My mind lies [◇] YeonGyu.

12 | Locked.

| Bloqueado.

Choi BeomGyu, el chico que prácticamente burló a la muerte se encuentra en buen estado, en una habitación de hospital fuera de peligro donde espera a que sus piernas terminen de sanar para volver a su vida normal, aunque eso será más duro de lo que parece.

Una semana en la que BeomGyu no vio a YeonJun. El mayor no había vuelto a visitarlo en toda una semana. Se sentía solo, no podía comer, apenas bebía los jugos sin azúcar que solían darle y eso solo porque sentía demasiada sed.

Se sentía culpable de que YeonJun no lo visitara, había sido su culpa por haber reaccionado de esa manera, pero es que jamás hubiese pensado que aquel chico sufría de una enfermedad como esa porque después de todo se veía muy sano, él no seguía el perfil de una persona con esquizofrenia.

— ¿Qué pasa, BeomGyu? —le preguntó su enfermera encargada, una jovencita que apenas tenía dos semanas en el hospital, pero le habían asignado el caso del menor porque ya estaba fuera de peligro— vas a enfermar sino comes bien —hizo un puchero negando con la cabeza, pero el chico solo se dedicó a mirar sus manos.

— Quiero a YeonJun... —sollozó, dejando que las lágrimas se deslizaran por sus mejillas. No lwe importaba si ella lo consideraba patético, le daba igual— quiero que venga y se burle de mi... quiero que venga y me abrace, que me diga que todo va a estar bien —lloró más fuerte. Ella se acercó a él con lentitud para tomar su rostro y limpiar sus mejillas, pero era inútil ya que no quería dejar de llorar.

— Si vamos a donde está ese YeonJun... ¿dejarás de llorar? —preguntó arqueando una ceja, esperando por la respuesta del menor. BeomGyu asintió rápidamente con mucho ánimo, quería disculparse con su mayor por haber reaccionado así.

Lo ayudó a sentarse en la silla de ruedas para llevarlo hacia el último piso donde se encontraba la habitación de YeonJun luego de haber preguntado en recepción. Al llegar a ese pasillo, vieron a una mujer llorar justamente frente a la puerta donde se encontraba YeonJun. BeomGyu sintió como su corazón se estrujaba, ¿qué le había pasado a su mayor?

— Disculpe... ¿usted conoce a Choi YeonJun? —preguntó la enfermera tratando de sonar lo más tranquila y suave posible.

— E-Es mi hijo —respondió, tratando de calmar su respiración.

— ¿Le paso algo? —interrumpió sintiendo como las lágrimas se acumulaban en sus ojos. JiSoo negó una y otra vez— ¿p-por qué llora? —ella sonrió y se inclinó hacia el menor para limpiar sus lágrimas.

— Es que hoy le vieron dos psicólogos, dicen que la próxima semana podrá irse a casa. No lloro de tristeza, pequeño —dijo con una amplia sonrisa, pero no podía dejar de llorar, se sentía feliz que después de un mes y medio YeonJun podría volver a casa donde le esperaban con ansias.