Cuatro

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El sujeto reacciona de forma positiva ante los cumplidos y halagos, no parece ser que las demostraciones de amor sean un desencadenante, debería estudiar las reacciones de los demás Alters.


Mew cerró el cuaderno, y lo guardó en su cajonera.

Su trabajo estaba avanzando bastante bien, tenía ya unas cuantas páginas de anotaciones.

Llevaba un mes viviendo con Kanawut, y tenían muy buena convivencia, ni Gulf ni ninguno de sus Alters comían su comida, no lo molestaba cuando tenía que estudiar, no era ruidoso, y se iban a dormir y despertaban a horarios muy similares, así que no era molestado por luces encendidas o ruidos en la cocina.

Gulf era un compañero de cuarto ideal, y Mew no podía entender por qué todos huían de él.

—Phi, le llegó un paquete —le dijo Gulf, cuando volvió de sus clases de la tarde—. Está sobre su cama.

Le agradeció y fue a ver, aunque ya sabía lo que era.

El Señor Tee le había recomendado comprar aquel juguete, esperaba que fuera un desencadenante, y de alguna forma "despertara" a la personalidad que no había conocido aún, a Gulffy, el que Gulf dijo que era un niño pequeño.

Y qué mejor para un niño pequeño que un lindo juguete de peluche.

Sonrió al ver el conejo rosa de peluche, tenía orejas largas y ojos muy grandes y exagerados, llenos de brillos y del color del arcoiris.

—¡Gulf! —salió del cuarto hacia la cocina-comedor, donde el pelinegro estaba trabajando en su computadora—. Mira, es un regalo para ti.

—Mew, no deberías- —su voz se apagó cuando vio el juguete, se quedó boquiabierto unos segundos, luego rió de forma pequeña y adorable, una gran sonrisa ocupó su rostro—. Es muy lindo —dijo, su voz infantil era muy hermosa.

Mew se lo dió y el pelinegro se levantó para tomarlo, abrazó al peluche, olió su aroma a nuevo y luego volvió a mirarlo, tenía una sonrisa muy inocente y tierna.

—¡Gracias! —dijo, y prácticamente se arrojó sobre él para abrazarlo con fuerza, cosa que sorprendió un poco a Mew.

Gulf era algo tímido para el contacto físico, se notaba que aquel otro no tenía vergüenza de abrazarlo.

—De nada, ¿Gulffy?

—Soy Gulffy, sí, ¿tú eres el novio de Gulf?

—¿Qué? —Mew se ruborizó de forma furiosa y rió, algo incómodo.

—Sé que a Gulf le gusta alguien —dijo, giraba levemente sobre sus pies al igual que un niño inquieto—, y eres el único que está con él.

—Oh, no. Vivimos juntos pero no soy yo, Gulf se junta con otras personas, con sus amigos.

El menor sonrió tan ampliamente que sus ojitos se cerraron bastante, sus mejillas resaltaron en el más sutil rojo.

—Nadie le dice Gulf —murmuró, en una voz alegre— y Gulf no tiene amigos, no se junta con nadie, tú eres el único.

Mew estaba algo ofendido, porque Gulf solía hablar de un par de amigos que tenía entre sus clases de fotografía.

No tenía ninguna razón para sentirse de ese modo, pero de alguna manera no podía evitarlo.

Quizás le decía que tenía más amigos sólo para no dar lástimna.

—Yo soy amigo de Gulf, él si tiene amigos —dijo, luego de un momento en silencio, en donde Gulffy se encargaba de ver a su conejito y sonreir.

The Alters [MewGulf] ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora