La confianza
Media hora más tarde Brian entro junto a un hombre mayor, su cabello era de un blanco amarillento y grasoso que daba nauseas, tenía una mirada severa.
En cuanto vio a Morgan dio una sonrisa perversa que mostraba sus amarillentos dientes.
- ¿Esta es la nueva? – la malicia en su voz causaba escalofríos en Morgan
¿Qué había dicho Z? "haz lo que te digan si no quieres morir"
- Muy bien preciosa, acuéstate y abre las piernas para mí –
Morgan no quería, solo negaba con la cabeza, la paciencia de Brian se había agotado, así que de un golpe sentó a Morgan en el sucio colchón.
- ¡cuántas malditas veces tengo que decirte que no toques la maldita mercancía!
Un enorme puño impacto contra la mandíbula de Brian, dejándolo en el suelo con la nariz sangrante.
- ¡La perra no quería hacer caso! –
- ¡Golpeada no valdrá nada! –
La voz de Z resonaba por toda la habitación, el medico estaba agazapado en una esquina de la habitación.
- Z, tengo que revisarla –
- Tu cállate, lo único que haces es dañar la mercancía metiendo tus sucios dedos en vez de solo mirar –
La cara del médico se tornó pálida, Brian salió como alma que lleva el diablo de dicha habitación.
- Observaras como se hace, viejo incompetente –
Z se arrodillo a los pies de Morgan, su mirada era suave, sin embargo, ella estaba aterrada.
- Confía en mi - susurro solo para que Morgan pudiera escucharlo
Esta aterrada se recostó en el colchón, Z poso sus manos en sus rodillas y lentamente hizo que Morgan las abriera para mirar en su interior.
- Tranquila... -
Morgan estaba de todo menos tranquila, lentamente Z fingió insertar dos de sus dedos en la vagina de Morgan para así verificar si era virgen. Rápidamente los retiro y obligo a Morgan a sentarse para que el médico no viera su intimidad.
- Listo, es virgen –
- Pero señor, usted no dejo los dedos suficiente tiempo... -
- Yo no lo disfruto, sé que está ahí, así que anótalo en tu maldita libreta y lárgate de mí vista –
El medico salió corriendo de la habitación, dejando a solas a Z y Morgan.
- ¿Por qué no me dijiste que vendría un médico a revisarte? –
Morgan solo desvió la mirada con lágrimas en sus ojos, el la había tocado sin su permiso, y a pesar de que lo prefería a el antes que al médico seguía sintiéndose sucia.
- ¿Por qué no hablas conmigo? Estoy tratando de sacarte de aquí, no voy a rendirme.
¿Cómo podría decirle algo? Cuando las autoridades la encontraron a la tierna edad de 3 años la única palabra que podía mencionar era un nombre, Zac, y nunca supieron quién era, así que la dieron en adopción.
- Está bien, solo escúchame, te llevaran en cuatro semanas, así que tenemos que apurarnos. –
¿Por qué la estaba ayudando? Morgan no entendía el porqué de sus acciones, y a pesar de que no se sentía con la suficiente confianza tendría que tragarse su inseguridad y seguir sus pistas.
- Las antorchas marcan el camino a la salida, están regadas por toda la colmena, debes seguirlas, pero también debes tener cuidado, así como llevan a la salida también pueden llevarte a la zona de torturas –
¿Zona de torturas? Entonces como sabría a donde debía ir...
- Siempre debes ir abajo, recuerda lo que te dije de tu ubicación –
Morgan asintió, lo recordaba, debía tratar.
- Cuando la luna desaparezca las antorchas van a empezar a alumbrar, ese será el día en el que lo intentaremos, recuerda siempre que debes defenderte, ante todo, solo tienes un intento –
Ella no estaba del todo segura, sin embargo, lo intentaría.
Z le devolvió el mazo y estrecho las pequeñas manos de Morgan entre las suyas.
- Confía en mí, voy a llamarte M ya que no se tu nombre, solo confía en mí, te ayudare a salir de aquí –
Este le guiño un ojo y salió de la habitación.
Morganempezó a meditar las palabras de Z, tendría que estar atenta a la luna yesperar que las condenadas antorchas se encendieran para así tratar de salir deaquel sitio.
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La Colmena.
Mystery / ThrillerEl silencio hace una gran diferencia entre vivir y morir, quizá la poca valentía que alberga nuestro corazón sea mas que suficiente para salir de allí. Recuerda esto, no todos los finales son felices.