Todo cambió

1.3K 89 22
                                    

Una tranquila noche de primavera, donde las calles pasaba alguno que otro vehículo volviendo del trabajo o yendo a su turno nocturno. La notable luna llena brillaba por sobre las cabezas de los transeúntes y no había nada que atormentara aquella noche.

--¡¡Síganlo, no dejen que escape!!.--Chilló un hombre con bigote, ordenando a un grupo enorme de policías a que persiguieran a un ladrón vestido de un elegante traje blanco. Aquel hombre de bigote era el inspector Nakamori.-- ¡¡DEPRISA!!

Los policías obedecieron y tan deprisa como pudieron, se subieron a sus patrullas y empezaron a perseguir al ladrón fantasma. Conocido como Kaito 1412 o Kaito KID.

--Los veo animados.--Dice el ladrón, más para sí mismo. Sonriendo ladinamente desviando la vista hacia abajo. Volando con su ala delta abierta y dirigiéndose a su guarida. Su nombre real es Kaito Kuroba, un adolescente de 17 años y un excelente mago ilusionista.-- Veamos si me atrapan. 

Desvió su camino y por arte de magia, en una explosión de humo, desaparece de la vista de todos los policías en las patrullas. Al ver que desapareció, todos se detuvieron tan bruscamente que causó un chirrido espantoso al oído.

Buscaron por los cielos, tratando de ver a un sujeto de traje llamativo. Pero no había nada más que el cielo nocturno con sus estrellas y la resplandeciente Luna.

Lástima que no sabían que Kaito KID había aterrizado en un edificio cercano y se había puesto una capa negra para no hacerse notar. La joya que había robado, un precioso y prestigioso zafiro en un bonito collar de plata, la sacó de su bolsillo y la examinó ante la luz de la luna.

--Oh... No es lo que buscaba.--Dice Kaito desanimado.-- Otro rotundo fracaso... *Sigh* No me sirve si no es el Pandora, lo regresaré.

Bajando del edificio de un salto, llegó a tierra y en un movimiento de su capa blanca, se quitó el traje de Kaito Kid. Convirtiéndose en el civil Kaito Kuroba. 

Despreocupado pasó al lado de las patrullas y sin que nadie lo notase, la joya le fue regresada a la policía, justo colgada en el cuello del inspector Nakamori y con una nota de por medio. Nadie se percató hasta que un policía chilló impresionado, apuntando al cuello de su jefe.

Nakamori se quitó el collar y pegado a ella, la nota de su insoportable ladrón. La inspeccionó con cuidado...

"No es la joya que buscaba. Se lo regreso. 
-Kaito Kid"

--Ése Kid....--Dijo entre dientes Nakamori, con disgusto arrugó la carta y la tiró al suelo.-- Algún día lo atraparé ¡Seguro que lo haré, no me daré por vencido!

-"Nope, éso nunca pasará."-Pensó Kaito sacando la lengua mientras miraba la gran Luna sobre la ciudad. Pensando qué podría cocinar para comer, le rugía el estómago luego de no haber comido nada en casi 4 horas.

O así fue hasta que un rotundo escalofrío recorrió su columna vertebral, un escalofrío nada agradable y que daba mal rollo. Se auto-abrazó tratando de calmarse, sintió como si un viento muy frío corría por su alrededor. Cosa imposible, ya que están en primavera.

Siguió caminando, aún abrazado a sí mismo tratando de agarrar algo de calor. Y lo consiguió, pero no como lo esperaba...

Ahora en vez de sentir frío, sentía como en su interior algo se quemaba. Ardía, dolía, era insoportable hasta cierto punto. Podía aguantarlo por un rato, pero no lo suficiente. Apresurado, empezó a caminar con más prisa hacia su casa, algo no andaba bien con su salud y no se arriesgaría a caer enfermo en la calle.

Y éso que no es época de resfríos.

Al llegar a su casa, nada había mejorado. Todo su cuerpo dolía y ardía a tal grado que no podía estar en pié por más tiempo. Subió escaleras arriba, con todo el esfuerzo que pudo sacar. Caminó por el pasillo a paso lento y llegó a su habitación.

Cambio de género.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora