Capítulo 1.

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"A veces no tienes ganas de decir que estas mal, ni explicar que te pasa. Solo quieres que alguien lo note y sin decir nada te abrace fuerte."

Todo estaba en silencio, el único sonido que oía Pansy Parkinson era el silbido del viento algo que la relajaba y la hacía sentir tranquila. La torre de Astronomía era la zona más alta de Howargts y allí se sentía segura, podía gritar si lo necesitaba o llorar si las lágrimas lograban traspasar su coraza. Mientras seguía sumergida en sus pensamientos, Harry y Hermione habían llegado a la torre, pues después de que la Gryffindor viera el beso entre Lavender Bronw y Ron, su corazón se había roto y Harry fue su apoyo en ese momento.
-¿Que se siente Harry? El pelinegro la observo algo confundido.
-Cuando estas con Ginny...
-Bueno... Se siente muy bien, al ser algo mutuo pues bueno... Hermione simplemente asintió y siguió llorando. Después de varios minutos, Ron y Lavender llegaron a la torre encontrandose con ambos Gryffindor.
-Vaya, vámonos de aquí Roni. Lavender se adelantó dejando atrás a Ron quien observaba a Hermione llorar, la Gryffindor enfadada formuló un hechizo haciendo huir al pelirrojo.
Todo ese alboroto llamó la atención de Pansy, que observó como la castaña le lanzaba una pequeña bandada de pájaros a la comadreja, sorprendida llevó su mirada a Hermione que sentó nuevamente con Harry volviendo a llorar.
-Tranquila Mione.... La Slytherin no se sorprendió mucho pues se imaginaba que le gustaba la comadreja, pero lo que si le sorprendió es que no fuera mutuo. Hermione al sentir una mirada sobre ella levanto la cabeza lo más rápido que pudo encontrándose con los ojos esmeralda de su enemiga, secándose rápidamente las lágrimas sacó su varita.
-¡Muestrate ya Parkinson! Harry se levantó rápidamente y observó hacía donde estaba apuntado su amiga.
-Esta bien Granger. La Slytherin salió con los brazos en alto en señal de paz.
-¿Que haces aquí?
-Podría preguntar lo mismo, ya que no tengo que darte ninguna explicación. Hermione seguía con la varita en alto, Harry se interpuso entre ambas para que no llegarán a una mayor discusión.
-Va Mione, baja la varita ella no quiere atacar, tranquila. Pansy no intervino simplemente bajo los brazos esperando a que la castaña bajara su varita, como pidió el azabache Hermione guardo su varita y se cruzó de brazos.
-Vale, ahora que todo está en calma os dejo solos. La Slytherin paso junto a Harry y Hermione, pero esta última la detuvo.
-¿Cuanto sabes?
-No mucho, solo que atacase a la comadreja que por cierto me hizo gracia. Pansy mostró una media sonrisa con la atenta mirada de Hermione en ella.
-¿No sabes nada más?
-No Granger, tu vida me importa una mierda la verdad, así que si no tienes nada más que preguntar, me voy. Elevó su mano y con paso firme salió de la torre, Harry se acercó a la castaña tomado su hombro.
-Por lo menos tuviste una conversación "civilizada" Río el pelinegro haciendo sonreír a su amiga.
-Con esa chica es difícil tener una conversación civilizada pero por lo menos no me insultó.
-Eso si es cierto.

Unos días después, Pansy se encontraba con Draco cerca del comedor discutiendo pues ambos se habían convertido en mortífagos y no estaban bien con eso.
-No se porque demonios te uniste a los mortífagos Pansy.
-¿Crees de verdad que te iba a dejar solo?
-Era preferible eso a que tu también sufrieras.
-Eres demasiado terco. Draco la ignoro y fue directo al Gran Comedor, tras el iba su amiga enfadada pues el rubio la había dejado con la palabra en la boca. Una vez sentados Pansy decidió callarse porque sino iba a explotar.
-Si sigues agarrando la copa de esa forma va a estallarte en la mano. Pansy ignoró el comentario.
-Vas a sufrir por culpa de tu padre.
-Dejalo ya Parkinson.
-Mira Malfoy, te vas a arrepentir yo ya me estoy arrepintiendo pero tengo la manía de interponer a mis amigos antes que a mi.
-Pues es culpa tuya no mía. Respondió con sequedad, molestando a su amiga.
-¡Maldito seas Malfoy! Todo el comedor quedo en silencio prestando toda su atención al alboroto.
-¡¿Sabes que?! ¡Tienes razón, es culpa mía siempre lo es, aunque intente hacer algo bueno por ti prefieres seguir haciéndote daño pero ya me da igual, se acabó! La copa de cristal reventó al mismo tiempo que lo había hecho Pansy, que con brusquedad se levantó, dejando a todo el comedor en silencio y saliendo enfurecida del lugar.
El trío de oro lo habían visto todo, Harry y Hermione se miraron algo extrañados mientras Ron se reía.
-Problemas entre serpientes, por fin algo bueno. Harry bebió de su copa sin dejar de mirar al rubio, que solo comía con una mirada muy triste. Y por el contrario Hermione observaba la puerta, quería saber si Pansy estaba bien ¿por qué? Ni ella misma lo sabía pero se preocupó.
-¿Que habrá pasado para que se enfadara así Parkinson? Pregunto la castaña observando a Harry.
-Pues no lo se, pero tuvo que ser algo fuerte, Malfoy esta triste se le ve a kilómetros.
-¿Y que importa eso? Se lo merecen. Habló Ron mientras engullia otro dulce, Hermione estaba algo cansada de los ataques por parte de Ron, si eran justificados, pero llevaban un año sin recibir insultos por parte de los Slytherin y eso hacia cambiar la mentalidad de Hermione.
-Chicos ya no tengo más hambre, iré a la Biblioteca a estudiar.
-Esta bien Mione, después te veo en la Sala Común. La Gryffindor asintió y salió del comedor en dirección a su ya conocida Biblioteca. Justo pasando por frente del patio, logró escuchar un gruñido de dolor y por curiosidad lo siguió llegando a la fuente y encontrando a la dueña de ese gruñido, Pansy Parkinson.
-¿Parkinson? La Slytherin se sobresalto un poco y buscó a la dueña de esa voz.
-¿Granger, que haces aquí?
-Escuché un gruñido de dolor que me llevó a ti, ¿estas bien?
-No tienes porque preocúparte Granger, vuelve por donde has venido y dejame sola. La azabache volvió a quejarse y esta vez Hermione no pudo evitar mirar la mano, tenía varios cortes y algunos cristales clavados en la palma y recordó que había reventado una copa hace nada.
-Déjame ayudarte, se un hechizo que te vendrá bien.
-No, ahora lárgate.
-Eres exasperante Parkinson, ¡dejate ayudar por Merlin! La Slytherin se sorprendió por el atrevimiento de esta y simplemente rodo los ojos y dejó que la Gryffindor ayudará, después de unos minutos la mano izquierda de la Slytherin estaba vendada.
-Ya esta, tampoco ha sido tan malo ¿no?
-¿Por que?
-¿Que? Hermione estába algo descolocada por esa pregunta.
-¿Por que ayudarme cuando te he hecho tanto daño?
-Bueno tengo la mala costumbre de ayudar a los demás. Respondió con sinceridad haciendo que en los labios de Pansy se formará una media sonrisa.
-Gracias Granger.
-De nada Parkinson... Oye... Hermione se cortó pues no sabía cómo sacar el tema.
-¿Me vas a decir algo o te vas a quedar callada?
-No nada, déjalo.
-Vale.
-Me marchó, tengo que estudiar.
-¿Tu estudiar? Eso es nuevo. Habló la Slytherin con ironía y riendo.
-No te burles de mi. Dijo Hermione sin mirarla y empezando a andar, Pansy la siguió.
-¿Que haces?
-Irme.
-¿Y vas al mismo sitió que yo?
-Si, me apetece ir a la Biblioteca. Hermione puso los ojos en blanco y siguió andando ignorando la presencia de la Slytherin.
Una vez sentadas en la zona más apartada de la Biblioteca, Hermione se puso a leer un libro de Pociones mientras que Pansy la observaba, algo que la estaba poniendo muy nerviosa.
-De verdad me estas cansando, ¿que quieres?
-¿Tanto te molesta mi presencia? Pregunto indiferente la azabache imaginadose la respuesta.
-No me molesta que estés aquí Parkinson, me molesta que me observes. Pansy se sorprendió, no esperaba esa respuesta.
-Vaya, pensé que si te molestaba mi presencia, pues bueno, si te molesta ser observada que tal si te ayudó.
-¿Como?
-Si, estas estudiando la asignatura que más te cuesta y a mi se me da bien, que tal si te ayudo y te devuelvo el favor. Pansy sono sincera, tampoco le importaba ayudar a alguien más sabiendo que dentro de muy poco se volverían a odiar.
-¿Estas enferma o algo?
-Eeh, no ¿por? La Slytherin elevó sus hombros sin entender.
-A ver primero tu y yo no somos amigas y segudo me odias.
-Pues tienes razón, que me has hecho Granger, has usado un hechizo seguro. Bromeó Pansy haciendo sonreír a Hermione que no se esperaba esa pequeña broma.
-Bueno pues si me ayudas me salvaras.
-Pues ya está. La azabache se cambió de lugar sentándose junto a la castaña, ambas tomaron el libro y Pansy le preguntó que pociones le costaba más, Hermione respondió y así comenzo una tarde de estudios, bastante rara y diferente.

El amor ayuda a curar cualquier cicatrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora