablamos de la moda, su nueva colección y me ofreció modelar para...-

-Espera, espera, ¿Cuándo vas a modelar?-

-¿Cómo sabes que voy a modelar si ni siquiera te he dicho si acepté?-

Alejandro me mira como si estuviera juzgándome -Dudo que no aceptes algo que venga de ella-

-Bueno, tienes razón, pero es que tengo que contarte lo que pasó el fin de semana...

Casi todos los conferencistas que se presentaron fueron a cenar, mi madre y yo estábamos dentro de esas personas, me sentía nervioso de compartir la mesa con Amelia y su hija, quienes su parecido es tan impresionante que si usaran la misma ropa sería difícil diferenciarlas.

Amelia comenzó a hablar sobre la nueva línea que va a lanzar y a todos los presentes nos dio una muestra del perfume que viene incluido en la compra de uno de sus trajes.

De hecho, acércate y huéleme- acerco mi cuello a su nariz, Alejandro aspira tan fuerte que me dan cosquillas e intento alejar su cara.

-Seguro ni te has bañado desde que te lo dieron- Dice mientras aleja su cara -Huele bien-

-Pues sí, no me he bañado desde que me lo puse pero eso no te vengo a contar- Alejandro y yo reímos -Después de la cena, me acequé a una pantalla donde reproducían los diseños de la colección y en ese momento se acercó Amelia, entonces me preguntó si me conocía de algún lado, a pesar de mi nerviosismo le comenté que modelé para una de sus primeras líneas y que apartir de ahí me había vuelto un fanático, le dije que su loción me parece exquisita y entonces me dijo que si quería modelar en la nueva línea, obviamente ni lo dudé, pero- me cubro la cara con su almohada.

-¿Qué?-
 
-Es que, cuando llegamos a la habitación que nos asignaron, le conté a mi mamá y ¡no sabes lo que me dijo!. Me dijo que ella habló un momento con la hija de Amelia y le comenzó a... hacer preguntas personales-

Alejandro comienza a reirse -¿Le preguntó si tenía novio?- intenta quitarme la almohada de la cara.

-No te rías- lo golpeo con la almohada -¿Ahora cómo voy a mirar a Amelia a la cara?-

Alejandro ríe -Que bueno que no soy celoso, si no, te encerraba ya mismo-

Yo también río -Bueno, ya hay que levantarnos-

-¿Estás loco?, mi alarma no ha sonado- Como si fuera un mal presagio, la alarma suena.

-Cámbiate, hoy voy a desayunar contigo-

Me levanto y dirijo a la cocina, después de lavarme las manos y ponerme un mandil, comienzo a preparar hotcakes. Estoy tan concentrado que pego un brinco cuando siento la naríz de Alejandro en mi cuello.

-Me gusta como huele tu cuello, a pesar que seas un sucio que no se ha bañado- Pega más su nariz a mi piel, siento un cosquilleo que necesito alejarme.

-Me vas a quitar el olor, hazte para allá y ve sirviendo el té- le señalo la tetera.

-Que rico, ¿ya probaste el té de canela con leche de soya?-

-Estoy abierto a nuevas experiencias-

-Mmmh, me gusta como suena eso- Alejandro sirve las tasas y las lleva a la mesa, cuando termino de preparar el desayuno, también lo llevo a la mesa.

-Me acabo de acordar que tenemos que entregar la tarea de química a más tardar el Viernes- digo mientras le doy un sorbo a mi té.

-¿Formarías un enlace conmigo?- dice Alejandro.

-Formaría todos los enlaces que nos pidieran contigo-

¿Por Qué Tengo Que Amarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora