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Los Angeles, Califronia Marleigh's house, presente 12:49am
TELL ALL OF YOUR FRIENDS THAT I'M CRAZY AND DRIVE YOU MAD, THAT I'M SUCH A STALKER, A WATCHER A PSYCHOPATH
―and tell them you hate me and dated me just for laughs ―canto Leigh acorde con la canción mientras bailaba.
SO WHY DO YOU CALL ME AND TELL ME YOU WANT ME BACK, YOU MANIAC!
―Conan Gray, ojalá me hubiera enamorado de ti ―suspiró pesadamente―. Todo sería más fácil, estos chicos que conozco no valen una mierda.
Toda la tristeza que sentía ayer después de ver cómo Tayler Estúpido Holder se comía la boca con otra chica, se transformó en rabia e ira cuando se despertó esta mañana.
―"Te quiero, Marleigh", "Eres única, Marleigh" , "Nunca voy a hacerte daño, Marleigh" ―bufó molesta―, solo les falta decir "Eres una estúpida que está siendo engañada por niñitos hormonales, Marleigh".
Frunció el ceño cuando su teléfono empezó a sonar por decimoquinta vez. La pantalla se iluminó con la foto de su novio ahora probablemente ex-novio;
Llamada entrante de "Tayler 💖"
Leigh cogió el teléfono y colgó sin dudarlo ni un segundo.
―Chupate esa, idiota.
Seguidamente volvió a dejar su móvil por la habitación ignorándolo. No tenía las fuerzas suficientes para lidiar con él ahora mismo. Bueno, ni con el ni con nadie.
―Si se piensan que soy tonta como para aceptar sus disculpas con un simple "lo siento", están todos muy equivocados.
Siguió escuchando música a todo volumen ignorando todo a su alrededor. O al menos eso intentó hasta que sonó el timbre.
―¡Ya voy! ―grito avisando a la persona detrás de la puerta.
Pasaron unos segundos en los que el timbre volvió a sonar .
―¡He dicho que ya voy!
Y sonó una tercera vez.
―¡UGH, QUE YA V- ¿Tayler? ―dijo sorprendida al ver al castaño con un ramo de rosas blancas.
Tayler le sonrió tímidamente extendiendo la mano en el cual tenía el ramo. Leigh se cruzó de brazos y levantó una ceja retandole.
―Sabes que con eso nos vas a conseguir arreglar las cosas ¿verdad?
―Lo sé ―se quedó callado por un segundo―, por eso también he traído tu comida favorita ―continuó sacando una bolsa de su restaurante favorito.
