Cap. XXXIV: "¿Qué se siente ser tú?"

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"Comodidad, elegancia y sensualidad" así se definía el trabajo de Alba dentro de la empresa para la que trabajaba desde hace más de tres años. Su labor consistía en inspeccionar los modelos masculinos de la ropa interior que vendían y buscar la modelo femenina indicada y perfecta para la ocasión en plan de acompañamiento.

Poche todavía no entendía cómo se dejó arrastrar por la mejor amiga de su novia hasta ese lugar. Llevaba más de quince minutos de pie, con sus manos tomadas a la altura de sus muslos y observando la gran oficina de la flaca; era el doble de tamaño que la de ella pero ocupaba menos elementos dentro.

La morena se aclaró la garganta cuando Alba ingresó con dos cafés en mano, una revista y arrojó su bolso en un sillón de cuero que aparentaba ser sumamente costoso. La europea se acomodó el cabello, movió algo de una cámara fotográfica en el centro del lugar y se detuvo luego frente a ella, entregándola uno de los dos vasos:

- En cinco minutos comenzamos- fue lo único que le dijo antes de beber un gran sorbo de su desayuno y Poche asintió con nervios- El dinero será depositado en tu cuenta. Tienes una Garzón ¿cierto?-

- Si, si la tengo pero dijimos que lo hacía porque soy tu única alter…-

- Última-

- Ultima alternativa y si solo tardábamos una hora-

- Eso lo impuso Daniela. No está aquí, no acataremos sus órdenes- la cortó Alba y Poche se rascó la cabeza algo confundida-

- Pero se enojará y no quiero porque…-

- ¡Ya, Garzón! Eres una mujer independiente, no le hagas caso a tu loca novia. Bien, termina ese café que Scott acaba de llegar- le ordenó Alba leyendo un mensaje en su teléfono y escribiendo algo rápidamente-

- ¿Quién es Scott?-

- El camarógrafo, duh- terminó Alba quitándole su vaso sin beber y caminando a la puerta para recibir al hombre- Llegas tarde-

- Lo siento, no sabes lo que me costó llegar. El tráfico de New York es cada más insoportable- respondió el muchacho y Poche rodó los ojos por su voz y sus gestos femeninos. El chico se acercó a ella, le tomó la mano haciéndola girar y sonrió con total alegría- ¡Rayos, Guapa! Esto es lo que estábamos buscando- le dijo a su compañera de trabajo y la europea sonrió orgullosa-

- Solo tómala de la cadera para abajo. No queremos que su cinturita de mujer nos delate- murmuró Alba llegando a una silla y echándose sobre ella para observar el trabajo -

- Soy Scott- se presentó él besando las dos mejillas de Poche y ella se presentó también- Bien, tengo que estar a las 11 con el equipo de Magazine, asique andando- les aclaró refiriéndose a la otra revista para la que trabajaba pero con otro tipos de fotos- Despréndete la camisa y baja un poco tu jean, que se vea la marca de la ropa que modelas… ¡Vamos, niña! ¿qué esperas?- la apuró él ya listo para comenzar pero Poche casi no se movía-

- ¡Garzón!- insistió la latina al ver que Poche no obedecía las órdenes- ¿Qué te sucede?-

- Es que… no me has dado la ropa, Alba. Aún llevo mi ropa interior- murmuró la morena algo avergonzada y logrando que la latina se sonrojara también por su descuido-

- Cierto, cierto- se puso de pie Alba y le hizo una seña de que la siguiera- Ven, por aquí. Apúrate.

Scott golpeó varias veces su pie contra el piso y llamó a Poche con un grito luego de casi 15 minutos; la morena estaba dentro de un pequeño baño aún y, desde allí, les aclaraba que la ropa era demasiado ajustada y además no le gustaba cómo se veía.

The Perfect Cause (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora